Enamorando a Verónica → zayn

34. Puto Brandon.

Bonnie

Desperté con un terrible dolor de cabeza, me daba pereza incluso hasta pestañear.

No sabía por qué.

Lo último que recordaba, era yo tomándome una copa en total calma. Me levanté como pude y caminé hasta el espejo. Mi maquillaje y mi cabello estaban totalmente arruinados. Después de darme un baño para relajarme un poco, me puse una camisa algo más holgada y vi mi reloj, era mediodía.

Hice un plato de espaguetis con pollo, y me los comí en total tranquilidad. Aunque aún tenía una pregunta perturbando mi cerebro: ¿Qué había pasado ayer?

Mientras lavaba los platos en donde había comido, tocaron a mi puerta un par de veces. Era Niall.

-Hola. -saludó mientras reposaba su cuerpo en el sofá de mi sala. Imité su acción.

-Hola, Niall. ¿Qué pasó anoche? Es que me desperté con un horrible dolor de cabeza. 

-Es que descubrí que definitivamente los clubes nocturnos no son lo tuyo. -se carcajeó un poco.

A pesar de que él lucía bastante tranquilo, mi intranquilidad crecía cada vez más y más.

-¡Demonios! -chillé- ¡No me digas que hice algo inapropiado, de nuevo!

-¿De nuevo? -preguntó confundido.

Suspiré y me resigné a decirle la verdad. De todas formas, pronto alguno de mis amigos te dirá.

-Es que hace un año -aclaré mi voz-. En el cumpleaños de Eleanor, decidimos celebrarlo en una discoteca muy conocida. Pero en medio de tragos y bailes descontrolados, me topé con unas chicas. Nos llevábamos genial y esa misma noche, yo ebria por supuesto, salimos del bar. No le dije nada a Eleanor, ni a Garret, ni a Megan, ni siquiera a Louis. Después que salimos ellas me robaron toda mi ropa y mis pertenencias y me dejaron tirada en la calle, sola y sin ropa -susurré mientras Niall escuchaba atento -. Suerte que luego de unas horas, mis amigos salieron buscándome y me encontraron. Desde allí no tomo ni salgo a ninguna parte, supongo que me lo tenia merecido. 

-¿Cómo puedes decir eso con tanta tranquilidad? -preguntó luego de un rato de silencio.

-Las cosas pasan por algo, Niall. Que eso me haya pasado me deja como lección a que la bebida es mala y no te trae nada más que problemas. Ahora, ¿me quieres decir qué me pasó anoche? 

-Ah, eso -rió- Pues, tomaste unas cuantas copas, bailaste un poco, y te encontré en el baño con un tipo de treinta años. 

-¡¿Qué?! -grité.

-Tranquila. Sólo te besaste con él, luego llamé a Louis y te trajimos a casa, sana y salva. Pero ambos acordamos en que te prohibiremos el alcohol. 

-Qué asco -protesté-. Pero, gracias Niall. Para ser mi ex, eres un gran amigo. 

-Para ser una alcohólica, eres una gran amiga. -sonrió. 

Niall y yo seguimos bromeando, luego de dos horas, me llegó un mensaje de mi madre.

Mamá: "Hija, adivinaré que estas haciendo... ¡Las maletas para venir a Bradford! Ya tu habitación está lista. ¿A qué hora te busco mañana en el aeropuerto?"