"¡Primitivos, tontos, toscos y vulgares!" Esas fueron las primeras palabras del príncipe heredero de Leska sobre sus nuevos visitantes.
Fue una pena que esas palabras hayan llegado a los oídos equivocados.
Ahora, tres meses después, Satoru Gojo se e...
—“Los demás ya están listos?”— con un tono curioso, Yuuji preguntó mientras se acomodaba la túnica dorada frente al espejo.
…No podía creer que realmente se haya visto obligado a ponerse esto.
—“ Todos están listos desde la tarde. Al parecer estaban muy emocionados por ver cómo son los festejos por aquí, creo que incluso Choso se arregló la pintura de la cara.— dijo Toudou tratando de contener su risa.
—“¿En serio?— eso realmente había sorprendido a Yuuji. En todos los años que pasaron juntos, podría jurar que las veces que vio a Choso entusiasmado por algo se podrían contar solo con los dedos de sus manos. Era raro que al de las coletas le interesaran otras cosas que no sean el combate o las armas.
—“Sabes, circula el rumor que Leska tiene a las mujeres más hermosas del continente. Quizás ese bobo esté pensado en sentar cabeza con alguna Leskita.”— insinuó de forma sugerente el pelinegro mientras levantaba las cejas. —“¡Pero de todas formas! ¡Ninguna Leskita se comparará nunca con mi amada Takada!”, “No creo que ellas sean tan agiles o hermosas como ella, Takada definitivamente es la mejor”.—exclamó con orgullo.
Aquí vamos nuevamente con Takada.
Pensó Yuuji tratando de evitar suspirar. Ya todos en el reino y el ejercito sabían del enamoramiento de Toudou hacia la bailarina, bueno, no es como si este hiciera mucho por ocultarlo tampoco; siempre se lo veía apurándose en terminar su entrenamiento primero que todos para llevarle flores a la bailarina después de cada show u ofreciéndose a acompañarla a casa en cada ocaso.
Yuuji realmente admiraba su perseverancia en el cortejo, ¿Quién hubiera pensado que un hombre tan rudo y fuerte tendría un lado tan sensible? Esto incluso podría resultar cómico para algunos.
—“Creo que ya es hora de que nos vayamos, ve a avisarle a los demás.”— Dijo el castaño pata terminar el monólogo de su amigo sobre la perfección de la bailarina.
[…]
Dentro de la sala del banquete, Satoru se encontraba esperando ansiosamente la llegada del segundo príncipe.
Si todo iba acorde a sus planes, hoy habría un muy buen espectáculo por ver…
Lanzando una mirada de complicidad a un grupo de nobles en la esquina, el peliblanco levantó una copa deseando salud. Ese pequeño bárbaro estaba a punto de experimentar de primera mano la ‘cálida bienvenida’ de la clase alta de Leska.
Cuando marcaron las ocho en punto, la música en el salón se detuvo, y en las grandes puertas de roble de la entrada, unas gigantescas figuras surgieron desde las sombras del lúgubre pasillo.
—“¡Atención! ¡Anunciando la llegada del noble Príncipe Itadori Yuuji, segundo hijo del la familia imperial del reino de Prall y a sus acompañantes, la comitiva de Prall!”— luego de ser presentados, un grupo de hombres fornidos vestidos con una variedad de túnicas de colores y accesorios de cuero entraron finalmente al salón.
Y en medio de todos ellos se destacaba el segundo príncipe de Prall.
Satoru debía de admitir muy a su pesar, que este Prallense estaba más presentable de lo que él hubiera esperado, aunque quizás esta sorpresa venga únicamente de sus bajas expectativas, pero, ¿quién diría que este príncipe bárbaro podría incluso lucir como alguien decente?
Pero no importa cuantas joyas uses, o que tan fina sea la tela que vistas, porque tan pronto como abras la boca, evidenciarás la vulgaridad de tus orígenes, y lo humilde de tu crianza saldrá a flote.
Pensó de forma sardónica el peliblanco mientras dejaba su copa sobre una mesa y se dirigía hacia el castaño.
—“¡Príncipe de Prall, sea bienvenido a la celebración! No se quedé ahí parado, sígame, quiero presentarle a algunas personas que se mueren por conocerlo.”— con manos rápidas, Satoru tomó del hombro al príncipe extranjero, como si ellos realmente fueran un par de amigos de muchos años.
¿Qué estaba planeando este príncipe idiota?
Pensó de forma irritada el castaño.
Yuuji contuvo lo mejor que pudo el impulso de quitar esa mano de su hombro, pero a pesar de su intento de ocultar su irritación y parecer normal, Satoru aun pudo notar lo tenso de su cuerpo.
—“¿Por qué no intenta relajarse? Incluso los extranjeros deben de disfrutar de vez en cuando de los festejos. ¡Vamos, esta es una ocasión para alegrase!”— la mano del peliblanco se apretó sobre su hombro.
Yuuji no respondió y simplemente se limitó a seguir los pasos del príncipe heredero.
Al llegar frente a un grupo de cuatro hombres con ropas ostentosas y caras arrogantes, el joven de ojos ámbar tuvo una mala premonición sobre su situación futura.
—“¡Príncipe de Prall, no puedo creer que en realidad sea tan cercano a su alteza! Sabe, permanecer cerca de su alteza es una sabia elección, él es bien conocido por estar siempre rodeado de personas ilustres, mientras permanezca a su lado, ¡seguramente la buena fortuna le sonreirá!”— le comunicó uno de los hombres del grupo mientras los demás lo miraban con una sonrisa.
Antes de siquiera poder responder, otro hombre ya había levantado una copa de vino de una bandeja y comentado mordazmente:—“ No creo que al príncipe le preocupe la buena fortuna. Es más, pareciera que la suerte sigue a la gente de Prall donde quiera que esta vaya. ¿Acaso no su hermano, el príncipe heredero, ha acumulado una enorme fortuna para el tesoro real en tan sólo unos cuantos años? Realmente impresionante. Aunque… Las malas lenguas dicen que esta fortuna fue originalmente perteneciente al reino de Liusán…— luego de darle un sorbo a su copa, el hombre continuó.—“ ¿Pero podríamos culpar al príncipe Sukuna acaso? Después de todo, cuando la riqueza se presenta ante los ojos y la naturaleza en la sangre sale a flote, no hay nada que pueda evitarles el recaer en sus viejas costumbres.”— con una falsa sonrisa terminó de decir el hombre.
—“Oh, pero Duque Lenille, estoy seguro de que esos deben de ser únicamente rumores, ¿No es así príncipe?”— con una mirada burlona contribuyó Satoru a la charla.
De un momento a otro, las miradas de los cinco presentes se posaron sobre Yuuji.
Nota: Hola, me acabo de dar cuenta revisando los capítulos que por algún motivo cuando los subo se pierde la separación en los párrafos :( No sé por qué pasará esto, pero les juro que en el Word se ve mucho mejor. 😭
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