Tree

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Aquello que resplandecía a la lejanía, una luz verde con sub tono dorado me atraía por completo a investigar. Llevaba al rededor de tres días perdido en ese lugar, un bosque para ser mas exacto, la comida comenzaba a faltarme al igual que el agua que poco a poco se reducía a simples gotas que colgaban del plástico de la botella.

¿Cómo había terminado aquí? pues... no lo recuerdo para nada, solo supe que desperté en un lugar donde la hierba abundaba, la luz del sol pegaba fuertemente sobre mi rostro y aquello que menos pensaba que ocurriría, pasó, había llegado a este lugar sin tener mucha idea de cómo o por qué, pero no me importo mucho, al menos hasta que vi una extraña criatura cuadrúpeda acercarse con feroces gruñidos hacia mi. A lo cual mi reacción inmediata fue correr con todas mis fuerzas rezando por no ser atrapado. Pero luego de varios minutos corriendo me topé con aquella curiosa luz.

Retomé el paso hacia donde mi instinto de curiosidad extrema me dirigía, cuando finalmente llegué a ese lugar, noté algo extraño, si, el sol se estaba reflejando, pero había algo mas.

Llegué a los pies del árbol más grande del lugar, ubicado curiosamente en el centro de una ¿Pradera? o eso es lo que parecía ser, llena de flores de vibrantes colores y aromas. El gran árbol atrapó por completo mi atención porque pequeñas partículas brotaban de un hoyo que poseía, como si fuera su corazón. Metí la cabeza por aquel espacio y mis ojos se abrieron en demasía, pequeñas criaturas, como si fueran... ¡Duendes! pero marroncitos, con ropas muy extrañas, que casi no cubrían sus cuerpos, poseían pequeños sombreritos, orejas alargadas y voces chillonas. Hablaban un idioma muy extraño, parecía latín o algo asi.

No notaron mi presencia, yo aproveché a tomarme el atrevimiento de espiar. Era una especie de ciudad ultra pequeña, donde otros pequeños seres alados se movían arreglando cosas, o agregando otras. Todo comenzaba a tomar un color un poco mas dorado y el sol al reflejarse producía el destello curioso que me atrajo hacia aquí.

Noté pronto que había dos de esos seres al parecer discutiendo, o eso parecía. Saqué mi celular con extremo cuidado y silencio, tomé una fotografía y volví a guardarlo. Seguí observando un tiempo más, luego me fui muy silencioso, con una sensación extraña en mi cuerpo, como una especie de escalofrío se instaló en mi.

Corrí lo mas que pude una vez pude alejarme lo suficiente. Miré la fotografía, se podía ver perfectamente muchas de esas criaturas. Guardé celosamente el celular dentro de la mochila que me acompañaba, suspiré aún sin poder creer lo que había visto.

Mi corazón se calmó luego de algunos segundos, ahora debía enfrentar otro gran problema, el poder salir de este lugar, pensé en quizás tratar de ir a un lugar mas descubierto, el follaje se encargaba de cubrir mi visión por completo. Caminé en dirección a lo que parecía ser el norte... según yo. Me tomó no mucho tiempo hasta que al fin di en lo que parecía ser un arrollo.

Miré fijamente la dirección de la que venía y decidí ir hacia abajo, no recordaba bien si el dicho era que río arriba suele haber pueblos o si era hacia abajo. Solo esperaba que la suerte estuviera de mi lado y fuera lo que yo había escogido. Me dolían los pies luego de varias horas caminando, por lo que me senté en una roca que estaba bastante cerca del arroyo, me quité los zapatos y dejé a mis pobres pies descansar un poco.

Miré al suelo un momento, hasta que pude enfocar algo extraño, una especie de mariposa... ¿Humana? ¡Se parecía demasiado a las criaturas del árbol! pero a la vez era demasiado diferente. Se encontraba recogiendo agua con mucho esfuerzo dentro de una especie de vasija diminuta. Llegué a sentir algo de pena por ello, con algo de inseguridad me acerqué, la criatura se percató de mi presencia y se ocultó, volando rápidamente lejos de mi.

Miré la pequeña vasija y terminé de llenarla con el agua, vi que pequeños peces hacían paso por ese cristalino arroyo, por lo que intenté atrapar alguno para poder comer, no teniendo suerte para nada. Me alejé un momento para idear alguna estrategia que me sirviera para al menos atrapar uno. Ni siquiera había conseguido frutas o bayas o... algo así. Gruñí un poco exhausto de toda esta situación. Para colmo tenía recuerdos muy borrosos de cómo fue que terminé en este lugar.

Improvisé una especie de "red" con una tela que traía en mi mochila, quizás podría, al menos, atrapar algo. Lo sujete en el centro del arroyo con dos piedras a los extremos y dejé que la corriente hiciera su trabajo, dejé un poco suelta la tela, de manera que no pudieran escapar los peces. Fue así como un rato después cayó un pez en mi trampa, sonreí aliviado y me metí nuevamente al arroyo, cerrando la tela ¡Ahí dentro había dos! mi suerte estaba cambiando un poco. Preparé una fogata improvisada, limpié como pude los peces y finalmente comencé a asarlos.

El tiempo pasaba o eso parecía por la posición del sol, prefería pensarlo así, en una especie de auto consuelo. Contaba cada segundo intentando descifrar cuánta cantidad de tiempo había pasado desde que encontré aquel lugar. Suspiré derrotado, el olor que despedía la comida que me encontraba preparando era delicioso, por lo que no aguanté mucho tiempo y me los comí en menos de lo que pensaba. 

Cerré mis ojos un momento, pensando en cómo escapar de loco lugar, o quizás yo me volví loco... Ni siquiera podía pensar en eso, no quería caer en la locura. Pero algo me decía que no me iría pronto de aquí. Me acomode en posición fetal y caí en un profundo sueño. Para cuando desperté me encontraba en una balsa, desorientado, había un hombre remando de espaldas a mi.

-Al fin despiertas, parecía que no lo harías en días- carajo, era una mujer. Me levanté con rapidez asustado por completo ¿Qué hacía una mujer aquí?- quedaste barado en aquella isla luego del accidente del avión, al parecer estabas alucinando por la falta de agua y comida- me explicó en lo que seguía remando en un interminable mar azul, de grandes olas que azotaban la pobre balsa, pero ella parecía tan tranquila al respecto de eso- será mejor que te abrigues, el agua hará que en la noche pases mas frío- 

Hice lo que ella me dijo, tomando otro de los remos, para luego ayudarla en su labor. Algo estaba mal aqui...

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