You (Dark WangXian)

I

Todavía era muy temprano cuando el repentino pitido de su teléfono le hizo despertarse y me pregunte por un momento dónde demonios estaba.

Cuando vio la notificación, gimió.

Soñaba con comer el mayor y más jugoso cangrejo de las nieves de Alaska - traído directamente de Alaska - y bebía el mejor sake que se producía en la pequeña cervecería rural Japonesa famosa por su sake y sólo producía unos cientos de botellas al año, de las que consiguió al menos una docena directamente.

Bueno, al menos recordó que
era el momento de irse de vacaciones después de terminar el caso que su equipo se esforzó tanto en resolver durante los últimos meses. Pero por el mensaje que acaba de recibir, parecía que sólo tengo otro caso.

Esperaba que no fuera otro asesinato en serie como los que acababan de resolver.

Estiró su cuerpo alto y delgado y se levantó de la cama -donde dormía desnudo- y se dirigió a su armario para agarrar el atuendo para hoy y se conformó con su atuendo habitual: camiseta negra, vaqueros rotos negros, zapatillas negras, chaqueta varsity negra y roja, y una gorra negra de camionero.
Su armario consistía en casi
toda la ropa negra con un toque de blanco, le ayudaba a no pensar en mezclar y combinar colores en su ya ajetreada vida diaria.

Por último, cogió sus llaves y su cartera y llevaba su funda
luego aseguró su arma dentro, y por último su casco.
Entró en el ascensor al sótano donde aparcó su Ducati Panigale V2 negra mate y puso en marcha la moto. 

Después de escuchar el suave sonido de la máquina, condujo hasta la comisaría donde le esperaba un nuevo caso.

Cuando entró a la comisaría, vio a Toru Hasegawa, -el líder del equipo de la Unidad de Delitos Mayores- de pie junto a su esposa, Azusa, una mujer muy hermosa.El llevaba un niño pequeño, mientras que Azusa llevaba un bebe en brazos. 

“Toru, ¿este es tu nuevo hijo?” Se detuvo y le hizo cosquillas al bebé y luego besó a la hermosa niña. "Hola Princesa Arisu, y Azusa, cada vez estás más guapa" Le cogió la mano y se la besó.

"¡Eh, quita tus manos de mi mujer!" Toru gruñó mientras fingía luchar por el honor de su esposa mientras Azusa y Arisu se reían. "Por cierto, os presento a mi hijo, Arata Hasegawa. ¿No es guapo como su mamá?" Toru besó al bebé que gorjeaba y luego besó a su mujer. 

"Ugh, deja de alardear de tu asquerosamente hermosa familia delante de mí, no voy a sentar la cabeza pronto mientras pueda ser el padrino de tu hijo".

"Cierto. Espera a conocer a la persona adecuada y seguro que cambias la melodía de tu soliloquio". Toru se rió. "¿Has oído que los de Homicidios han cogido a otro horripilante esta mañana? Tus compañeros ya salieron hace un rato".

"Sí, estoy aquí por orden del jefe. Parece que la víctima esta vez alguien bastante importante y quería resolver esto rápidamente y bajo Wraps ".

"Buena suerte entonces, no te detendremos". Toru le dio un puñetazo y abrazó a Azusa y besó a los bebés.

"¡Nos vemos!”

Se dirigió rápidamente a la tercera planta, donde se encontraba el despacho de su superior, y llamó a su puerta.

"Pase".

Entró en el despacho y vio que allí había otra persona con sus caros trajes de tres piezas, sus gafas y su maletín.

Abogado.

"Este es el jefe del mejor equipo de homicidios que tenemos, y también el que resolvió nuestro caso más reciente de asesino en serie: El Segador. Puede estar seguro de que nos ocuparemos de esto con rapidez y discreción, señor".

A juzgar por el tono de su superior y el sudor que empezaba a formarse en su calva cabeza, la víctima debía ser una persona muy importante.

"Me atendré a sus palabras, capitán Wen". El abogado se levantó y tendió la mano para estrechar la del capitán y luego miró al hombre de negro. "Espero que haga todo lo posible por encontrar al autor que le hizo esto a... uno de los miembros de la familia, detective...".

"Wei Wuxian." Asintió secamente.

Trabajaba para el gobierno y no para la gran corporación de la que procedía ese abogado bastardo, y siempre hacía lo que podía. No se dejaba intimidar por nadie y resolvía cada enigma a su ritmo, sin la interferencia de nadie.

¿Y esto?

Esto era claramente una interferencia.

Pero no quiso demostrarlo, sino que puso su cara de póquer y salió de la oficina para ir a donde estaban sus otros compañeros.

Después de todo, tenía un caso que resolver.