Fiore

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Se levantó tarde, pues no tenía prisa en ir a aquella fiesta. Fue hasta el salón y colocó en una repisa una foto de Madi junto a la flor de loto que había encontrado ayer.
En la nevera ya no quedaba mucha comida, pero Matt tenia razón en que no lo podía dejar morir de hambre, así que, confiando en él, terminó la poca comida que le quedaba junto a un envase de leche con chocolate.
Nunca había ido a una fiesta de disfraces, por lo que no encontraba nada apropiado en su closet, entonces decidió acudir a una tienda de disfraces. No observó nada que le gustara mucho, salvo un extraordinario disfraz de "Freddy Krueger", pero su presupuesto sólo le alcanzó para una capa de "Batman" y un chaleco negro; "Lo puedo combinar con algo de ropa de mi closet y la mascara que me lleve Mau", pensó. Se vistió pues, con sus mejores zapatos, un pantalón de vestir negro, una camisa blanca, el chaleco negro y la capa de "Batman". Como aditamento y costumbre desde que la obtuvo, también llevaba consigo la navaja que probablemente le había dejado su padre.
Eran ya las 19:00 y Harry estaba echado en la cama. Antes se hubiera preocupado por como lucía con ese outfit, o si debía amarrarse el cabello en forma de cola, pero no tenía humor para esos detalles; la camisa estaba desfajada y el cabello se paseaba libremente por sus hombros.
-Tan siquiera podrías decirme qué debo hacer, para no arruinar el plan - dijo suponiendo que Matt lo escuchaba.
-No desesperes - respondió apareciendo detrás de Harry - una sorpresa no es sorpresa si te enteras antes de tiempo. Solo sé tú mismo, sigue la corriente, te avisaré cuando sea el momento.
Antes de poder replicar, el claxon de una camioneta lo alertó, había llegado Maurice. Salió de su casa aún dubitativo y se dio cuenta que ya había otras dos personas en la parte de atrás, apenas subió al asiento del copiloto, Maurice los presentó.
-Harry, esos idiotas de atrás son Evan y Olivia. Saluden a Harry - gruñó ahora a los chicos de atrás mientras se ponía en marcha a la fiesta - y sean decentes, él es más civilizado que nosotros.
-Ya lo veremos - se apresuró a decir Evan, que siendo apenas unos años más grande que Harry, no medía más que él - Todos tenemos un poco de desorden en nuestra vida.
-Y más en la tuya - añadió Olivia.
-Por favor Olivia, ahora no - se interpuso Maurice al ver la expresión torcida de Evan - está Harry aquí y quiero demostrarle que no siempre somos unos pendejos.
-Pero sí lo somos - replicó Olivia.
-Sí, pero intenta serlo menos hoy - Harry, que hasta ese momento se había limitado a observar y escuchar, preguntó por fin.
-Y a todo esto, ¿Por qué estás aquí, Evan? Si es tu fiesta deberías supervisar que todo vaya bien, no es que me moleste que hayas venido, pero solo hago una observación.
-Tenías razón, Mau, el muchacho es civilizado - respondió tomándoselo con humor - Verás Harry, Mau nos contó que acabas de romper con tu novia y quisimos saludarte antes que nadie, porque asumo que estarás ansioso por arrasar con las chicas de la fiesta.
-Técnicamente, yo fui arrastrada por la fuerza - levantó la mano Olivia.
-¿Dijiste chicas? - exclamó Maurice sorprendido - Fiore y Ashley no cuentan.
-No, hermano, esta vez publiqué la invitación en cada red social que conozco y, ¡Confirmaron al menos cincuenta personas! Por estadística, la mitad deberían ser mujeres.
-¡No me jodas, al fin una fiesta de verdad! Te dije que se pondría bueno - dijo entusiasmado, dándole un golpe a Harry en el hombro.
-Entonces, por eso estamos aquí, Harry, después te perderemos entre tantas chicas. Estoy seguro que encontrarás a más de una para... ¿Cómo lo dirías tú? ¿Copular?
-Agradezco el gesto, Evan, pero no vine a "arrasar" con nadie, sólo quiero olvidar por un momento mi ruptura reciente y divertirme un poco. Entenderás que era una relación especial para mí y me duele bastante.
-Ah, ya entiendo - respondió Evan ignorando las palabras de Harry - Aún no nos tienes la confianza para decirlo, entiendo, no te culpo, acabas de conocernos.
-No es eso, de verdad... - No terminó de explicarse cuando Evan volvió a hablar.
-Mira, si no lo quieres decir está bien, pero necesitarás un lugar dónde... tener coito. Hay un risco subiendo la montaña, justo a lado de donde es la fiesta, es conocido porque la gente va ahí a... fecundar. Está muy solo y oscuro, así que tendrás anonimato seguro, por si te da pena que te reconozcan cuando bajes.
-Sólo espera tu turno si hay alguien ahí - agregó Maurice.
-Y lleva una bolsa para los preservativos, es aquereso verlos esparcidos en el suelo - complementó Olivia sin dejar de mirar su teléfono.
-Ah, sí, también eso - admitió Evan.
Resignado, a Harry no le quedó de otra más que seguir la corriente, no iban a salir de esa idea dijera lo que dijere.
-Muchas gracias por sus consejos, muchachos, estoy ansioso por ponerlos en marcha.
-De nada - respondieron los tres al mismo tiempo sin notar el sarcasmo.
Habiendo llegado al lugar, Harry se percató que parecía más bien un castillo y no una casa como dijo Maurice. Evan tenía razón, o más bien se había quedado corto, pues tan solo en el jardín se apreciaban unas sesenta personas y dentro debían haber más.
-¡Te luciste en serio, Evan! Oh, casi lo olvido, aquí tienes tu mascara - Maurice le ofreció una mascara negra con orejas de gato y el rostro de un gato sonriendo.
-¿Un gato? - observó con disgusto.
-Sí... Al final no conseguí las mismas para todos - lamentó Maurice - pero todas son negras. A Evan le tocó la de "Batman", a Olivia la de un cuervo y a mí la de ladrón.
-¿Quieres cambiar mascara? - preguntó Harry a Evan - Iría a juego con mi capa.
-¡Yo soy "Batman"! - respondió en tono sombrío - además, a ti te va bien la de gato.
-No te preocupes - dijo Maurice con una palmada en la espalda - La de gato venía con esto.
-¿Estás seguro? - cuestionó Harry.
-¡Póntelos! - Maurice le dio un sombrero y unos guantes de piel negros. Harry se los puso.
-Me veo ridículo.
-No es verdad, pareces "El zorro".
-Es lo mismo.
-¡Entremos ya! - gritó Evan entusiasmado.
Dentro debían haber otras sesenta personas o más, pero la residencia podía albergar incluso a más gente. Maurice y Evan se fueron de inmediato a buscar cerveza y hablar con las chicas, dejando a Harry parado en medio de todos. Olivia se quitó su mascara y subió las escaleras para ir a la planta de arriba, argumentando que buscaría quien le diera un cigarrillo; iba vestida con una falda y blusa negras, junto con maquillaje exagerado, a Harry le pareció que así se vestía normalmente.
No sería muy difícil encontrar a alguien con quien hablar, estaba rodeado de posibilidades, pero casi de inmediato, dos chicas se acercaron a él por la espalda, tocándole el hombro para llamar su atención.
-Buenas noches caballero, soy Fiore y ella es mi amiga Ashley - pronunció la dulce voz mientras estiraba la mano para saludarlo.
Harry se dio media vuelta y devolvió el saludo. Ya se estrujaban las manos cuando los reconoció, aquellos ojos verdes que miraban fijamente a Madi, aquel lunar junto a la nariz que olfateaba lentamente el cuerpo empapado de Madi, ese cabello rizo y rubio... La boca no la reconoció por obvias razones, pero Harry no tenía duda alguna, recordaba cada detalle de ese día, estaba frente a la mujer que destruyó su mundo.
-Así que eres tú...

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