Legado (Supercorp) (editando)

Capitulo 10

National City

L-Corp

Oficina de la Directora Financiera

–Cómo te decía las ventas en el mercado extranjero han aumentado un 7% en comparación al año pasado, ocho de los doce accionistas principales han expresado su apoyo a la apertura de tres nuevas sucursales en Europa– hablé colocando los documentos con las propuestas redactada en el escritorio de Lena– los otros cuatro accionistas informaron que nos darían respuestas dentro de dos días hábiles– comenté sacando otro grupo de papeles– y estos son los presupuestos para la compra del terreno, construcción y compra de inmuebles.

–Perfecto– contestó la ojiverde escaneando los papeles superficialmente– estudiaré toda esta noche y te informaré de los cambios mañana.

–Esto es algo que en verdad no extraño de dirigir una industrial internacional valorada en millones– comentó Jade mirando el montón de papeles haciendo un puchero de lo más tierno, en especial porque parecía una ardilla almacenando comida en la boca, observé frunciendo el ceño todo el montón de dulces que adornaba la mesa, mesa que la Lena Luthor siempre mantenía tan limpia e impoluta, y ahora simplemente apenas se podía ver la cristalería debajo de ese montón de donas, galletas, barras de chocolates y pastelitos – demasiado papeleo para mi gusto– dijo luego de tragar la gran cantidad de comida azucarada.

–¿Desde cuando estás allí? – pregunté con una sonrisa divertida, notando su rostro embarrado por el glaseado de las donas.

–Desde que entraste– contestó encogiéndose de hombros– ¿quieres una dona? – preguntó alzando la caja a medio terminar.

–No gracias– respondí con una gran sonrisa– me perdí de alguna celebración o ¿Por qué tanta azúcar aquí? – pregunté curiosa hacia la pelinegra mayor, está simplemente se encogió de hombros– ¡ay por dios! ¿le compraste chucherías solo porque te pidió hacerlo?

–No, de hecho, le compré chucherías porque me está ayudando con un proyecto en el que estoy trabajando– contestó la ojiverde mientras tecleaba en su computador.

–¿Y se puede saber de qué trata el proyecto? – pregunté alzando una ceja.

–Te lo diré luego– respondió alzando la vista por unos segundos antes de regresarla al ordenador– Jade recuerda dejarle un poco a Kara.

–Si– contestó la ojiazul llevándose dos donas a la vez a la boca.

–Como s...– empecé a decir, pero el ruido de mi teléfono me interrumpió, saqué el celular de la chaqueta de mi traje observando el pequeño mensaje que mi esposa me acababa de enviar.

Alex:

"Recuerda que debemos llevar a las niñas con tu madre, ¿quieres que las llevé yo o deseas acompañarme?

Fruncí un poco el ceño con esa última pregunta, sabía bien que las cosas entre nosotras no han estado muy bien, por lo cual habíamos dejado de pasar mucho tiempo juntas, esto debido a que terminábamos discutiendo, sin encontrar solución a nuestro desacuerdo, lo que causó que nuestros momentos a solas se volvieran muy incomodos. La situación se nos estaba saliendo de control, aunque no habíamos peleado en presencia de las niñas ni nos habíamos gritado, ellas sabían que algo no estaba, nuestra dinámica de pareja había cambiado y ellas lo habían notado, apenas nos hablábamos y si lo hacíamos eran monosílabos relacionados con nuestras hijas.

Por tal motivo el llevarlas a casa de mi madre es un suplicio, ya que luego de dejarla ambas tendríamos que volver nosotras dos solas, sin nadie de por medio que rompa la tensión del momento.