Kamila
–Que puto frío.—Doy varias vueltas en la cama mientras busco algo con que arroparme, no hay nada.
Abro los ojos y miro a mi alrededor, la maldita ventana está abierta, de seguro se abrió mientras dormía.
Me levanto y la cierro, hay nieve afuera.
Entro al baño, abro el grifo pero al momento en que mi piel hace contacto con el agua, estoy segura de que me da hipotermia, cierro el grifo y corro a mi maleta, busco un abrigo y me lo pongo enseguida.
Me siento a un lado en la cama, de modo que quedó de frente al escritorio y a la ventana, miro mi teléfono,está en el escritorio, suelto un suspiro y agarro. Cuando lo prendo, empiezan a llegarme miles de mensajes,son de Maddi, de papá y de John.
Maddi
Kamila, ya llegaste?
Kamila, chica responde, me estás asustando.
Vale ya, en donde no me respondas te voy a buscar.
Bueno no puedo ir a buscarte, mis padres me matarían, eso y no tengo dinero.
Me río, hay otros miles de mensajes así, y le respondo cada uno, no me responde seguro está dormida.
Pa
Kami, hija, ya llegaste?
Maddi está aquí, dice que tampoco le respondes así que creemos que aún no has llegado.
Amor, responde cuando veas esto, porfa.
Te quiero.
Le escribo y mi padre si me responde, hablamos un rato, hasta que me dice que se tiene que ir.
Abro el otro chat.
John
Hey.
Maddi me dijo que te fuiste.
Pensé que te despediste de mi:(
Ciudate.
No le escribo.
Dejo el teléfono a un lado, y me agarro el pelo en un moño alto, salgo de la habitación, recorro el mismo camino de ayer, pero me detengo cuando escucho algunas voces, a lado de las escaleras.
No puedo escuchar nada desde aquí, me acerco un poco más.
–No creo que sea bueno espiar a las personas.—Doy un salto pequeño cuando una lo escucho, es Jaden, el pelinegro.
Me giro y lo veo, estamos tan cerca por lo que tengo que alzar la cabeza para verlo a los ojos, tiene el pelo desordenado, y una sonrisa traviesa en la cara, parece recién levantado.
–No los estaba espiando.
–Claro.—Me mira por última vez y me rodea para unirse con sus amigos.
Lo sigo, Marco y Cristina están sentados comiendo, Jaden los saluda y se pierde en la que creo es la cocina, Marco me da una pequeña sonrisa para después seguir a su amigo, miro a Cristina y me doy cuenta de que he de parecer una loca, ni siquiera me lave la cara.
Le doy una sonrisa.
–Hola.
Parece sorprendida cuando la saludo.
–Hola, ¿cómo dormiste?
–Bien, aunque la ventana se abrió por la noche, así que creo que me dará gripe.
–Jumm, yo tengo un remedio súper bueno para matar a ese germen, si quieres te lo hago ahora para que te lo tomes.—Dicho eso se para para ir a la cocina.
Marco y Cristina se chocan, intercambian unas palabras y después esta le da un beso en los labios para después desaparecer en la cocina.
–Debí avisarte sobre esa ventana, lo siento.
–No te preocupes.
–Me quedan veinte minutos antes de ir a trabajar, ¿quieres hablar ahora o me esperas hasta la noche?
–Ahora, me gustaría hablar ahora.
Dicho eso, nos sentamos en la sala y nos ponemos al día.
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A donde nos lleve la luna
Teen FictionKamila una chica con muchos sueños y Jaden un chico sin un futuro claro