Tenth Track

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Están en Estados Unidos, específicamente en Los Ángeles

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Están en Estados Unidos, específicamente en Los Ángeles.

Yoichi-san los trajo a una cafetería, desayunando en la bonita terraza del lugar. Es una hermosa mañana sin el ruido del tráfico, gracias a la buena ubicación. Los huevos rancheros, pumpkin waffles con maple y café nunca antes habían sido tan deliciosos.

O quizás sea porque Sena (ahora es Hiruma Sena) está disfrutando su luna miel con su amado Yoichi que todo se siente infinitamente mejor y asombroso.

—Kobayakawa Sena, ¿quieres...?

—¡Sí quiero!

—¡Déjame terminar la pregunta, jodido chibi!

—¡Lo siento, continua!

—Como sea. ¿Quieres casarte conmigo?

—¡Sí!

El anillo se aloja en su dedo anular y de inmediato se arroja sobre Hiruma. Afortunadamente, Hiruma no pierde el equilibrio y lo abraza con fuerza.

—Por un momento pensé que no me lo pedirías —sollozó.

—Tenme más fe, Sena. —Rueda los ojos y acaricia su espalda.

—Bueno, no podemos culparlo. Están saliendo desde hace seis años —dijo Jumonji, saliendo detrás de una pared.

—Yo también tuve mis dudas —confesó Monta.

—Si Hiruma-kun no daba el paso, organizaría un omiai para Sena.

—Mamo-nee, ¿en qué año piensas que estamos?

—Has firmado tu sentencia, Sena. Estás atrapado por siempre con este diablo.

El resto de los antiguos Devil Bats concuerda con Riku.

—No me jodan. ¿En serio todos ustedes dudaron que...? —se interrumpió—. Un momento —suelta un gruñido y mira con rabia a sus excompañeros de fútbol americano de Deimon y al ex corredor de los Seibu—, ¡¿qué mierda hacen aquí?!

Todos, incluso Sena, tragan duro al ver que Hiruma saca la semiautomática.

—Hiruma, podemos explicarlo —dice Kurita.

—¡Por favor, ten piedad, Hiruma!

—¡F-fugo!

—¡Voy a morir y ni siquiera he tenido novia!

—¡Todo es culpa de Kazuki!

—¡¿Mía?!

—¡Ah-ha-ha! Chicos, yo les sugiero que... ¡CORRAN!

Sena sonríe divertido al recordar que Musashi le arrebató el arma a Hiruma y luego lo mantuvo sobre la acera para que los demás pudieran escapar de la ira del Diablo.

—Yoichi-san.

—¿Qué?

—Gracias.

—¿Por qué? —Arquea una ceja.

Sena coloca su mano sobre la de su esposo.

—Por todo.

Tal vez en el futuro escriba más de ellos

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Tal vez en el futuro escriba más de ellos. No lo sé. 

Quizás con el especial que saldrá a final de mes me de la inspiración para escribir más.

Bye bye~.

Falling Fast |HiruSena|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora