Soy yo ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO III

Hyunjin estaba en su auto, tratando de marcar el número de Jeongin para llamarlo, su vista estaba borrosa y sus manos temblaban por lo que se le estaba dificultando un poco. Podría haber esperado cualquier cosa de Lee, pero nunca esto, pensó que aún lo amaba pero nunca había captado las acciones de él.

Ahora que pensaba detalladamente, como se trataban los dos, cómo se miraban y sus actitudes. Había estado ciego todo ese tiempo.

Jeongin ya había atendido la llamada.

—¿Hyunjin?— Sonaba adormilado, ya era tarde y no había visto la hora pero necesitaba irse de esa casa.

—Jeongin...— Su voz salió entrecortada por lo que su amigo reaccionó de inmediato.

—¿Estas llorando? Hyunjin ¿Qué pasó?

No quería hablar en ese momento, no estaba listo aún. Quería dormir, descansar.

—¿Puedo ir a tu casa?— Mientras hablaba secaba su cara con un pedazo de papel.

—Claro Hyunjinnie, ven— La voz de Jeongin fue dulce.

—Gracias.

Fueron unos minutos de viaje, no era tan lejos, cuando estacionó su amigo se encontraba en la entrada, esperándolo, llevaba su pijama puesto.

Salió del auto con un pequeño bolso, sus ojos aún estaban hinchados de tanto llorar.

—Hyunjin...— No dijo nada más y lo abrazó, siendo correspondido.

—Entremos, dame eso— Agarro lo que traía y ambos entraron a la casa.

—Ahora ve a dormir, mañana si quieres puedes contarme— Dijo con una sonrisa, el contrario no tenía fuerzas. Fueron hasta la habitación y luego de que Hyunjin se haya dormido, se fue de allí.

════ ∘◦❁◦∘ ════

Félix se encontraba dándose una ducha para despejar su cabeza, todo esto lo había estresado.

Al salir se vistió e iba a mandarle mensaje a Chan de lo ocurrido.

—Chan ya le he dicho... ahora se fue de la casa, no quiere verme.

Tardo unos minutos en contestar

—¿Se fue, a dónde?

—A lo de su amigo Jeongin...

—¿Quieres que vaya?

—No, no, necesito descansar, tú también hazlo, nos vemos luego cielo. Duerme bien.

—Entiendo, descansa tú también, adiós.

Al terminar fue hasta la cocina a hacerse un té, le empezaba a doler la cabeza y después se fue a dormir.

Al otro día Hyunjin se despertó mejor, sentía el aroma de comida recién hecha, vio la hora y ya eran más de las una de la tarde, haber llorado toda la noche lo dejo más agotado.

Fue hasta la cocina, Jeongin estaba preparando pasta, era su comida favorita.

—Buenos tardes, ¿Estás mejor?— Pregunto con una sonrisa, pero preocupado al mismo tiempo.

—Si, gracias— También sonrió.

—Me alegro, ve a sentarte que ya te sirvo.

—Está bien.