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Desperté al no sentir el cuerpo de mi novia en la cama. No recordaba la última vez que había dormido tan bien, mucho menos recordaba lo que se sentía tener el calor de alguien a mi lado.

Me puse una remera larga y salí de mi habitación para buscar a Anna, la escuché hablando en la cocina y me acerqué, pero me detuve al escuchar lo que decía.

Pero... Mamá, no es posible que no hayan podido venir por eso...

Sí, lo sé, pero no nos vemos hace más de un año, esto era importante para mí, los estaba esperando...

No es posible que hayas preferido faltar al lanzamiento de una colección mía por una reunión en la iglesia, son increíbles...

Estoy cansada de intentar ser suficiente o al menos un poco buena para ustedes, nunca van a valorar todo mi esfuerzo... estoy bien sin ti y sin mi padre, adiós.

Al terminar la llamada oí que soltó un largo suspiro. Me había contado la situación con sus padres y era realmente triste que ellos no valoraran lo maravillosa y talentosa que era Anna, eran unos idiotas.

— Hola, cariño — saludé acercándome a ella, volteó y vi que tenía los ojos llorosos. — Shh, está bien — la abracé y se largó a llorar.

Acaricié su cabello y dejé cortos besos en el mientras ella intentaba calmar su respiración agitada. Me dolía verla así, sabía lo mucho que amaba a sus padres y lo mucho que le afectaba que ellos no tengan interés en ella.

— ¿Te desperté? — pregunta alejándose un poco y secándose las lágrimas.

— No, linda... buen, tal vez. Volteé para abrazarte y noté que ya no estabas en la cama.

— Oh, es que me levanté para... — alarga la palabra y se aleja — preparar el desayuno — termina de decir mostrando la mesa.

Recién había notado que tenía puesta una sudadera y calcetines míos y se veía guapísima.

— Uh, esto se ve delicioso, cielo.

— Siéntate — ordena y cuando lo hago me sirve un poco de café.

— ¿Dormiste bien?

— Dormí excelente, podríamos hacer pijamadas más de seguido — sugiere y asiento a su idea, no era mala en absoluto.

— ¿Tienes planes para hoy? — pregunto mientras reviso mi celular.

— En realidad no, Justin y Lina se quedarán una semana más entonces aún tenemos tiempo de hacer cosas de hermanos. ¿Y tú?

— Tengo algo en mente para más tarde, pero no te puedo decir qué es.

— ¡Bada, por favor! — se queja.

— No cielo, pero es algo bueno. Al terminar de desayunar vamos a tu departamento, ¿sí? Además, tienes que ser una madre responsable y ver a Nono.

— ¡Mi bebé! Habrá extrañado a su madre — se lamenta un poco y sonrío.

— Por cierto, mi ropa te queda muy bien —halago y veo como sus mejillas se ponen rojas.

— Lo siento, fue lo primero que encon...

— No me molesta, Anna. Puedes usarla cuando quieras — le doy un corto beso.

— Cierto que eres mi novia ahora — recuerda y sonríe.

— Ajá.

Luego se acera y me da un beso. Esta Anna es mucho más tímida que la Anna que anoche me ordenó que sea su novia, aunque me encantan ambas.

Me di una ducha y me vestí con un pantalón, sudadera y las zapatillas que me había regalado Anna. Mi novia (amaba decirlo) me trenzó el cabello y salimos de mi departamento rumbo al suyo.

En el departamento de Anna me entretuve hablando con Justin y Lina mientras Anna se arreglaba, por supuesto que le dijimos que ya éramos novias y nos felicitaron.

¿Qué dirán Taeyoug y Seoyoung? Imagino que una gritará de emoción y la otra me golpeará por no contarlo al instante.

Lina mencionó que saldrían con Kyle y Nath, los amigos de Anna, y luego toda la semana Anna sería toda suya.

— Estoy lista, ¿así estoy bien? — pregunta y asiento viendo que tenía unos jeans, botas y un suéter. — ¿Aún no me dirás a dónde iremos?

— Nop — respondo tomándola de la mano, nos despedimos de sus hermanos y nos dirigimos a mi casa... bueno, la casa de mis padres.

Durante el desayuno le había mandado un mensaje a mi mamá diciéndole que le quería presentar a Anna, ya le había hablado de ella antes y estaba muy entusiasmada por conocerla, y creo que con lo que había pasado en la mañana, a Anna también le haría bien conocer a mi madre.

— Llegamos, cielo.

— ¿Dónde estamos, cariño? — pregunta confundida mientras caminamos hacia la entrada.

— ¡Mi preciosa Bada! — escucho el grito de mi madre que se acerca a nosotras y me da un abrazo. — Mi niña, te extrañé.

— Yo también, mamá — sonrío mientras le correspondo el abrazo.

— Tu debes ser Anna, cariño. Eres aún más linda de lo que Bada había dicho. Soy la madre de Bada — la saluda dándole u abrazo.

— Mucho gusto, señora — responde con una sonrisa y una reverencia.

Mi mamá nos hace pasar a la casa y Anna me mira fijamente preguntándome con la mirada porqué no le había dicho que vendríamos a casa de mis padres. Simplemente no quería que se sintiera ansiosa o nerviosa.

— Tomen asiento, la comida estará enseguida.

— Gracias, señora —agradece la castaña y nos sentamos en el sofá de la sala.

— Aquí viví toda mi infancia — empiezo a hablar —, movía todos estos muebles y me ponía a bailar aquí antes.

— Oh, sí. Ella dejaba este lugar hecho un desastre — agrega mi mamá y Anna ríe un poco. — Cuando llegaba del trabajo había un gran espacio aquí y todo estaba desordenado — sonríe mi mamá mientras se sienta junto a nosotras.

— ¿En serio? ¿Y qué más hacía Bada? — pregunta Anna riendo.

— Bien, ella siempre fue muy energética, se pasaba todo el día bailando, pintando, siempre le gustó el arte. Solían venir a veces sus compañeros de la escuela y hacían pequeños conciertos aquí en la casa. — cuenta mientras ríe recordando esos tiempos.

Almorzamos las tres, mi padre tenía trabajo ese día y no pudo acompañarnos, pero noté que Anna pasó un lindo día. Mi mamá y ella no paraban de hablar y la veía muy feliz en todo momento. Más tarde ellas hornearon galletas y yo hice chocolate caliente.

Mi mamá le había confesado a Anna que, desde que le hablé de ella, la había empezado a seguir en su canal de YouTube, y la sonrisa de mi preciosa chica no podía ser más grande.

Mi intención no era restregar a mi mamá frente a Anna, al contrario, sabía que mi mamá la quería conocer y que la trataría como una hija.

Quería que Anna sepa que no está sola y que mi familia es su familia.

— Gracias — me susurra Anna mientras come una galleta y veo sus ojos algo aguados.

— Te amo, linda — susurro de vuelta y beso su frente cuando escucho un pequeño "yo también".


holiss, espero que les haya gustado este cap

dejenle mucho amor a Anna en los comentarios (y a Bada también, claro)

Y QUE VIVAN LAS NOVIASSSSS


-vab

What Are You Afraid Of?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora