Capítulo. 40

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Reunión

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Parecía un día cualquiera y me encantaría que todos los días fueran así, la casa toda ordenada sin papeles tirados sobre la mesa de café llena de investigaciones y teorías locas, la máquina de café apagada y la nevera llena de cosas que me hace subir de peso todo el tiempo, estoy segura.

Pero lo mejor es saber que mi casa, que antes siempre estaba vacía, ahora estaba llena de personas que, de alguna manera, hicieron que mi inútil
existencia valiera la pena.

Me encantaría acostumbrarme a este día tan inusual y ni siquiera me importaría que se volviera una rutina, porque estaba sonriendo y sonreír es
una prueba de que la vida que tenemos es la mejor de todas. Oí cómo se abria la puerta principal y una niña se lanzaba hacia mí.

- ¡Tía Lo!. - Mel apenas había entrado y ya estaba aferrada a mi pierna, sonriendo con los ojos cerrados mientras me inclinaba para abrazarla
- Te extrañé mucho..

Aún tenía la cicatriz del accidente justo en la comisura de la frente, pero ya
había sanado, mi pequeña estaba bien y sana.

[...]

- Cuando era pequeña, me daba mucha tristeza tener que ver a Barbie sin
que mi mejor amiga comentara algo cada segundo.

- ¡¿Podemos ver a Barbie hoy?!. - Preguntó, parpadeando y haciendo un puchero gigante.

- Hija, tía Lo recibirá mucha gente hoy, no tendrá tiempo de ver a Barbie
contigo. - Dinah dijo cerrando la puerta, haciendo que el rostro de su hija se levantara.

- Déjalo Dinah, siempre tendré un ratito para esta pequeña. - Dije, acariciando suavemente la cabeza de Mel. Mi mejor amiga se acercó a mí abrazándome de costado y tocando con su dedo índice la nariz de su hija, quien rápidamente corrió hacia el sofá.

- Compré muchas cosas, ¿crees que he exagerado?. - Pregunté mientras Dinah miraba cuidadosamente alrededor de mi cocina.

- Esta bien, ¿viene Camila?. - Preguntó, abriendo la nevera y sacando un poco de agua.

- Ya lo sabes.

- Entonces creo que deberías comprar más comida.

Estuvimos mucho tiempo hablando mientras Mel veía dibujos animados, luego llegó Verónica con su nueva novia y jefa Lucy, quien además de súper educada era un amor.

- Lauren, Veró siempre dice que de ustedes dos ella es la más tranquila, ¿es
cierto?. - Preguntó Lucy sonriendo, sorbiendo un poco de su jugo de naranja.

- Claro claro. La más tranquilo ¿no Vero?. - Pregunté irónicamente, dándole palmaditas en el brazo a mi amiga.

- ¿Qué querías que dijera? En nuestra época éramos iguales.

- Pero ahora ambas estmos quietas, tú por la relación y yo porque me dio
vergüenza. - Dije poniendo mis manos detrás de mi cabeza.

- Aja..

Todos nos echamos a reir y poco tiempo después empezaron a aparecer los
invitados, Phoebe y Claire llegaron juntas contando chistes y entreteniendo a todos en esa sala, excepto Mel que se esforzaba por escuchar la televisión con una cara hosca hacia nosotras.

El humor de la pequeña sólo cambió cuando Normani llegó con golosinas
para su hija.

- ¿Quién falata en llegar, Lauren? - Preguntó Phoebe, cogiendo más cacahuetes.

- Solo Ash, Shay, Camila y Sophia. Pronto deberian aparecer.

- ¿Crees que Camila estará bien con todos aquí? Creo que la única persona
que no tiene algo contra ella es Mel.
- Dijo Claire, acomodándose mejor en el sofá y mirando atentamente el dibujo
de Mel, divirtiéndose.

- Estás en lo correcto.

Dinah estuvo de acuerdo, sirviéndole un poco de jugo a Mel, quien miraba
fijamente el televisor junto a Claire.

- Ella ha cambiado, quiero a la gente importante aqui y espero que sea algo
bueno, sin pasado, sin intrigas. Justo..

Al decir eso Sophia, Ash y el pequeño Nick entraron sonriendo, como si estuvieran ocultando algo.

- ¡Hola gente! ¿Todo bien?. - Soltó a Ash, abrazando a todos cariñosamente, Sophia, siendo más tímida, solo asintió y Nick salió volando para hablar con Mel, ignorando a todos en esa habitación.

- ¿Shay esta abajo?. - Le pregunté a Ash quien sonrió y se sentó en el sillón.

- Sí, con Camila. Ellas están hablando.

- ¿Las dos solas hablando?. - Pregunté, todas parecían preocupadas y me levanté apresuradamente, dirigiéndome hacia la puerta, sobre todo porque no era muy bueno dejarlas
a las dos solas.

Para mi sorpresa, antes incluso de salir de la habitación, ambas entraron
sonriendo, ambas con un ramo en una mano, Shay con rosas rojas y Camila
con rosas blancas, dejándome estática.

- Nos estás haciendo sentir incómodas, Laur. -Dijo Shay mirando a Camila

- No vas a recibir las flores?

- Shay tiene razón Lolo quiero entrar a comer

Esa interacción fue extraña para mí, pero no la sentí falsa ni forzada,
realmente me encantaba y deseaba que no terminara tan pronto. Mis ojos se
llenaron de lágrimas y sentí que mi corazón se aceleraba.

-¿Estoo es un sueño?.- dije recogiendo los ramos.- Siéntete libre.

Coloqué las flores variadas en un jarrón sobre la encimera de la cocina ya que la mesa del comedor estaba llena. Al regresar a la habitación, Camila y Shay estaban hablando animadamente, haciendo muecas e ignorando por completo mi presencia, lo cual era gracioso y extraño al mismo tiempo.

Todas estaban reunidos en una deliciosa conversación, sin peleas,
insinuaciones ni miradas malvadas.

El pasado no estaba ahí, estábamos
creando algo nuevo, algo propio, miré cada rostro y recordé cada historia, incluso las que apenas conocia.

Noté las sonrisas y cómo cada una parecía encajar en mi habitación, como si fuera un retrato planeado, como si pertenecieran a cada lugar

Nada sería tan perfecto como eso y traté de hacer una imagen en mi cabeza, esperando tener la oportunidad de dibujarla.

Nunca he sido tan feliz, tan completa.

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Five years without you (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora