Esta historia se centra en el mundo de Campwell. Un mundo mágico que se divide en 4 reinos; El reino de la Naturaleza, el Hielo, la Lava y el Eléctrico.
Cada respectivo reino tiene sus reyes y pueblos. Nos centramos en la historia de Dusty, un chico de 17 años y el príncipe heredero al trono del reino de la Naturaleza.
Dusty es un mago que aprendió muy bien a usar sus poderes, aunque aún tiene muchas cosas que aprender sobre el trono, pero lo que él en verdad quería no se reflejaba en coronas ni puestos importantes. Él quería algo novedoso, no quería ser un eslabón más de toda la historia del pueblo, sin embargo, no podría escapar de su destino.
Estaba aburrido, una tarde se escapó de su inmenso cuarto. Fué a vagar por las calles de su pueblo vestido de un mercader más.
Hasta que en esa caminata, se encontró con una chica albina que cambiaría toda su forma de ver el mundo. Esta chica estaba tapada de harapos sucios y descuidados, había unos hombres enfrente de ella que la estaban forcejeando para llevarla a algún lugar.
Nuestro príncipe no se pudo contener ante tal escena.
-- ¡Ey, ustedes, déjenla en paz! -- Les gritó mientras usaba sus poderes para detenerlos.
Los hombres dejaron a la chica y se fueron, ya que no podían hacer nada contra sus poderes.
-- ¿Estás bien? -- Le dijo mientras ofrecía su mano en su dirección para que se levante.
-- S-si, muchas gracias.
-- Eres una cara nueva, nunca te había visto por aquí.
-- Es que no soy de este reino.
-- ¿En serio? Creí que no dejaban pasar a otros reinos.
-- No en realidad... Me exiliaron de mi pueblo y me ví obligada a hacer una parada aquí, ustedes son el único pueblo cercano.
-- Oh, ¿Qué te hicieron esos plebeyos?
-- Querían robarme porque se dieron cuenta de que no soy de aquí.
-- Ya veo. ¿Cuál es tu nombre?
-- Araum, un gusto.
-- Dusty, el gusto es mío.
-- Es- espera, ¿¿Dusty no es el heredero al trono de aquí??
-- Vayamos a un mejor lugar. Se van a dar cuenta que escapé -- Dijo con una sonrisa tomando de la mano a Araum para escapar.
Luego de que pudieron irse a un lugar escondido de todos los pueblerinos, hablaron más tranquilamente.
-- ¿Y de qué reino eras?
-- Era del reino del hielo, pero me exiliaron por infringir las reglas.
-- Wow eres una forastera, jaja.
-- Algo así...
-- ¿Y por qué vistes de harapos?
-- No tuve otra opción.
-- Bueno, fue una pregunta estupi-
Repentinamente, una gran avalancha de gente gritando y corriendo despavorida interrumpió su conversación.
-- ¿¡Qué está pasando!?
Dusty y Araum corrieron hacia el castillo. Le dijo a Arau que espere dentro, que él iría a hablar dentro.
Corría por los pasillos hasta llegar con su padre. Confundido y asustado le preguntó:
-- Padre, ¿¿Qué está pasando?? ¿Por qué hay tanta gente desesperada?