OUT OF PLANS || Winter Soldier - Bucky Barnes

Capitulo 1

Para ser honestos nada nunca estuvo bien. Papá había vuelto a tomar, mamá y él se habían dado un tiempo y yo..., la verdad no es como si me importara mucho, pero, mis maestros me dijeron que no había estado dando lo mejor de mí las últimas semanas y para rematar tenía que empezar a asistir a sesiones de terapia.

-Obvio que me negué, pero fue ordenado por la corte - le expliqué a Nat por el teléfono.

No me agrada la idea de verle la cara a una señora con un optimismo exagerado que me diría cómo manejar mi vida, pero supongo que, tras más de 8 años de aplazar mi visita con un psicólogo, me veo obligada a ir.

-¿Y qué dice tu padre? - Preguntó Nat

Nat era mi madrina y mi mejor amiga. Yo la considero una madre, pues prácticamente ella fue quien me crió desde que pudo y había estado más atenta y preocupada por mi desde que se enteró de lo de mis padres, lo que explicó mi falta de autenticidad y emoción en el trabajo. Me ha explicado como unas mil veces que sin importar mi empleo como agente en S.H.I.E.L.D solo tenía 17 y era perfectamente entendible que me afectaran ese tipo de cosas, considerando mi accidental e inesperado nacimiento.

-No mucho, la verdad - Respondí 

Era la verdad. Ya no veía casi a papá porque si no estaba en el complejo o en el taller trabajando -lo cual no ocurría frecuentemente-, estaba bebiendo con sus amigos de fiesta en fiesta. Eran extrañas las veces que me hablaba y solo lo hacía si estaba borracho o para recordarme lo que tenía que hacer. Es realmente frustrante que alguien que se la pasa tirado en el sofá todo el día te está echando en cara el porqué no había hecho las cosas que se supone, también debe hacer él.

-Linda, tengo que dejarte, es trabajo. Te llamaré mañana, por favor descansa, disfruta tus días libres, te quiero – Dijo Nat rápidamente antes de colgar y dejarme con el teléfono alumbrándome la cara.

-Bye – Dije sin ganas

Sabía que ella ya había colgado y me hubiera tomado el tiempo para admirar mi estupidez si no estuviera tan enfocada en lo preciosa que era la luna de esa noche y cuando menos lo noté mis parpados ya estaban cerrados.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Miré mi reloj en mi mesa de noche y me di cuenta de que eran las 2:00 am. Me dirigí sin ganas hacía la cocina para tomar un vaso con agua con la esperanza de que papá ya estuviera dormido y que los pasos de Bailey -mi cachorro Bernés de la montaña- no lo despertaran si ese era el caso.

No me agradaba la idea de aceptar que durante las últimas semanas había tenido episodios de insomnio. Solia tener un sueño placentero y sin interrupciones hasta hace unas semanas. Sin embargo, no todo era tan malo, como todos en la madrugada los aproveché para tomar mi medicina. Sabía que luego no me atrevería a interrumpir las escasas horas de sueño consecutivo solo para eso.

Me tome mi pastilla y mis vitaminas para el día siguiente por si se me olvidaba hacerlo antes de salir. Miré por la ventana y vi la bella vista de los árboles junto al lago.

Se sentía tan pacifico allí...

Podría haberme quedado ahí parada el resto de la noche. Toque mi pecho y sentí mi collar debajo de mi pijama, lo saque para poder admirarlo mejor. La hermosa cadena con pequeñas perlas incrustadas me llevó justo al momento en el la obtuve. Era un regalo de Nat de mi quinto cumpleaños. 

Ninguno de mis seres queridos estuvo allí, solo ella, y desde ese día me juré a mí misma que querría a Nat el resto de mi vida y nunca la iba a dejar sola. Ahora que lo analizaba de aquella forma puede que fuese esa la razón por la cual la obedecía más a ella que a cualquiera.