El sonido chicloso que se oía dentro de la habitación se hacía cada vez más ruidoso, aumentando cuando la tibia lengua, suave y húmeda del rizado se perdía en la entrada, que solo podía sentir por su lengua y labios, perdido por la forma en la que aquellos dedos delgados, se enredaban en su pelo para empujarlo más, llevando el ritmo como deseaba que Agustín lo pruebe.La tela negra que cubría los ojos de Agustín, absorbían las lágrimas que salían de ellos, lleno de placer, y la que rodeaba sus muñecas solo le limitaba el movimiento, teniendo que usar la fuerza de sus torneadas piernas para no perder la estabilidad en el colchón en el que se había arrodillado entre los muslos ajenos.
Agustín era bueno, y seguía las órdenes que le daba Valentín, Si le pidió que se quede quieto en el lugar correspondido para que lo usarán; lo haría.
O al menos la mayoría del tiempo.
- Dios, me llenas tan bien, Agus.. - gime ronco, empujando la cara de Agustín más entre sus muslos. - Sos muy bueno, y t-tan lindo, dios.. seguí así...
El halago se cola perfectamente en los oídos del mayor, haciendo a este inflar su pecho de felicidad y orgullo por ser lo que él quería, y entusiasmado comenzó a rodar la lengua en los pliegues, sin importarle desobedecer un poco su orden, acariciándolos y besandolos tan bien que Valentín sollozo de gozo mientras le repetía una y otra vez lo lindo que era, lo bueno que era para él y recibiendo eso continúo; metió su lengua en la entrada apretada del pecoso, cálidas y húmedas que se ciñen al contorno de ese intruso al instante, haciéndole doler el bulto de tan sólo imaginar lo bien que se sentía que él hiciera eso en su erección, asfixiandolo tan bien.
La saliva escurre a través de la comisura de sus labios abusados cuando no pudo tragarla correctamente, y menos sí Valentín se le ocurría empujarlo con firmeza contra su entrada jugosa, sin importarle nada más, ensuciando todo lo que había alrededor, en medio de sus glúteos, deslizándose por su mentón.
Agustín tiene que hacer su mayor esfuerzo de respirar por la nariz, comienza a sentir que le falta aire y aunque tendría que decirle a Valentín que no podía respirar, sólo aumentaba la adrenalina y el placer inundaba su cuerpo, haciendo que lágrimas bajen por sus cachetes rojos, y lo hagan un desastre.
- Usas tan bien tu l-lengua... Sí-ahm..-
Dejó caer su cabeza encima de la almohada que tenía detrás suyo, mordiendo la orilla de su labio para no ser tan ruidoso cuando las olas de placer recorren cada rincón de su piel y cuerpo, llenándolo de espasmos - L-lo haces de maravilla, Agus,.. mhg, si, si... seguísentir la lengua acariciando las paredes de su interior se siente glorioso, como si así fuera capaz de tocar el cielo mismo, y quizás siempre lo hacía cuando Agustín era bueno y usaba su lengua cómo sabia hacerlo. el sonido sucio de su saliva tampoco ayudaba a pensar claramente, lo vuelve loco cuando de la preciosa boca rosita de su novio salen gemidos y sollozos de placer, de lo bien que se siente ser halagado y usado.
Valentín observa a Agustín, aún si hay en sus ojos miel una capa fina de lágrimas y no lo dejan apreciar detalladamente la imagen que él le ofrece; con los cabellos revueltos sobresaliendo de sus dedos, sus cachetitos rojos y con rastros de lo qué en algún momento fueron lágrimas, su respiración pesada y caliente pegando sobre su entrada, la venda negra con dos manchas húmedas, sabiendo que se tratan de sus lágrimas, sus labios hinchados -por la forma en la que se lo chapo en el auto- y rojos, brillaban con la saliva escapando e hilos uniéndolos con su entrada dilatada cada que se alejaba y volvía a acercarlo, su cuerpo fuerte, delgado y tembloroso bañado en una capa fina de transpiración que hace brillar su piel morena.
- S-si solo vieras-ah.. - sus ojos se cierran con fuerza. - Si tan sólo vieras l-lo que yo, Agus... - detiene la cabeza del ojiverde cuando siente que está apunto de correrse, deseando solo hacerlo después de que Agustín lo haga. aunque si él usaba su lengua de tal forma la idea era difícil de mantener.
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sensible (gialen)
Hayran Kurgu¡agus era tan sensible! valentin sabe aprovecharse de eso