Capítulo 12: Pequeños detalles

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"It seems like we're going nowhere, you're crying inside your bedroom. Baby, I know it's not fair I'll make it up to you, you, you. Every night, i'll make it up to you, you, you. Every night, i'll make it up to you. In our darkest hour, in the dead of the night, i'll make it up to you. Your hands are mine, i'll make it up to you. Promises are nothing more than fleeting thoughts, but you, you are my lifeblood..."

"Parece que no vamos a ninguna parte, estás llorando dentro de tu habitación. Cariño, sé que no es justo, te lo compensaré, a ti, a ti. Cada noche, te compensaré, a ti, a ti. Cada noche, te lo compensaré. En nuestra hora más oscura, en la oscuridad de la noche, te compensaré. Tus manos son mías, te lo compensaré. Las promesas no son más que pensamientos fugaces, pero tú, tú eres mi alma..."

-I'll make it up to you/Imagine Dragons

Martes 4 de Julio del 2023, Chicago Illinois, 11:25 a

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Martes 4 de Julio del 2023, Chicago Illinois, 11:25 a.m.

Oscar

Marissa se había desmayado en el sofá de la oficina y esto no se veía nada, nada bien. Además, la herida en su mano seguía expuesta, de ella aún brotaba sangre y en cantidad alarmante; al verla más de cerca, me di cuenta que era bastante profunda. En este punto, tenía los nervios de punta pero, no me podía permitir perder la compostura, no ahora.

Con la mayor rapidez que los limitados movimientos en la oficina me permitían, corrí hasta el baño en busca de una toalla. Lo primero que tenía que atender era tratar de parar el sangrado en su mano y, una vez que tuve la toalla, como pude, logré formar una especie de amortiguador al enredarla en su palma y con cuidado, recosté a Marissa sobre el sillón. Noté que lentamente, la tela iba tiñéndose de un carmesí oscuro. No podía perder ya más tiempo, un médico tenía que atenderla y rápido.

Por un momento pensé en llamar para que trajeran mi auto y llevarla al hospital pero, esa extraña reacción que tuvo al mencionarlo hasta el punto de causarle un desmayo, me causó cierta duda. Tal vez esa no era del todo una buena opción.

Piensa, Oscar, piensa, piensa...

Esa idea me pasaba una y otra vez por la mente y luego, consideré en llevarla a casa y que mi médico de cabecera la atendiera ahí mismo pero, rápidamente tuve que descartar la idea. Cerré los ojos, negando al mover la cabeza de un lado a otro, pasándome una mano por el rostro. ¿Qué tal si llegaba Vanessa en ese momento? Sería un drama infinito.

Tenía que pensar otra cosa. ¡Rápido!

Me senté en el sofá continuo al que se encontraba Marissa, llevándome las manos juntas hasta el borde de los labios, con la mirada fija en un punto frente a mí. No me di cuenta en qué momento empecé a balancearme de atrás hacia adelante, considerando las opciones que tenía y, justo en ese momento, como si de esa conocida luz al final del túnel se tratase, recordé lo que podría ser la mejor opción que tenía en ese momento: el departamento de Pedro.

¡Amor de-sastre! (Oscar Isaac y tú) [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora