Ninja de fuego

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Naru fem...

Disfruten como yo lo hice escribiendolo

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Naruko está  embarazada de dos hermosos bebés pero están en medio de una situación angustiante Pain ataco konoha.

Mas calmados se sentaron juntos en el sofa de la casa

—¿que deseas que sean niños o niñas?

Itachi tomó suavemente la mano de su rubia mientras ambos se acomodaban en el sofá. La calidez de su toque era reconfortante.

- Lo único que deseo es que ambos nazcan sanos y fuertes - respondió él con ternura, acariciando su vientre con delicadeza -. Que sean niños o niñas me da igual, mientras pueda estar a su lado para verlos crecer.

Una leve sonrisa iluminó su rostro al imaginar cómo sería el futuro con su familia. Pese a los nubarrones en el horizonte, en ese momento sólo existían ellos tres.

- Aunque no niego que me gustaría que fuesen varones - admitió Itachi con calma -. Les enseñaría todo lo que sé sobre el clan, y se convertirían en grandes shinobis algún día.

Besó la frente de Naruko con dulzura, transmitiéndole su amor y calma. La simple idea de poder formar una familia junto a ella lo llenaba de paz y esperanza. Pronto todo ese sueño se haría realidad.

—Imagina que fueran niñas, ya quiero verte cuando sean grandes y te presenten a algun novio– rie de solo pensarlo

Itachi sonrió levemente ante el comentario de Naruko, aunque podía sentir un leve temblor en su mano al imaginar a sus pequeñas en brazos de alguien más algún día.

- Sería toda una experiencia - admitió con calma, aunque sus ojos revelaban cierta rigidez ante la idea -. Tendría que enseñarles todo lo que sé y luego dejarlas ir.

Suspiró, acariciando el vientre de su amada con ternura. Ya podía imaginarse lo hermosas y poderosas que serían sus niñas.

- Aunque deberán pasar muchas pruebas antes de ganarse mi aprobación - continuó apenas conteniendo una sonrisa -. Conociéndome, terminaría alejando a cualquiera que se acerque demasiado.

Negó, desechando esos pensamientos por el momento. Aún faltaba para que sus hijos crecieran, fuera niños o niñas. Lo único que importaba era formar esa familia juntos, lejos de las sombras.

–Claro que tendrán muchos pretendientes, se parecerán a mi– dice orgullosa

Itachi sonrió levemente ante el comentario orgulloso de Naruko. No cabía duda de que sus hijos heredarían su belleza y fortaleza.

- Tendrán tu valentía y tu poder - asintió él, mirándola con devoción -. Serán tan luminosas como su madre.

Podía imaginárselas perfectamente; unas kunoichis temibles y a la vez compasivas. El orgullo de cualquier clan.

- Aunque eso significará mucho trabajo extra para mí al alejar a todos esos jovenes impertinentes - bromeó Itachi, aunque sus ojos reflejaban cierta seriedad ante la idea.

Besó la frente de Naurko con suavidad, transmitiéndole todo su amor. Sus hijos serían la esperanza del futuro, ya fueran varones o hembras.

- Lo que sí es seguro es que tendrán la educación y protección de su familia - prometió él con calma -. Jamás les faltará nada.

Y así, en la calidez de aquel momento, Itachi y Naruko ensayaban juntos la felicidad que les deparaba el mañana.

El cantar de los pájaros anunció la llegada de un nuevo día. Itachi despertó poco a poco y vio a su rubia contemplando el horizonte, con semblante pálido.

Lunatari ☆Drabbles Itanaru☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora