único

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En momentos cómo este, dónde solamente son ellos dos , donde es solamente es Yunho mirándolo con un anhelo abrazador, y dónde es solamente Mingi respirando juntando a él, sumergido en el mundo de los sueños, cuando se permite a ser honesto consigo mismo.

Lo sabe, no duda de ello ni por un segundo, entonces, ¿Por qué se detiene cuándo está tan cerca de alcanzarlo?, ¿Qué puede hacer para aceptar todo el amor que florece en su corazón?

Un acto tan íntimo, tan puro y especial, pero tan confuso que lo hace sentir desorientado, la pregunta es muy fácil de responder pero difícil de aceptar, ¿Cómo puede amar a Mingi?, ¿Quién podría no amar a Mingi?, él lo ha hecho durante un largo tiempo y está seguro de que lo hará por un largo tiempo más.

Lo sabe, lo hace mejor que nadie, e incluso si se siente tan suave y cálido cuando está con Mingi, ¿Por qué no puede decir aquellas palabras que mueren en su boca?.

Yunho es abrazos por la espalda y miradas destellantes y Mingi es el dueño de todos y cada uno de esos momentos, ¿Quién más si no fuese él?, ¿A quién más puede amar Yunho de la manera en la que ama a Mingi?

Un secreto a voces que no es un secreto del todo, miedos que lo persiguen y evitan que pueda alcanzar a Mingi, Yunho corre y corre y no se detiene, sigue su camino pero parece que nunca llegará a la meta.

Se queda sin aliento y divaga, justo como lo hace cuando Mingi está demasiado cerca, tan cerca que parece como la coalición de dos mundos, una fusión la cual Yunho no está seguro si quiere ver el resultado.

Mingi lo besa y Yunho no se resiste, ¿Cómo podría hacerlo?, algo parecido a un sueño pero que lo trae a la realidad, a su realidad, a la realidad donde Mingi también lo quiere de la misma manera, donde Mingi también se vuelve todo rosado y Yunho acaricia sus mejillas rosadas mientras lo besa tan delicadamente, sin prisa, sin preocupaciones, simplemente tratando de tomar todo lo que puede y recordarlo, guardarlo en su corazón y en sus memorias.

Se rompe, y el miedo empieza a crecer en el estómago de Yunho, ¿Qué tal si había hecho algo mal?, pero antes de que pueda decir algo, Mingi simplemente toma una de sus manos y la besa, eso hace a Yunho sentirse como en una nube, tan suave y tranquilo.

Yunho es atraído por Mingi de la misma manera en que lo hace el sol con la tierra, órbita alrededor de él en la manera en que le aterra terminar desplomándose, en la manera en que el pánico lo corrompe mientras piensa que en la mañana siguiente todo será un error y el sueño se terminará convirtiendo en una pesadilla.

Aunque no puede decirle que no a Mingi, no cuando lo mira con ojos suplicantes y con un puchero en sus labios.

Lo sabe, Mingi sabe a refresco de cerezas, Yunho lo prueba y se fascina ante aquel descubrimiento, tan dulce justo como lo es el propio Mingi, tan adictivo que no puede dejar de hundirse de él.

Mingi pide y Yunho se lo da, Yunho le daría su propio corazón si pudiera.

El contacto de la piel de Mingi con el toque de sus dedos hace que su corazón arda, eventualmente se quemarán al punto de lastimarse, pero, nadie puede culparlos, ambos crean una hermosa armonía cuando están juntos, sólo que esta vez es diferente.

La harmonía de sus movimientos justo como un baile de media noche, donde la luna es testigo de ello, donde la pasión provoca que se acerquen al punto en que Yunho está dentro de él, siendo cuidadoso porque odiaría lastimar a su preciosa Mingi.

La harmonía de sus voces cuando Yunho lo llena de elogios y palabras bonitas, diciéndole lo hermoso que se ve, lo mucho que le encanta y que no puede dejar de amarlo, y, como respuesta a ello Mingi no puede hacer nada que entre gemidos temblorosos decirle que lo ama.

Mingi ama a Yunho, no teme en decirlo, ¿Qué tiene que temer si lo tiene a su lado?

Mingi le confía todo de sí, se abre ante él y deja que lo cuide de la manera en la que solamente Yunho podría hacerlo, siendo delicado y amoroso como siempre lo ha sido.

Lágrimas brotan de sus ojos cuando llega al punto más alto, mientras Yunho sujeta su mano y dice en un susurro que también lo ama, lo demasiado alto para que él mismo pueda escucharlo pero no lo suficiente para que Mingi logre captar el mensaje.

Yunho impregna sus sentimientos en Mingi , justo como si una obra de arte se tratase, tan bonito que es imposible no abrazarlo mientras le da mimos para que pueda dormir, necesita descansar ya que tuvieron un largo día.

Lo sabe, el silencio de la noche se encarga de recordárselo, ahora son sólo él y sus pensamientos mientras admira a Mingi dormir junto a él, tan tranquilo con el pecho subiendo y bajando suavemente, con la calma como la única expresión en su rostro, y, para Yunho esto es más hermoso que cualquier otra vista que sus ojos pueden llegar a presenciar.

Se promete correr lo suficiente para poder alcanzarlo pronto, para poder mirar a Mingi a los ojos y ofrecerle la adoración y cariño que Mingi le da, quiere estar ahí para atraparlo si se marea y ayudarlo a levantarse si llega a caerse, quiere caminar el mismo camino que Mingi, ir en la misma dirección y sostenerlo de la mano cuando el miedo y la angustia sea demasiada para él.

Quizás mañana podrá decir en voz alta que lo ama, quizás mañana tendrá el valor suficiente de decirle a Mingi que haría arder al mundo sólo por él, que haría arderlo de la misma manera en que su corazón lo hace cuando se trata de él.

cuando mi mundo toca el tuyo ; yungiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora