00.- El reencuentro efímero

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Cada cien años volveré a ti,
para que al encontrarte nuestros
colmillos choquen,
la sangre corra hasta que nuestros cuerpos
se consuman en el fuego.

Cada cien años volveré a ti.

Cada cien años esperé que llegues aquí.

Por favor, regresa mi luna.

Rogó en un suspiro, invocando el último aliento que salía de sus pulmones para mirar a la luna sangrienta con tristeza y perder toda la calidez de su cuerpo ante la luz roja.

[...]

Casi 200 años después.

—Cachorros, deben de sentirse orgullosos —decía la mujer mayor, una licántropo, alzando la nariz con orgullo—. Estamos en las tierras del fundador "El Gran Lobo" ¡Admiren la laguna Ojo carmesí!

Simplemente maravilloso, el Gran Lobo era el orgullo de la gente bestia, se escuchaban historias fantásticas de él y sus hazañas.

¿Quién era?

Era uno de los que fundó la Ciudad de la Noche Eterna y logró la rebelión de las especies bestias, hace siglos luchó a muerte con los vampiros y obteniendo la gloria de su gente con orgullo, él se convirtió en una leyenda: Katsuki Bakugou, el mejor lobo de todos los tiempos.

Muchos soñaban y anhelaban ser como él, tranquilo y genial, fuerte y con voz para liderar, un ser paciente con mente ágil para tomar las mejores decisiones en el campo de batalla, un prodigio en la guerra y un lobo que nunca se dejó humillar ante nadie.

Un lobo mítico y único, según las historias.

El momento de administración fue cortado abruptamente por varios gritos, y un escándalo justo en al frente de la mansión que iba a ingresar.

—¡Váyanse, váyanse! Estás son las tierras que mi señor me dió para proteger, ¡VÁYANSE! —Los fuertes gritos de una loba muy mayor resonaban mientras quería golpear a los guardias con un bastón de madera, protegiendo el lugar—. Mi señor y su amante, van a llegar, ¡Lo prometieron! ¡No pasen! ¡Ellos me lo prometieron!

El grupo de cachorros pequeños se encogió, escondiéndose detrás de la licántropa que era su guía.

—Abuela Honoka, no grite, relájese —dijo al parecer un joven de igual edad que los docentes presentes intentando calmar a la loba mayor—. Regresemos a casa, es malo para tu corazón.

—¡No, no, no!—La energética abuela negó desesperada— ¡Van a volver! ¡Ya se acerca la luna roja! Van a volver...

Daba lástima el como rogaba, una mujer mayor que parecía ser de las últimas que tenía anécdotas con el Gran Lobo, una loba que nadie podía desechar por ser la fuente principal de conocimientos para los historiadores fanáticos de la historia del legendario hombre lobo, pero igualmente fue arrastrada del recinto.

—Lo sentimos mucho, esta persona no es mala, solo está ... Mal de cabeza. Es una de las más mayores de ese lugar. —Se disculpó el guía turístico, agachando las orejas con una pizca de vergüenza—. No sé preocupen, no volverá a pasar.

«Qué energética abuela.»

Ingresaron a la mansión, un lugar histórico con detalles bien cuidados, no fue una pérdida de dinero en vano, era refinada y majestuosa, hasta la puerta era gigante y asombrosa, los detalles de las pinturas eran magníficas en cada paso, todo protegido con vidrio y guardias alrededor.

Ojo carmesí |BKTD/TDBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora