cap 18: un amor poderoso

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Sesshomaru y Kiyoshi se miraron fijamente antes de atacarse con fiereza. Mientras que Inuyasha intentaba con todas sus fuerzas alejarse con Kagome en sus brazos, pero las heridas que le había provocado la explosión de poder de su compañera lo tenían al borde del desmayo.

Sango, Miroku y Kohaku hacían lo posible por derrotar a Kanami, pero la youkai era demasiado fuerte y con un par de maniobras de su espada había dejado fuera de combate a Kohaku. Miroku usó sus pergaminos sagrados para poder controlar a la youkai, pero ella se multiplicó y comenzó a atacarlos desde diferentes direcciones.

—No te vas a escapar hanyou —exclamó Kanami con su espada en alto. Con toda su fuerza Inuyasha sacó a colmillo de acero y se defendió del ataque sin soltar a Kagome. Miroku intentó ir a ayudarlo, pero las copias de Kanami mantenían al grupo demasiado ocupado.

Una guerra de espadas se llevó a cabo entre Kanami e Inuyasha, con este último ya casi perdiendo la visión debido a sus heridas. Sesshomaru olfateando la gran cantidad de sangre que su hermano menor estaba perdiendo intentó ir a deshacerse de la youkai, pero Kiyoshi previniendo la acción se interpuso en su camino.

—No sabía que querías tanto a tu hermano pequeño —se burló Kiyoshi extendiendo unos látigos de sus manos y amarrando a Sesshomaru que lo veía con desprecio— ¿o será que te agrada mucho la pequeña miko? —el daiyoukai no se dignó a responder y blandió su espada para crear una onda explosiva. Kiyoshi sonrió cuando el ataque le llegó, pues no le hizo ni el más mínimo rasguño— los poderes demoniacos no pueden conmigo… así que es mejor que no lo intentes… eres demasiado débil para ir contra mí…

—Yo seré el que te mate —Sesshomaru se transformó en perro gigante para soltarse de Kiyoshi y este soltó una risa complacida mientras de su cuerpo salían varias agujas que impactaron contra el perro demonio.

— ¡viento cortante! —Kiyoshi se alejó de Sesshomaru mirando al hanyou que había lanzado el ataque para ayudar a su hermano. Kanami aprovecho y atravesó a Inuyasha con su espada, quitándole a Kagome de los brazos y volando hasta su amo— Kagome… —llamó Inuyasha con voz entrecortada y escupiendo sangre.

— ¡Kagome! —llamaron todos llenos de miedo.

—esta era su última oportunidad… que lastima —dijo Kiyoshi. Miró a Kanami y esta asintió comenzando a desvanecerse con Kagome en los brazos. Justo cuando estaba a punto de desaparecer se escuchó el grito de Kanami quien se vio en la obligación de soltar a Kagome que estaba brillando y lastimándola con sus poderes— miko…

—Kiyoshi —respondió Kagome con una mirada triste sin dejar de mirarlo. Kagome extendió los brazos y eliminó a las réplicas de Kanami, mientras la youkai intentaba curar sus heridas. Sango intentó llamar a su amiga, al igual que el resto, pero Kagome solo miraba a Kiyoshi a los ojos— déjalos que se vayan —pidió en un tono bajo de voz— esto es entre tú y yo… déjalos a todos fuera…

—Todavía recuerdas —dijo como afirmación Kiyoshi acercándose a Kagome y quedando frente a ella.

—Hicimos un trato y tú no lo estás cumpliendo —dijo duramente Kagome. Inuyasha intentó caminar hasta ella pero cada vez que daban un paso sus fuerzas lo abandonaban. Miroku corrió hacia su amigo para ayudarlo a ponerse de pie y poder acercarse— me aseguré de que todo estuviera bien… pero no puedes tocarlos. Te lo advertí.

—No puedes hacer nada…—le dijo Kiyoshi ignorando al resto— vas a morir de todas formas, nada va impedir que yo gané.

—Voy a morir porque así yo lo quise —un jadeo colectivo sonó cuando Kagome admitió aquello. Todavía tenían la esperanza de que ella estuviera siendo manipulada cuando todo ocurrió, pero ahora sabían la verdad— yo fui quien decidió olvidar todo y darte mi vida a cambio de eso con la condición de que ellos estuvieran vivos y bien. Todavía puedo matarte, Kiyoshi…

olvidó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora