°•.¹²³ ᴅɪᴀꜱ ᴘᴀʀᴀ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀʀᴛᴇ°•. "ʀᴏɴɴʏ"

•24•

.•°Narrador omnisciente°•.

El estar rodeado de personas ambientadas era una invitación indirectamente directa para Ela, ella también quiera entrar en ambiente, y vaya que lo hacia y Juan se encargo de ayudarla.

-Dos cubas libres.- Le dijo Juan al barista. Se encontraban hablando de cosas triviales hasta que se acerco su esposa a pedirle que fueran a bailar.

-Bella me pides otra igual plis.- Ari señaló las bebidas que recién les habían entregado.

-Llévate esta, yo espero otra.- La mayor agradeció y se llevo a sí marido a la pista de baile. Se giro nuevamente al barista para pedir otra bebida exactamente igual.

-Dame otra igual por favor.- Podría estar borracha, pero nunca dejaba de ser amable con cualquier persona.

-Que sean do'- La ojiverde miro sorprendida a la platinada que se había sentado a su lado, el mesero asintió y comenzó a hacer su trabajo.- Hola baby, que linda coincidencia.

Estela volvió a quedar sin habla, aún no superaba lo que había pasado unas horas antes.

-Mami, yo no mueldo.- Se burlo la ojiazul.

-Perdóname, aun no asimilo que estoy hablando con mi cantante favorita.- confesó mientras se acomodaba mejor en su silla.- No sabia que ibas a venir.

-Jamás me pieldo un jangueo chula, y menos si me dijeron que cielta chica de ojos lindos estaría por acá.

Estela sabía las intenciones de la chica, no era estúpida por lo cual nunca dijo comentarios más allá de su gusto por su música, por más atractiva que se le hiciera no le sería infiel a su chico. Menos en los primeros días de relación. ¿Qué psicópata hacia eso?

Ella sabía que no haría nada, solo disfrutaba de la charla, pero ¿Ronny lo sabría? No, no lo hacia.

-Calmate tigre, te la vas a comer con la mirada.- Rivers quién estaba junto a Ronny y varios de sus amigos en una de las mesas, desde que diviso a la platinada acercarse a la barra dejó de prestar atención a su alrededor. Sólo miraba a las chicas quienes reían cada 5 segundos.

-Solo están hablando.-Esta vez hablo Osvaldo.- ¿A poco no confías en ella?

¿Confiaba en ella? Claro que lo hacia, pero no confiaba en la cantante, tenía una fama de ser muy mujeriega y según el, su siguiente presa era su novia, y no estaba tan equivocado.
Ah pesar de esto no quería quitarle la oportunidad a su pareja de platicar con su ídola así que decidió no intervenir en sí conversación, sea de lo que sea que estuvieran hablando.

Un par de horas pasaron, Estela al estar sentada en la barra estuvo pidiendo diferentes tragos, ella siempre pedía lo mismo pero Vivtoria le había dado a probar otros que desconocía por completo. Su cuerpo no estaba acostumbrado a tanto alcohol por lo que se disculpo diciendo que iba al baño. La mayor al percatarse de la situación de la ojiverde se levantó de inmediato y la tomó de la cintura para ayudarla a caminar.

Esta situación no pasó por desapercibida por el castaño, quien rápido se levanto haciendo que todos en la mesa guardarán silencio, no dijo nada y se dirigió a la dirección por donde las había visto irse.

-Baby ¿pol qué no me dijiste que no tenias resistencia al alcohol?

-¡Estela!- Ronny se acerco a la pelinegra casi casi arrebatandosela a la platinada, la tomó de la cintura con firmeza ya que en cualquier momento podría caerse. Tomo tu barbilla para mirarle los ojos detalladamente, estaban rojos.- ¿Fumó?

La platinada estaba más que confundida, ¿quien era ese tipo?- Disculpa ¿y tu eres?- Intento volver a tomar a Estela pero el chico no la dejo.

-Soy su novio ahora ¿Fumo o no?- Al chico se le estaba terminando la paciencia y la chica no le daba respuestas.