Una joven de cabellera larga y negra con brillantes ojos esmeralda, corría por las calles oscuras, desesperada por encontrar una salida de su desgracia, mientras era perseguida por un grupo de pandilleros, los cuales parecían muy molestos mientras le gritaban obscenidades a la pobre chica. Pero como llego a esa situación, simple.
Akiko mizukamiya, era una joven de veintiseis años que trabajaba en servicio al cliente en una empresa de bienes raíces, no podía decir que ganaba mucho, pero si lo suficiente para sobrevivir mes a mes. Estaba volviendo del trabajo como era costumbre, caminando por el centro de shibuya cubierta de luces en su aire nocturno, cuando alguien le toma del brazo y la arrastra a un callejón escaso de esas coloridas luces.
No podía visualizar bien los rasgos de la persona que le estaba apresando en ese momento, pues sus ojos y labios fueron vendados mientras que él hombre con fuerza le despojaba de sus ropas, susurrandole que no ponga resistencia, que sería peor para ella, Akiko por su lado estaba temblando, recordando la primera ves que le paso esto en la secundaria, mientras volvía de clases extras, sus ojos lagrimeaban y mordía la venda en busca de no hacer ningún ruido y empeorar la situación, como siempre, se estaba rindiendo, después de todo, no tenía padres, su abuelo había muerto y no tenía amigos, nadie se preocuparía en verdad de lo que ella le pase, su único consuelo era que por al menos había gente que la deseaba de esa manera, aun que tuviera esas cicatrices de aquel accidente cuando era niña decorando algunas partes de su cuerpo.
Después de un rato donde ya había parado de forcejear, donde solo se escuchaba la respiración jadeante del hombre el cual le hacía esto, la venda de sus ojos se soltó, dejando ver a un hombre de mediana edad el cual al ver los ojos de la joven al descubierto enloqueció, soltandola dejando que caiga al suelo, mientras sacaba un cuchillo de su chaqueta abalanzandose contra esta.
Akiko al ver el filo se movió con dificultad en el suelo escapando del hombre, mientras este se lanzaba contra ella, algo en la mente de la joven le dijo que corriera, que por primera ves en la vida huyera de la situación, y eso hizo, la joven le pego como pudo una patada en los testículo aún en descubierto del hombre, causando que este gritaba, Akiko se incorporó con dificultad, avanzando afuera del callejón tratando de alejarse lo más posible de ese hombre, rezando que este aun tuviera algo de consciencia y no la seguiría con todos los testigos que habían en las calles.
Estaba mareada, aun que no sabía muy bien el por que, su cuerpo descubierto temblaba por la fría sensación de aire, mientras se mantenía cuerda contemplando las luces de la ciudad, escuchaba algunas personas hablar a su al rededor, pero no podía entenderlas del todo, su mente estaba reviviendo momento de su niñez.
Hasta que una escena de una joven sonriente vino a su cabeza, para que luego aparezca esa fatidica noticia de unos días atrás, donde escucho por última ves el nombre de la dueña de esa sonrisa cálida. Pero fue sacada de sus pensamientos cuando choco con un hombre, conciderablemente más bajo del que la atacó hace apenas unos minutos, este la había agarrado con la suficiente fuerza para que no cayera al suelo, por otro lado akiko trataba de enfocar la vista para ver quien era su "salvador" pero se sentía extrañamente cansada, solo pudo visualizar una cabellera rubia qué brillaba con las luces de los alrededores.
Un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo mientras sus ojos se cerraban lentamente, volviendo a recordar a esa joven. "Ella era tan preciosa y alegre, muchas chicas en la secundaria le tenían envidia por su carisma, una lastima que allá tenido que morir, pero ahora podré estar con ella, capas y en el cielo podamos ser amigas no?, Hinata Tachibana". Sonrió inconscientemente con ese pensamiento, dandole un último vistazo al joven que la sostenía, perdiéndose en la oscuridad de sus pupilas cerrando sus ojos finalmente.
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Anomalía | TOKYO REVENGERS
Fanfic¿Que harías si pudieras cambiar tu destino? ¿Tomarías la oportunidad, ha pesar que eso pueda afectar a la línea temporal? Con su último aliento, la joven, lo único que pudo pensar antes de caer inconsciente, era en su antigua compañera de clase, la...