❝𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙄𝙑.❞

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Habían caminando por un par de horas desde que salieron del pueblo, adentrándose cada vez más al bosque con la princesa saltando alegremente y con Ramón por detrás, demasiado silencioso. Bueno, más de lo normal.

—Con sus amigos ocultos y a salvo, la princesa Poppy y su amigo Ramón se dispusieron a rescatar a sus otros amigos, confiados de llegar a pueblo berteno ellos solos.—narra la de coleta, mirando junto al troll gris el recorte que estuvo haciendo.—Convencidos de llegar a pueblo berteno.—mira con inseguridad la parte donde la chef berteno les arrancaba la cabeza y se los comía.—Uy...ah..convencida.—murmura, guardando el libro en su cabello.

El chico se estremece ante esa parte, para luego reírse por lo bajo de la expresión de la chica con diversión, quién lo fulminó con la mirada; Ambos comenzaron a recorrer el camino que los adentraba entre malesas y plantas que oscurecían el sendero, dándole un aspecto más sombrío y poniendo nervioso a Ramón. Dicho troll se acerca a Poppy con expresión pensativa, dándole un ligero toque a su hombro para llamar su atención.

—¿Sucede algo, Ramón?.—Pregunta con una ceja alzada la de ojos rosas.

El mencionado asiente y comienza a buscar su cuaderno, pero entra en pánico al ver que no lo traía consigo y recordando que lo había dejado en la mesa debido a la gran necesidad de salir de su búnker antes de la hora del abrazo, temiendo ser capturado en uno por algún troll que no conozca y que lo odié por su situación. Al notar el creciente pánico en el azabeche, Poppy no tardó en juntar las piezas al recordar que el chico no escribió nada en su cuaderno desde que dejaron el pueblo.

—¿Se te olvidó el cuaderno?.—Pregunta, aunque ya sabe la respuesta, sonriendo suavemente al ver el leve asentimiento tímido del contrario. Rebusca en su cabello hasta encontrar una libreta, entregándosela.—No te preocupes, toma esto.

Ramón la mira unos segundos antes de darle una pequeña sonrisa en agradecimiento, tomándola suavemente y comenzando a escribir.—"¿Cuál es el plan?."

—¡Rescatar a todos y volver a casa!.—menciona emocionada, mientras el chico suspira con exasperación ante la respuesta.

Él debió imaginarlo.

—"Ese no es un plan, es un deseo."—escribe, mostrando la hoja a la princesa.

La contraria pone los ojos en blanco.—Supongo que tú tienes un plan...

El azabeche se cruza de brazos con una mirada divertida y una sonrisa ladina, tosiendo falsamente para comenzar a escribir nuevamente.

—"Primero: llegaremos al límite del pueblo sin que nos vean, después nos infiltraremos por los viejos túneles de escape que nos llevará al árbol troll, ¡Justo antes de que nos descubran y suframos una terrible muerte en manos de un horroroso y desarmado berteno!."—escribió, antes de notar a la princesa tirada en el suelo.—"Un segundo, ¿Estás haciendo recortes de mi plan?."—la confusión estaba escrita en su cara, mostrando la libreta.

Poppy la lee en voz alta, para continuar con lo que estaba haciendo.—Aja, sí, falta poco...—levanta el recorte con una gran sonrisa.—¡Listo!

El álbum tocó una melodía, expulsando brillantina en la cara inexpresiva de Ramón.

—"Por favor deja de hacer recortes bobos."—decía la libreta, sonando su nariz para que saliera la brillantina que se metió en sus fosas nasales.

Después de seguir el camino notaron que el sol se estaba ocultando, por lo que tuvieron que acelerar el paso para poder encontrar un lugar para pasar la noche ahí y descansar; Si bien, la mayoría del viaje fue tranquilo, Poppy no paraba de cantar, iniciando con una canción que trataba de levantarse y no rendirse, pero siendo una canción de la ex banda la que lo hizo sentirse incómodo y limitar su paciencia.

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⏰ Última actualización: Jan 23 ⏰

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