Mellizas Evans 《Sirius Black y Tu》

Canuto y compañía

NARRADOR OMNICIENTE:

Elizabeth: ¿a sucedido algo?

Jacob: Petunia... lo que dijo, fue... (no pudo seguir hablando por que se le entre cortaba un poco la voz)

Elizabeth: Jay...

Elizabeth lo atrajo hacia ella, y la cabeza de Jacob quedó sobre su hombro, apunto de soltar alguna que otra lágrima.

Elizabeth: puedes llorar su quieres, libérate...

Jacob: no lo haré...

Elizabeth: eres tan testarudo como tu hija... (Le dijo con gracia refiriéndose a Lira, y tratando de aligerar el ambiente)

Jacob: lo se... (el se rió entre dientes, pero fue casi inaudible)

Elizabeth: sea lo que sea, puedes decirme y no te juzgaré... lo sabes... (ella acaricio au cabello para tratar de calmarlo algo más)

Jacob: ... las palabras de Petunia... lo que dijo fue... fue muy... muy decepcionante... la hemos cuidado, la hemos protegido de todo y todos... y ella nos dice locos... extraños... raros... esa es la impresión que ella tiene de nosotros... y cuando llegue el momento en el que ella tengo un hijo y le pregunte por sus abuelos, ella le dire qué eran unos locos viejos de remate...

Elizabeth: te sientes traicionado...

Jacob: más que nunca... no me importaría que un completo extraño piense eso de nosotros pero... ella es mi hija... y nos ve como... como... como fenómenos...

Una lágrima corrió por su mejilla, Elisabeth odiaba verlo así, la última vez que lloro fue cuando su padre falleció, las niñas no lo conocieron, ya que fue cuando ella estaba embarazada de Petunia...

Elizabeth lo volvió a atraer hacia ella, y en ese momento, un par de lágrimas más salieron de él. Jacob es como Lira en muchos aspectos, a él tampoco le gusta llorar enfrente de otra persona, pero sabe que puede confiar en Elizabeth. Y así se quedaron un largo rato abrazados.

Elizabeth: yo te mentiría si te dijera que no me dolió lo que dijo Petunia... pero quiero que sepas, que no importa lo que ella dijo ¿estuvo mal? Si y mucho, pero recuerda que tienes a dos maravillosas hijas que te adoran y a una esposa que te ama.

El se separo de ella y la beso, tranquila y tiernamente, a él siempre le gusto que su esposa le recordará cuanto lo ama.

Jacob: eres mi novia, no nos hemos casado.

Elizabeth: si que nos casamos, pero fue una seremonia pequeña.

Jacob: si tu lo dices.

El la volvió a besar, solo que un poco más acelerado que antes.

Jacob: ¿no crees que a las niñas les falta un hermanito? (Dijo mientras ponía sus manos en la cintura de Elizabeth)

Elizabeth: ¡Jacob! (Le grito con gracia, el siempre fue así en su juventud, y de esa misma manera le propuso crear a las mellizas)

Los dos se rieron y el la beso tiernamente.

Jacob: te amo.

Elizabeth: y yo a ti.

Lo que ninguno de los dos sabía, es que las mellizas estaban escuchando todo detrás de la puerta, que estaba cerrada. Las dos volvieron a su habitación con una sonrisa en sus rostros.

Lira: Estuvimos a punto de tener un hermanito. (Dijo dramáticamente mientras se tiraba en su cama, Lily cerró la puerta cuando entraron y se sentó en su cama)

Lily: si tanto quieres un niño crea a un mini Sirius. (Dijo para molestarla)

Lira: ¡Lily!

Ella se rió al ver como reacciono su hermana, nunca habían bromeado con eso entre ellas ya que nunca se había dado la oportunidad.