Cerca de un pueblo que no estaba muy habitado llegaba una familia en su coche a pasar unas vacaciones en el campo habían decidido ir allí a desconectar de la ciudad, el padre de la familia iba hablando con sus hijos sobre el pueblo y su historia aunque los niños no prestaban mucha atención.
Cuando se aproximaron a la casa alquilada vieron que estaba algo abandonada, los niños enseguida empezaron a quejarse sobre el lugar, mientras iban bajando las maletas el niño pequeño fue a explorar la casa y de lo grande que era encontró un despacho privado, a la vista parecía estar todo en su sitio pero tenía pinta de que algo faltaba.
El niño con mucha curiosidad se adentro y fue mirando todo el lugar, habían estanterías y muebles llenos de libros, el escritorio parecía estar hecho de una madera bastante fuerte, pero lo que le llamó más la atención fue que encontró un cajón medio abierto como si alguien hubiera venido y hubiese estado husmeando, el niño sin temor alguno metió la mano noto como un papel o un sobre iba a cogerlo pero acto seguido entró su padre
- ¿donde te habías metido?, mamá está muy preocupada- su padre cerro el cajón y sostuvo a su hijo en brazos mientras que su hija la mayor seguía quejándose sobre el lugar
- Papá con irnos a un hotel nos hubiera bastado, además no tengo cobertura y este lugar apesta- el padre después de tantas quejas decidió lo siguiente
- dame el móvil, mientras estemos aquí no habrá llamadas a nadie, hemos venido a desconectar de la ciudad así que eso haremos esta claro- después de eso el padre fue a ayudar a su mujer a seguir bajando maletas y les dijo a sus hijos que escogieron habitación.
Así transcurrió el día, a la hora de la cena el padre le devolvió el móvil a su hija, haciéndole prometer que solo lo utilizaría como emergencia o llamarlos a ellos, mientras la madre y el padre recogían y limpiaban lo que habian ensuciado la madre le dijo a su hija
- cariño ve a vigilar a tu hermano- la hija ignoro a su madre y el niño pequeño se fue otra vez al despacho de esta mañana y justamente el cajón otra vez medio abierto alguien entraba y salía de esa casa a su antojo, pero el niño pequeño decidido fue a por el sobre o el papel.
Para su sorpresa lo que había encima del escritorio era ese dichoso sobre abierto y de repente se oye como su hermana mayor lo llamaba y cuando lo encontró fue hacia el y leyó lo que había escrito en el "para ti helena"...