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Rato más tarde caminaban de la mano por el parque disfrutando las últimas horas de luz que quedaban, Mingyu había dejado de llorar, y ahora estaba muy dispuesto a entregar a Wonwoo todo el cariño que pudiese.

Fuera de sus sonrisas sarcásticas y sus bromas, Wonu estaba más que feliz de recibir sus mimos.

—Entonces somos novios... —murmuró en un momento, mirando al alto chico, quien le devolvió una gran sonrisa—, papá se va volver loco —oh, lo haría, pero por suerte en el buen sentido. Si Mingyu tenía un fan, ese seguramente era su padre, puesto que desde que lo conoció hace dos años declaró que era su nuevo hijo.

—Ya lo hizo —Kim rió por lo bajo—, ayer fui a su casa a pedirle permiso para salir contigo, estaba muy emocionado.

Wonwoo le miró anonadado, pero Mingyu no era un mentiroso y era obvio que le decía la verdad. Era exactamente por eso que su padre lo amaba, ¿qué chico seguía pidiendo permiso para salir con alguien?

Negó con su cabeza, riendo por lo bajo.

—Espero no haya llorado mucho —le dijo, recibiendo una mirada curiosa de Mingyu—, ok, lloró mucho —lo supo de inmediato—. Espero que tú no hayas llorado mucho.

Y Gyu desvió su mirada.

Wonu ya no sabía ni porque se sorprendía. Entre risas se acercó a besar su mejilla, murmurándole cuánto le quería.

Al seguir su caminata no fue muy sorprendente encontrar a un lado de un basurero aquella pancarta con la frase de "¿Quieres ser mi novio?" arrugada entre la basura. El puchero de Mingyu hizo que fuera obvio que aquella era la suya.

—Seungkwan pensó que me rechazaste y del enojo lo rompió —explicó Kim, quien había leído a la rápida un par de mensajes, y ahora veía el cruel final que tuvo su intento de declaración de amor.

—Perdón —murmuró realmente arrepentido viendo el esfuerzo de su novio tirado en la basura, roto y mal oliente. Escuchaba a Mingyu decir que no importaba, pero lo escuchó lejano, pues una idea se comenzaba a formar en su cabeza.

Jadeó bajito separándose de Mingyu.

—Te quiero, pero debo irme a casa ahora —le dijo algo agitado, y aunque estaba extrañado Gyu asintió aceptando. Wonwoo besó rápidamente sus labios, pidiéndole avisar cuando llegase a su hogar mientras él se iba literalmente corriendo.

Se apresuró trotando hacia una tienda de papelería que estaba apunto de cerrar cuando llegó, y luego de rogar un rato logró comprar el material que necesitaba. Con todo en sus manos se fue a casa, donde pasó una noche de desvelo trabajando, durmió pocas horas puesto que llegada la madrugada salió camino a su universidad. Maldijo que la primera clase de Mingyu fuese a las 8:15 de la mañana, pero ahí estaba, en el pasillo de la universidad cuando su novio llegó.

Tomando un respiro largo para encontrar valor prendió la música en su celular, y abrió la cartulina que pasó la noche decorando, y que decía "¿Aceptarías ser mi novio (otra vez)?".

La gente pasaba a su lado, alumnos y profesores, algunos conocidos y otros desconocidos. Wonwoo solo podía sentir su rostro arder de la vergüenza, pero solo podía mirar a Mingyu, quien se acercó entre risas, igual de sonrojado.

—Wonu, no era necesario... —y si bien decia eso, tenia esa boba y enamorada sonrisa en sus labios que convencía a Jeon que cada hora de sueño menos valió la pena. 

—Lo era —dijo con seguridad, la cual flaqueó un poco al notar como algunas chicas comenzaban a tomar fotos—, a-así que, ¿quieres reconfirmar que somos novios?

El chico sonrió grande, acercándose más.

—Uh... Puedo hacerlo, pero debes saber que fue por presión social, mucha gente nos ve...

Wonwoo jadeó ofendido, y solo pudo darle un suave golpe en el brazo antes que entre risas Mingyu se arrojara sobre él dándole un apretado abrazo, y luego un dulce beso entre risas.

—Por supuesto que sí. Y gracias —murmuró Gyu, uniendo sus frentes. El más bajito solo pudo sonreír cerrando sus ojos unos segundos.

—Gracias a ti —suspiró bajito, sintiéndose tan feliz, aunque tan nervioso por la gente que ahora les estaba aplaudiendo—, por favor corramos de aquí, no aguanto más esto.

Mingyu río con fuerzas, pero conociendo a su introvertido novio no tardó en tomar su mano y llevarle lejos de ahí. ¿Su clase? A quien le importaba, podía faltar un día.

Mientras caminaban solo podía pensar que, aunque sus planes tendían a desviarse un poco y resultar un poco abstractos, aquel había terminado más que bien.

Y fin...

Aw, hace mucho no escribía algo (y lo terminaba), soy felicidad 😺

Muchas gracias a quien lea esto 🫰 Cualquier comentario, critica, o lo que sea es aceptada

¡Beshitos!

Confesiones de amor [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora