A la mañana siguiente al desayuno en el gran comedor, Zeth llegó algo tarde ya vestido con las mangas de su camisa oscura arremangadas y llevaba puesto sus brazaletes de cuero y un cinturón para guardar su espada. A Samira le llamó la atención, pues no solía vestir así normalmente.
Mohamed, Latifa, Anisa y el Señor Kadir conversaban con el señor Selim que ya no prestaba tanta atención a la joven pareja. Samir tenía aspecto de dormido aún y Zeth riendo de lado le sirvió más café en su taza mientras el muchacho lo miraba confundido.
-Lo necesitarás hoy... - Le dijo Zeth en un murmullo y guiñándole un ojo.
Samir quien pareció entender a lo que se refería asintió con una sonrisa y bebió su café.
- ¿Solo hoy? Samir suele estar dormido de pie hasta casi el mediodía... - Dijo Samira.
Samir estaba a punto de refutar aquella provocación por parte de su hermana, pero en ese momento entró Zahid a la sala llamando la atención de todos.
-Buenos días familia... Señor Selim, Señor Kadir... Buen provecho... Lamento interrumpir el desayuno, pero vengo a buscar a mi hermano... ¿Ya terminaste tu café Zeth? -
-No- Contestó Zeth de forma seca y muy serio.
Samira tuvo que reprimir una sonrisa, pues Zeth se había puesto a la defensiva automáticamente como sabiendo que Zahid venía a perturbarlo con algo como aquella mañana en la que debían recibir a los corresponsales el señor Selim y el señor Kadir.
-Bueno, apúrate, porque necesito que vengas conmigo hoy al mercado...- dijo resuelto ya casi girando sobre sus talones.
-No puedo, tengo otros planes...- dijo Zeth, pero su madre lo miró severamente y procedió a agregar algo más amable antes que Zahid reaccione. - ¿Qué es lo que necesitas Zahid? ¿Es urgente? - Dijo con tono algo sarcástico.
Zahid algo molesto por la respuesta, pues le molestaba siempre que su hermano se reúse a aceptar sus ordenes a la primera.
-No, pero necesito que me ayudes con algo en las tiendas y preferiría que sea hoy...-
Zeth miró a Samir y el muchacho asintió como dando el ok.
-De acuerdo, déjame terminar el desayuno y voy contigo...- Dijo Zeth volviendo su atención hacia su café.
-Te espero... gracias...- dijo Zahid mirándolos con el ceño fruncido algo extrañado por esa complicidad...
- ¿No gustas sentarte con nosotros un rato mientras esperas? - Lo distrajo su madre Anisa.
-Oh si...- Dijo Zahid mientras tomaba asiento y se unía a la conversación de los adultos.
- ¿A donde irán ustedes? - Preguntó Samira disimuladamente a Zeth y Samir.
-No te importa...- le contestó Samir ya que no había podido responder antes.
Zeth rio de lado y levantó los hombros...
Samira lo miró de forma interrogante y a Zeth le pareció divertido aquella curiosidad inminente en Samira. Y se dispuso a tomar una manzana que estaba cerca de ella, pero ella rápidamente la tomó antes que él y lo miró desafiante.
-Irán a las montañas ¿Tal vez? - preguntó ella en voz baja... amenazando a Zeth con la mirada con no darle la manzana si no le contestaba.
El le respondió la mirada con astucia y una de sus media sonrisas.
-Ya escuchaste a mi hermano, sea donde fuéramos a ir... no iremos ahora...- Le contestó el estirándose un poco más para pasar su largo brazo por encima del lugar de Samira y alcanzar otra manzana a la que inmediatamente le dio un mordisco mirándola a ella a los ojos con un gesto pícaro y de triunfo.
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Los hijos del Desierto
RomanceEn medio de un nuevo éxodo, la gente busca volver al viejo continente donde las leyes y las costumbres son más fuertes que nunca en una búsqueda desesperada de repoblar el mundo. La poderosa sangre de los bendecidos por el dios Seth debe prevalecer...