¿Cómo fue que te conocí?-Shadamy story

Posible cita de Tres.

Un día nuevo había empezado de la mejor manera, una mañana brillante se presentaba. Eran casi las 9 de la mañana y la pareja aún se encontraba descansando plácidamente, las sábanas jamás habían estado tan desordenadas como lo estaban ahora, ambos erizos estaban completamente enredados uno con el otro y los rayos del sol no pudieron ser más oportunos cuando uno de ellos se posó en los ojos del macho haciendo que se fuera despertando poco a poco.

Al sentir la irritación en ambos ojos, los cubrió con su mano que estaba libre. Con el movimiento que hacía hizo que la hembra de igual manera se despertase.

Ambos hicieron quejidos pues su sueño había sido interrumpido pero eso no hizo que el recibimiento fuera malo.

Un beso de buenos días dado por la oji-jade era el mejor inicio del día para el erizo.

-Buenos días, Shady~- Pronunció mientras lo besaba.

-Mmm~... Buenos días, Rose~- Susurró poniéndose encima de ella.

Inmediatamente sus brazos abrazaron el cuello del oji-rubí, el sentir que su erizo ahora podía ser más atrevido con ella le hacía sentir que sentimiento que sentían era recíproco. A pesar de haberse despertado hace nada y sus sentidos aún estaban adormilados, sus bocas se movían activamente causando sonidos que se escuchaban con mayor claridad ante el silencio cálido que cundía en la habitación.

-Incluso en mis propios sueños, no podía dejar de comerte a besos- Musitó con una sonrisa mientras dejaba pequeños besos por todas sus fauces.

-Cuando dices cosas como esas me haces sentir extraño~-

-Extraño cómo?~-.

-Extraño en el sentido en que cuando dijimos que debíamos ir más lento se haga más difícil- Respondió en tono aireado sobre su cuello mientras rozaba sus dientes entre la rosa piel.

Ella no sabía si eran las palabras, el tono grave en el que lo dijo o en dónde lo dijo pero lo que sea que haya sido hizo que su piel se encrespara, su espalda se arqueara y su cabeza se hiciera para atrás -Ay Shadow~- Susurró en un tono dulce y lastimero -Y cuando me lo dices así, también me haces sentir extraña~-.

Los besos se intensificaron y los dos solo se apegaron aún más, incluso rozando zonas que no se debían ni imaginar. Las sábanas parecían adherirse más a ellos hasta que la hembra se detuvo y susurró -Me siento impaciente y no sé por qué~-.

-También yo... ¿Está... bien si sentimos esto?~- Preguntó poniéndose frente a frente de ella.

-No veo porqué no. Almenos... a mi me gusta~-.

-Entonces... ¿Estás bien si seguimos?- Musitó cerca de su boca.

-Pues te estás tardando, mi erizo~- Contestó con una sonrisa y volviendo a adherir sus labios con los del erizo.

-Ay Rose~-.

Dejando las palabras de lado, siguieron devorándose como si no hubiese mañana. Inmediatamente las delicadas piernas de la rosada se posaron alrededor de su cintura hasta rodearla por completo, haciendo que ambas pelvis se unieran, sobresaltando al de púas negras.

-Rose... No sé si así aguante mucho- Pronunció con mucha dificultad.

-Aguantar que?~-Soltó mientras sus manos aprisionaban su rostro y sus labios marcaban cada rincón de su boca -Ahhh~- Gimoteó al sentir las manos del erizo adentrándose a su espalda tocando la tersa piel incluso por debajo de su brazier.

-Tu piel es tan... Suave~- Halagó pasando su boca en lo más recóndito de su cuello.

-Shadow, por favor~- Sujetando su camiseta.