Cap 59

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En otra lado la oscuridad inundaba la habitación, al propietario no le molesto recoger las cortinas. Bebía de su copa, saboreando el amargo sabor. Hasta que la puerta lo sacó de su confort.

-Se podría decir que hace aquí señorita... -

-Liana- dijo la pelirroja arrodillandose con respeto a su señor. Se quitó la máscara revelando un rostro claramente molesto -Permítame un poco de su tiempo-

-Adelante- señalo una silla a la dama, miraba cada movimiento de esta -¿Que es tan importante para fastidiar mi meditación-

-Señor hay algunas quejas con respecto a su aprendiz- tenía miedo de tocar ese asunto, el Lord era inestable -Los demás hemos cumplido con nuestras obligaciones mientras que ella desaparece-

-¿Crees que yo soy su niñera?- levantó su varita lanzando el hechizo no verbal. La varita cayó hacia el otro lado de la habitación, Liana se levantó asustada. -¡Rellish a hecho más que todos ustedes!- acerco su rostro enrojecido hasta el de la pelirroja, la sujeto de la barbilla y al tener su mirada entró en su mente. Viajó como un río en cada recuerdo hasta encontrar lo necesario -¿Asi que crees que estoy equivocado con mi desicion con respecto a la unión- se sentó en su silla.

-¡Lo lamento señor, Rellish es su protegida!- se arrodillo  arrastrándose hasta tomar la tela de los pantalones del Lord -¡Ella se delieta por las desgracias de otros, no lo ama señor. Desde que estábamos en la escuela se han odiado!- Tom sorprendido la levantó sentandola en sus piernas.

-¿De que hablas?-

-Nunca entendí que lo desató, habían insultos y golpes- descaradamente paseo su mano en la camisa del mago hasta su cuello -¡Y ahora dice que lo ama, por favor que maldita es!-

-¡No te muevas!- entró en su mente, los recuerdos que creyó que eran insignificantes se convirtieron en sus joyas, salió violentamente sacándole un jadeo a la pelirroja que silencio con un furioso beso. -No eres pelirroja natural- mordió sus labios liberando sus frustración con su nueva presa -Estabas en su mismo año, una encantadora serpiente sin veneno-

Liana trato de recuperar su respiración, los besos de él no eran nada iguales a los de Snape. Trato de separarse para arreglar su vestido que en algún movimiento comenzo a subir más arriba de su rodilla. Tenía verdad de llamarla serpiente sin veneno, sus días de escuela fueron horribles. Las constantes burlas la atormentaron sin escape alguno.

-Mi señor- lo empujó levemente al sentir el frío toque en su pierna. Tom paro sosteniendola con fuerza hasta dejarla en el frío suelo. Se colocó encima de ella besando su cuello, imagino que su cabello era blanco y sus ojos verdes de un gris.

-Una huérfana acosada por su dudosa procedencia puede llegar más alto- bajo los tirantes del vestido arrastrandolo fuera de su cuerpo, revelando en hermoso conjunto de encaje. Acarició sus pechos descaradamente subjetandola fuertemente de sus mejillas -Anhelas lo que ella quiere-
Liana temblaba, nunca se imagino estar en esa posición, recordó los besos de Severus y su toque. Recordó sus días de escuela, cuando su cabello era castaño y sus libros de segunda, mientras que una peliblanca lo tenía todo.

-Eris no es mejor que yo-

-Demuestralo entonces- le abrió las piernas desabrochando sus pantalones. Liana cerro fuertemente los ojos al escuchar el sonido del un cierre bajar, sus uñas se clavaron en los brazos de su captor -Toma el lugar que Eris tan cobardemente dejo- desabrocho la pieza que ocultaba sus pechos, su excitación aumentó al imaginar que eran de la peliblanca. Quito la última prenda de la mujer esperando una respuesta.

La pelirroja no lo pensó mucho, lo beso, gritando tras la fuerte embestida. Cada uno gemia gritando el nombre de la persona que realmente deseaban hasta satisfacerse.
-Tengo una misión especial para ti Liana-

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