Hasta que nos volvamos a encontrar (Damirae)

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Hace muchos siglos atrás cuando los reyes y reinas aún existían...

Había una vez en un reino lejano, una hermosa princesa llamada Rachel. Era conocida por su belleza y su dulzura, pero también por su vínculo especial con su fiel caballero protector, Damian.

Desde que eran niños, Rachel y Damian habían sido inseparables. Pasaban horas juntos, explorando los jardines del castillo y compartiendo secretos. Tenían un lazo tan fuerte que conocían cada parte del cuerpo del otro, tanto física como emocionalmente.

Pero a pesar de su conexión profunda, el destino les tenía preparada una prueba difícil de superar. El padre de Rachel, un cruel y tirano rey, no se compadecía de los sentimientos de su hija. En lugar de permitirle elegir a su propio amor, decidió comprometerla con el príncipe del reino vecino, Sebastian Blood. Era un hombre oscuro y siniestro, hijo del hermano sangre y primero en la dinastía del reino de la sangre.

Cuando Rachel recibió la noticia de su compromiso, su corazón se llenó de tristeza. Sabía que no podía amar a Sebastian como amaba a Damian. Con lágrimas en los ojos, decidió confiar en su fiel caballero y le reveló sus sentimientos más profundos.

Damian juró protegerla y luchar por su amor, sin importar las consecuencias. Pero antes de que pudiera hacer algo, fue enviado en una misión peligrosa por el rey, quien quería mantenerlo alejado de Rachel.

Pasaron días y semanas sin noticias de Damian. Rachel estaba angustiada y temía que nunca volviera. Sin embargo, el día de su boda llegó y ella se vio obligada a casarse con Sebastian.

Justo cuando Rachel estaba a punto de dar el sí, las puertas del salón se abrieron de par en par y un exhausto Damian irrumpió en la sala. Había logrado regresar justo a tiempo.

El corazón de Rachel dio un vuelco al ver a Damian. Sus ojos se encontraron y supieron que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo. Pero antes de que pudieran reunirse, un grito llenó el aire.

Sebastian, lleno de ira y celos, había envenenado a Rachel. Damian corrió hacia ella, tomándola en sus brazos mientras las lágrimas caían por su rostro.

Desesperado, Damian buscó ayuda, pero todos los intentos por salvar a Rachel fueron en vano. La princesa murió en sus brazos, dejando un vacío inmenso en su corazón.

Con lágrimas en los ojos, Damian se arrodilló junto al cuerpo sin vida de Rachel y le prometió que nunca la olvidaría. Juró llevar su amor en su corazón hasta el día en que se reunieran nuevamente.

Decidido a encontrar una manera de reunirse con su amada en el más allá, Damian partió en busca de respuestas. Durante años, viajó por tierras lejanas, consultando a sabios y magos en busca de una solución.

Finalmente, después de mucho tiempo y esfuerzo, Damian encontró a un antiguo hechicero que le reveló un camino hacia el mundo de los espíritus. Siguiendo las instrucciones del hechicero, Damian se adentró en un bosque oscuro y misterioso.

El camino hacia el mundo de los espíritus no fue fácil. Damian tuvo que enfrentar numerosas pruebas y desafíos, pero su amor por Rachel le daba fuerzas para seguir adelante.

Finalmente, llegó a un claro en el bosque donde se encontraba un antiguo altar. Siguiendo las instrucciones del hechicero, Damian realizó un ritual especial y abrió una puerta hacia el más allá.

Cuando entró en el mundo de los espíritus, Damian se encontró con un paisaje hermoso y etéreo. Buscó a Rachel entre los espíritus, llamando su nombre con desesperación.

Y entonces, en medio de la bruma, Rachel apareció ante él. Su belleza era aún más radiante en el mundo de los espíritus. Damian corrió hacia ella y la abrazó con fuerza, sintiendo su presencia cálida y real.

Rachel le explicó que había estado esperando por él en el más allá, sabiendo que su amor los reuniría nuevamente. Juntos, prometieron que nunca se separarían y que estarían juntos por toda la eternidad.

Con sus almas finalmente unidas, Damian y Rachel caminaron juntos por el mundo de los espíritus, encontrando paz y felicidad en su amor eterno. Aunque su historia había sido trágica y llena de dolor, habían demostrado que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo, incluso la muerte misma.

Fin

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