Asientes con la cabeza ya que no podías responder ya que estabas siempre al limite de ser echado de casa, no eras mas que un parasito en casa, que jugaba a los videojuegos y se masturbaba.
Cogiste un libro de cocina y directamente fuiste a la parte de nivel fácil y mientras mirabas el libro comenzaste a sacar lo que usarías para preparar la comida.
Brie dejo de mirar el periódico al ver cómo le ponían la comida encima de la mesa, algo requemado y mal cocinado, tu le sonríes al ver su mirada:
-Bueno tendrás que acostumbrarte a mi cocina, hasta que aprenda..
La doctora suspiro ya que solo podía retocar tu cuerpo, no podía cambiar tu cerebro:
-Puede ser, por que no te pones a limpiar el polvo y pasar la escoba por casa.
La doctora al decir aquello ter clavo en el brazo otra jeringa y sonrió:
-Una droga para hacerte una bomba sexual otra para que te centres solo a limpiar y que te esfuerces al máximo.
Te miras la mano y negaste con la cabeza, con tu perfecto pelo rubio, en ese momento solo podías pensar en una cosa en la orden que te dio tu creadora, cogiste el plumero y la escoba y comenzaste a limpiar.
Era todo tan erótico que desde el sofá que estaba sentada Brie te iba grabando, la erótica criada limpiando por tu casa. Estabas tan apretada con esa ropa y tus tetas estaban a punto de saltar de tu escote, que eras un espectáculo para los pajilleros.