Cap 1: El Principio del Fin.

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Era una noche de invierno, aún así no era notable debido al calor que desprendían aquellas llamaradas de los soldados enemigos.

Tajo siempre fué una ciudad llena de conflictos, esta poseía tierras ricas, que a su vez eran codiciadas por ciudades enemigas.
Era normal ver llegar soldados con armas de de fuego y botas de cuero, era normal escuchar bombas a mitad de la noche, era normal ver a la gente que amas desaparecer de un día a otro.

Los gobernantes de Tajo permiten que el caos reine con tal de conservar sus riquezas.
Aún así, Tajo era un pueblo fuerte. Tenía soldados, pero eso no descartaba el hecho de casi todos los pueblos estaban en su contra.

Esa noche no era nada peculiar. Los soldados de Tajo se encontraban en plena batalla en medio de los bellos campos de la región. Las estrellas dominaban el cielo, aún así el humo las cubría como una manta de lana.

Uno de aquellos soldados se encontraba  malherido, más este tenía su brazo atravesado por un fierro y su pierna casi quemada.
Este soldado se llamaba Gustavo, alias "Topo", debido a sus dientes delanteros.

Topo tenía amigos en el ejército, estos se llamaban Alvin, Santiago y Tavella.

El no sabía donde estaban hasta que los vió apunto de ser fusilados, Topo corrió para agarrarle el brazo a Tavella, ayudarlo a levantarse y cargar a Alvin, que este estaba herido de una pierna.

Faltaba Santiago, que este estaba vuelto una fiera, no paraba de disparar a todos lados hasta que vió a sus amigos en una trinchera.

Al acercarse vió lo heridos que estaban sus compañeros.

-PREPAREN LA BOMBA!!

Se escuchó a lo lejos, Santiago volteó y vió una gran bola de metal que estaba siendo transportada por una carreta de madera forzada por varios soldados. Aún así esta se encontraba a una distancia aceptable.

-BOLUDO, VENÍ! -Dijo Topo agarrando del brazo a Santiago, metiendolo en la trinchera.

-Que carajo..

Por un momento todo se tornó color blanco, los oídos producían un pitido y el cuerpo dejaba de reaccionar.

Al despertar, Topo vió el cielo oscuro y millones de cadaveres por el campo que anteriormente poseía vegetación abundante, ahora solo era un desierto con arboles y plantas quemadas.
Al mover la cabeza vió a sus compañeros inconcientes, estos no estaban quemados por la bomba como los cadaveres que vió a lo lejos.
Intentó pararse pero no podía, solo podía arrastrarse agarrandose de los escombros de lo que anteriormente fueron hogares lejanos al pueblo.

Cuando pensó que todo estaba perdido, un ser completamente blanco y negro se presentó frente a Gustavo.

-4s1 t3 v4s 4 m0r1r.

Topo solo miraba confundido al ser. Este era la figura de un hombre de saco y bufanda a rayas, aún así su rostro estaba distorsionado al igual que su voz.
A pesar de estar distorsionada, esta daba una sensación de desgano.

-S0l0 f1rm4 4qu1 y l0s s4lv4r3 a t0d0s.. l0 pr0m3t0.

Dijo ofreciendole una pluma y un papel.

Gustavo no comprendía nada, solo quería salvar a sus amigos, cueste lo que cueste.
Por un momento el ser se agachó hasta su altura cambiando de aspecto, ahora mostraba la figura de un hombre de rulos y lentes, este no tapaba su rostro.
Aún así lo preocupante fué la mirada malévola que se formó en su rostro al ver a Topo firmar ese contrato sin siquiera leerlo, estaba desesperado por salvar a sus amigos.

Firmarlo fué un grave error. Antes de perder nuevamente la conciencia, sintió en el aire un aroma a sandía.

-Seguís con tu olor a sandía?..

-D3j4t3 d3 m0l3st4r....

-Para que ocultas hasta tu voz? Ni que fueras alguien importante, Robertito.

-N0 qu13r0 qu3 3s3 h0mbr3 m3 r3cu3rd3 c0m0 l4 3nt1d4d qu3 l0 c0nd3n0.

-Ya está en nuestras manos, no van a poder escapar, son nuestros.



                                         ☆☆☆☆☆☆☆☆




Al despertar, estaban en un espacio vacío y oscuro. Sus heridas estaban curadas y traían una ropa un tanto extravagante.

-Eh?

-Pregunto lo mismo, Alvarito. -Dijo Tavella.

-Donde estamos?

-Y YO QUE SE!

-Eu, calmense porfavor.. -Dijo Topo.

-Si, porfas. Ya nos están hartando. -Dijo un hombre de rulos y lentes. - Llamenme Amo Riki, o solo Riki, como quieram ¿saben?

-Ya estás con tus payasadas. -Dijo otro hombre mas alto con el pelo algo corto y un ojo desviado.

-De ahora en adelante, ustedes trabajan para nosotros. No pueden negarse a ninguna de nuestras órdenes porque si no...

-QUIENES SON USTEDES?!

-Tu amiguito firmó el contrato sin su permiso pero almenos salvó sus vidas, así que no se enojen con el dientudo.

-RICARDO! -Dijo el de ojo desviado - En fin, a mi me pueden llamar Roberto.
Ustedes serán el espectáculo principal. Millones de espiritus vienen a ver nuestro show, así que esperamos que pongan lo mejor de ustedes, humanos.

-E-Eh.. G-gracias?

-En que nos metiste, Topo... -Dijo Santiago.

De la nada, unas luces iluminaron todo el ambiente mostrando juegos y trampas coloridas.

-Denle, tienen que comer, Ricardo. No los podés poner a ensayar ahora.

-PERO EL SHOW INICIA EN UN RATITO!

-Es mañana, Ricardo.

-Disculpen, donde estamos? -Preguntó Santiago.

-Estamos en el gran show de los hermanos Musso!

-Basta, Ricardo.
Estamos en un espacio oculto para mortales como ustedes, aún así al firmar el contrato ustedes tienen permitido entrar. En cambio, para los espiritus este es un espacio "artístico".

-Deja de darles tanta información, Tito.

Las entidades llamadas Roberto y Ricardo los guiaron hasta una mesa llena de comida recién servida.

-Los vas a malcriar?

-Si van a trabajar para nosotros van a tener que comer bien power.

-Pfftt..

Todo se quedó en silencio.
Alvin estaba estático, aún en shock. Santiago estaba alerta, parecía no confiar en ninguno de los dos seres que nos atendían, y Tave solo parecía harto de tanto drama.

-Cuentense algo... -Dijo Riki. - Así de aburridos son los  humanos?!

-No es muy facil hablar sabiendo que vamos a quedarnos acá por una eternidad sin siquiera despedirme de mi familia. -Dijo Santiago.

-Ya, ya.. no es mi.. nuestra.. culpa, es culpa del dientudo que firmó el contrato!

-Lo firmó para salvarnos!

-BASTA! -Dijo Roberto golpeando la mesa. Parecía que no habían comida casi nada los hermanos. Parece que siendo lo que sea que sean ellos no debe ser tan facil comer. -  Basta. Tienen que descansar. Mañana empezará el entrenamiento.


En un abrir y cerrar de ojos estaban en una habitación bastante elegante. Esta tenía camas cómodas para cada "empleado".

Una vez acostados, Gustavo no lo podía creer.

¿Habría sido peor morir por la bomba? Nah.

Al moverse un poco pudo notar una lampara muy hermosa. Esta tenía un adorno de buho con ojos brillantes y algo tétricos. La luz de la luna que se escapaba por la ventana se reflejaba en los ojos cristalinos del adorno blanco.

Mañana será un nuevo día. ¿O Noche?

Maldito §hōw -CUARTETO DE NOS☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora