Prólogo

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Fue en la maraña de días ordinarios, en ese trasfondo aparentemente común de nuestras vidas, donde la historia de Chelsey y Andrew comenzó a escribirse. Dos jóvenes que compartían la misma escuela desde los tiempos de jardín de infantes, aunque sus caminos nunca se habían entrelazado, como si el destino se deleitara en mantenerlos a la distancia justa.

Chelsey, con su risa efervescente y su devoción por los libros, vivía inmersa en su propio microcosmos. Por otro lado, Andrew, enamorado de las estrellas y los misterios que la noche albergaba, trazaba sus propios sueños en las sombras del crepúsculo. Aunque ocupaban el mismo espacio, sus miradas nunca coincidieron, y la vida parecía empeñada en que transitaran por líneas paralelas.

Sin embargo, el destino, con sus giros caprichosos, tenía otros planes. Un día, la hermana de Chelsey, impulsada por un latido inexplicable en su corazón, se enamoró del hermano de Andrew, sin sospechar la conexión invisible que unía a sus respectivos hermanos. En ese instante, las líneas de sus vidas comenzaron a converger de manera inesperada.

Así, en el tapiz de lo impredecible, las vidas de Chelsey y Andrew estaban destinadas a cruzarse de una manera que ninguno de ellos pudo prever. Esta es la crónica de dos almas que, sin buscarlo, se encontraron en el momento preciso en que el universo decidió revelar sus cartas. Sus historias, ahora entrelazadas, se desplegarían como un libro en blanco, esperando ser narradas con los giros y sorpresas que solo la vida puede brindar.

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