2.- Viejas Heridas.

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Los ojos de Marcy se abrieron lentamente, habituándose a la luz de la mañana. Un agudo dolor le punzó en la cabeza, haciendo que su rostro se contrajera. Escaneó con la vista su alrededor y a los segundos supo en dónde se encontraba. Apenas recordaba lo que sucedió anoche.

"¿Puedo pasar?" Alguien golpeó la puerta de su habitación.

"Eh, sí, adelante, Sash."

"Buenos días, ¿cómo te sientes?"

"Como si un tractor hubiera pasado sobre mí." Bromeó con una leve mueca de dolor. "Siento haber arruinado el cumpleaños de Anne..." Una vez más, el sentimiento de culpa la embargó. Su expresión decayó. 

"Tranquila, chica." Sasha la reconfortó, palmeando su hombro. "Tú no arruinaste nada. Ayer la pasamos muy bien. Fue divertido."

Marcy irguió la cabeza de pronto, en sus ojos se reflejó un brillo esperanzador. La cálida mirada celeste le infundió seguridad. Sus labios dibujaron una tenue sonrisa y, esta vez, eligió creer en sus palabras. 

"Ya veo, me alegra mucho saber eso."

"Pero dejando el tema de lado, ¿qué se te antoja desayunar?"

"La verdad es que no tengo hambre." Soltó una risa bobalicona, frotando incómoda la parte posterior de su cabeza. "Pero una aspirina me vendría fenomenal."

La blonda suspiró derrotada.

"De acuerdo, la buscaré, pero antes tienes que comer algo. Te espero en la cocina."

"¿Pe-pero?"

"Es una orden, Wu." Declaró, evitando voltear a verla, de lo contrario, acabaría sucumbiendo a su mirada de cachorro mojado. 

Marcy suspiró rendida y se echó en el colchón. Apretó los ojos con fuerza frente al repentino dolor que le atravesó. Miró hacia abajo y se dio cuenta de que la ropa que traía puesta no era la suya. Sus pómulos enrojecieron abochornados.

"Oh, Dios, esto definitivamente no es mío." Se cubrió el rostro con una almohada amortiguando un grito de vergüenza. ¿Hasta que punto había llegado su borrachera? En realidad... prefería no saber la respuesta a esa pregunta.

Luego de haber tomado una merecida ducha, Marcy se dirigió al comedor, donde el desayuno aguardaba.

"Anne llamó muy temprano preguntando por ti." Sasha le informó, hincando el tenedor en un trozo de tocino. "Le dije que estabas bien, se oía un poco preocupada."

Las facciones de la artista se ensombrecieron, sintiendo un pinchazo familiar en el pecho. Escondió la cara angustiada entre las palmas de sus manos.

"De nuevo le estoy causando molestias."

"Claro que no." Sasha intervino, evitando que se sintiera culpable por quién sabe que número de vez desde su llegada. "Simplemente quería confirmar que estuvieras bien. Sabes cómo es Anne con su complejo de mamá gallina." En el plato le sirvió tocino, pan tostado, dos huevos fritos y un vaso de jugo de naranja. "Asegúrate de comer todo, ¿de acuerdo?" Asimismo le extendió un frasco de aspirinas y una botella de agua.

Marcy vio con un ligero gesto de desagrado el huevo. Ella no soportaba su textura. Además, le hacía recordar la vez que cayó accidentalmente dentro del desayuno de Andrias, ensuciándose de clara y yema de huevo de garza gigante. 

"Se supone que hoy no iba a trabajar, planeaba quedarme contigo, pero surgió un imprevisto con uno de mis pacientes y necesito atenderlo."

"Descuida, Sash, no te preocupes por mí."

"¿Estarás bien?" Cuestionó con la intranquilidad latente en su voz. No quería dejar sola a su amiga.

"¡Por supuesto!" Sonrió y enseñó su pulgar aprobatorio . 

𝗧𝗵𝗲 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗮𝘀𝘁 / 𝔸𝕞𝕡𝕙𝕚𝕓𝕚𝕒  (Pausado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora