En la penumbra, la feria desgarrada yacía como un testigo mudo de la tragedia que la había consumido. Los vestigios de la celebración pasada se desvanecían ante la brutalidad de la destrucción, donde el eco de las risas festivas había sido reemplazado por el sordo murmullo de la ruina. Cada rincón, antes impregnado de júbilo, se veía ahora sumido en un silencio que resultaba más inquietante que cualquier grito previo.
Las atracciones, una vez llenas de luz y diversión, se erguían como monumentos grotescos, sus estructuras retorcidas y desgarradas. Sangre salpicaba las estructuras que antes albergaban risas, mientras partes desgarradas del cuerpo humano adornaban el suelo como macabros recordatorios de la atrocidad que había tenido lugar. El olor a hierro y desesperación impregnaba el aire, mezclándose con la quietud que ahora envolvía la feria desolada.
En el firmamento, el cielo se pintaba con tonalidades rojas, una manifestación del caos que se había desatado en aquel rincón de ensueño. Cada nube, cada estrella, parecía reflejar la violencia que había marcado esa fatídica noche... La luna, testigo imperturbable, arrojaba su luz sobre un paisaje que se había transformado en un campo de batalla donde la inocencia se había desvanecido.
Héroes y villanos, en su última danza, compartían el mismo destino bajo el cielo carmesí. Ninguna figura conocida emergía entre los escombros, solo la devastación que había dejado tras de sí la confrontación despiadada. Las atracciones, ahora reducidas a escombros yacen en silencio, monumentos de un conflicto que dejó marcas imborrables en la memoria de aquel lugar de entretenimiento.
En medio de este paisaje desolado, Angel, el jefe, desplegaba sus alas majestuosas con una solemnidad que trascendía la victoria. Su mirada, atrapada entre el alivio y la tristeza, reflejaba el precio pagado por la paz. Con la cabeza del líder, Nock, en sus manos, sostenía un trofeo que irradiaba tanto triunfo como desdén.. no hay perdón NOCK.
Un crujido grotesco, como un eco de condena, llenó el aire cuando Angel trituró la cabeza de Nock con sus propios dedos, diseminando fragmentos sangrientos en una lluvia macabra. Este acto siniestro resonó como un himno de triunfo, un rugido de victoria que reverberaba entre los escombros de la feria. Los pedazos desmembrados de la cabeza caían al suelo con un estrépito, danzando en la oscuridad como una macabra conclusión... Esto es lo que queríamos? Acabar con toda nuestras peleas?
El chico jefe Angel, con su tacón manchado de sangre, avanzó con pasos firmes sobre el campo de batalla desolado. Alzando la mirada hacia el cielo teñido de carmesí, proclamó con una risa tenebrosa:
—ESTO ES LO QUE TODOS QUERIAMOS! NO ES ASÍ?...
Su voz, cargada de triunfo y desesperación, resonó en la feria ahora desierta, como un eco que se prolongaba en la eternidad del silencio.
La calma, pesada como un sudario, se asentó finalmente sobre el lugar. Pero la victoria estaba empapada de tragedia, y la feria, ahora convertida en un camposanto de memorias rotas, descansaba en un silencio eterno. Los destinos entrelazados de héroes y villanos se inscribían en la trama del tiempo, como una epopeya oscura que dejaría su marca indeleble en las sombras...
La sonrisa que había adornado el rostro del jefe Angel se desvaneció en medio del macabro escenario que se desplegaba ante sus ojos, un escenario teñido por la oscura paleta de la muerte. Sus ojos, ahora apagados y desprovistos de la chispa de la victoria, recorrían el panorama desolado, donde cada rincón estaba marcado por la tragedia y la sangre derramada.
Entre la multitud de cuerpos inertes yacían héroes y villanos, sus destinos entrelazados en el lienzo de la fatalidad. Sin embargo, para el jefe Angel, ya no importaba. La conquista había dejado un silencio sepulcral que envolvía la feria desgarrada, anulando cualquier vestigio de triunfo que pudiera haber sentido.
En ese silencio, un crujido inesperado resonó detrás del jefe Angel, rompiendo la quietud como un eco ominoso. Sus ojos, antes apagados, se dilataron con enojo mientras identificaba la fuente del sonido. Un héroe solitario, Zaki, se alzaba entre los cadáveres, sus alas desplegadas revelando un aura de terror. El pequeño héroe, en medio del caos y la carnicería, temblaba de miedo, cuestionando en un susurro:
— y-yo.. p-porque n-
El jefe Angel, en su marcha sin decir palabra alguna, avanzó hacia Zaki. La atmósfera estaba cargada de tensión entre el cielo teñido de rojo y el rastro de sangre que rodeaba a ambos. Sin pronunciar una sola palabra, Angel agarró el brazo de Zaki con firmeza. Sus grandes alas se desplegaron con una majestuosidad aterradora, listas para alzar el vuelo y llevarse consigo al joven héroe....
Mientras las alas batían en el aire, Angel y Zaki ascendieron, dejando atrás la escena de caos y desesperación. Entre la sangre derramada y las cabezas desmembradas, los únicos héroes supervivientes se alejaban en silencio. El cielo rojo se convirtió en su único testigo, guardando en su memoria la partida de los dos protagonistas de esta trágica epopeya..(Porque escribo esto? XD)
La dirección del vuelo era incierta, el destino de Angel y Zaki permanecía en la nebulosa de lo desconocido. En medio de la sangre y las muertes, los únicos testigos de la feria ahora desierta eran los restos despedazados de Nock, un recordatorio grotesco de la brutalidad que había desencadenado esta guerra sin cuartel.
Así, el jefe Angel y el lindo Zaki se alejaron, desapareciendo en el horizonte manchado de algo. Algo resonaba en la mente del líder caído: ¿hacia dónde llevaría este vuelo desgarrador a los últimos sobrevivientes en un mundo desgarrado por la violencia y la venganza? Ni idea alguna se alzaba ante ellos, solo la incertidumbre flotaba en el aire, como una sombra que los envolvía en su vuelo hacia lo desconocido..
¡Gracias por leer!
Me costó un chingó, peor cuando me saco el wattpad y pensé que se me había borrado esto XD. Pero alfinal vi que no, y aproveché para terminarlo acá.
Hecho por: alphonse
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This is what I wanted...
Фанфик...esto es lo que queríamos? ¿Esto es lo que el quería? terminar con esta SUCIA BATALLA...ahora todos descansaremos en paz. ...¿No es así, jefe?