Nuestros corazones laten como uno

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Título: Unos shots de tequila

Manglica & Eak x Joy

Le parole lontane, de Måneskin
It's All Coming Back To Me Now, de Celine Dion

Una colección de fotografías de todo lo acontecido pasaba por su mente como un torbellino, como un caleidoscopio, una sucesión constante que parecía marearla. Los hechos acontecidos de un pasado añejo se ceñían como cadenas a su cerebro. Se mantenía impávida ante el desastre en su interior, y bebió los últimos sorbos que había dentro de la botella. No la dejo satisfecha, así que le pidió más al cantinero.

Una dulcificada voz reverberaba por todo el establecimiento, se volteo y ahí estaba Joyce cantando fervorosamente y con tanta pasión My Heart Will Go On de Celine Dion.

De todas las canciones que ha podido cantar... tuvo que elegir la que más la recordaba a 𝓔𝓵𝓵𝓪, como si no tuviera suficiente con sus recuerdos. Apretó fuertemente el vaso, concentrada en su tequila sunrise. El color de su cóctel asemejaba a sus cabellos rubios cobrizos, esos que ya no volvería a ver, esos que ya no volvería a tocar ni a oler al shampoo de manzanas verdes, miel y almendra o incluso de coco que solía usar. Solo en su memoria aún existía esa acicalada melena cual tela dorada ondulante.

Los recuerdos se agolpaban de escenas que quería revivir, más era imposible viajar en tiempos atrás. Estaba en un campo, el verde invadía a su alrededor, y justo allí, un poco más lejos entre los pastizales se hallaba 𝓔𝓵𝓵𝓪; debajo entre el cruce de unos durazneros y árboles de mango. Portaba una diadema de flores, creo que eran de tela o tejidas, pero siempre usaba una para que ni un pelo estorbará en su trabajo. Se volteó, pues su canasta estaba llena, y su mirada rosa chocó contra el ámbar suyo. Esa sonrisa... Corrió hacia 𝓔𝓵𝓵𝓪, pero la traspasó y ahora solo era un montón de glitches. Cerró sus puños y se quedó mirándolos fijo. Quería creer que esto era real. Pero no aceptaba la verdad de su realidad. Luego estaba en otro escenario, como si dentro de su mente fuera un antiquísimo televisor de 1950, en el que transmitía cada momento, pero la señal fallaba y cambiaba de canal.

Se sumergia cada vez más profundo entre todos sus recuerdos. Se ahogaba en una agonía que no se deja cicatrizar, solo se abría más y más.

Los hilos de lana blanca de su cabeza se encrespaban. Sentía como la ansiedad aumentaba, y como si la gravedad a su alrededor también lo hiciera. Sentía que caía, caía, caía... en algo que no parecía tener final. Imágenes e imágenes de su persona no se detenían en rodearla. No podía olvidar ese risueño rostro de cabello anaranjado y pecas. Se reproducía su figura, con 𝓔𝓵𝓵𝓪 mostrándole un pavo real blanco que vino a su granja. Luego se superpuso con 𝓔𝓵𝓵𝓪 haciéndola conocer a sus nuevos pollitos, recordaba el repudio grabado en su rostro cuando le preguntó si podía ayudarla a excavar solo algunas lombrices para sus gallinas. Se deformaba el espacio, y la volvía a ver. Cara a cara, cuando 𝓔𝓵𝓵𝓪 le regaló un brazalete de plata y amatista. Era su cumpleaños... En eso, se sobrepuso una escena cuando ambas fueron a una fiesta de Halloween. Se hallaba disfrazada de Spider Gwen, mientras ella lucía como Mako Mankanshoku de Kill la Kill, solo si fuera albina y tuerta. 𝓔𝓵𝓵𝓪 la ayudo a confeccionar el sombrero y chaqueta para que sea vea similar.

Our hearts beat as one (Manglica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora