Te alejas más de mi • Kuroken

1.

Kuroo y Kenma llevaban ya un largo tiempo siendo pareja, ambos se veía felices, muy felices.
Pero a pesar de lo que aparentaba, Kuroo, no sentía lo mismo que antes, los abrazos, los besos, las caricias y los detalles que antes disfrutaba y apreciaba, ahora se había convertido en una obligación, pero el no quería destrozar la ilusión que Kenma tenía de casarse con el.

Habían quedado de verse en una cafetería y luego ir a una plaza, Kenma llegó antes al lugar acordado y compró unas flores para su novio, sin embargo, él no llegó, esperó sentado al rededor de 4 horas, no podía creerlo, nunca le había hecho algo así. No quiso pensar mal de él, entonces imaginó que había tenido algún problema por el cual no pudo llegar.

Días después, Kenma no había recibido ninguna llamada de Kuroo, ni siquiera un mensaje, había comenzado a preocuparse por lo que decidió caer de sorpresa a su casa, con un regalo o algún detalle lindo para darle, cuando llegó con un peluche de un gato negro, el animal favorito de Kuroo, éste no le abrió la puerta, parecía que ni siquiera se encontraba en casa.
Kenma con desilusión regresó a su departamento que hace unos meses habían acordado compartir en un tiempo, tiempo que nunca llegó, pero Kenma no quiso decirle nada a Kuroo porque pensó que tal vez no se sentía listo y trató de comprenderlo.

Recostado en su cama estaba pensando en todas las cosas que había estado haciendo últimamente, según él no había hecho nada malo para que Kuroo estuviera enojado con él, se sentía fatal, comenzó a sobrepensar y a imaginarse lo peor, pero tampoco quería estar triste, recordó todas esas veces que su novio le había dicho que le encantaba su sonrisa y que era hermosa "cuando me quería", pensó, no soportó más las lágrima que había estado guardando esos días y las dejó salir, no sabía que hacer.

Al día siguiente hizo su rutina de siempre, tomó una ducha, desayunó, se lavó la cara, los dientes, se vistió y salió de su casa a la de su mejor amigo, Shoyo, necesitaba un consejo y él era el único con el que podía hablar y contarle su situación.

Cuando llegó, tocó la puerta y un pelinaranja le abrió, al verlo, sonrió enormemente y lo dejó entrar a su casa.
—¡Kenma! ¡Cuanto tiempo sin que vinieras a visitarme!— Se abalanzó a Kenma para abrazarlo—te extrañé— sonrió—¿Cómo van las cosas con Kuroo? ¿ya viven juntos y tienen sus ochenta gatos?— Rió

Kenma rió suavemente, de verdad deseaba que así fueran las cosas.

—Ojalá fuera así— Hizo una mueca de tristeza lo que preocupó a Shoyo, a pesar de que casi siempre tenía una cara seria, cuando hablaban de Kuroo sonreía con tonto, esta no fue la ocasión.

—Pero, ¿Pasó algo con el?— Preguntó Shoyo

Kenma con la mirada baja estaba conteniendo sus lágrimas—Bueno... él— comenzó a llorar y Shoyo corrió a abrazarlo— No sé que le pasa, está muy raro conmigo, bueno, ni siquiera me ha hablado, hace dos días habíamos quedado de vernos en una cafetería y luego ir a la plaza, pero... no llegó—dijo entre sollozos—y luego fui a verlo a su casa y no salió, no sé nada de él, Shoyo, tengo miedo ¿habré hecho algo mal?—el estado en el que se encontraba su amigo a Shoyo lo hizo sentir muy mal, estuvo un buen rato abrazándolo y consolándolo, realmente se sentía decepcionado de Kuroo, nunca creyó que le haría algo como eso a Kenma, se veía que lo amaba mucho, no entendía nada.

Ola (≧◡≦) hace mucho que no escribía, o por lo menos no aquí en Wattpad, últimamente me he vuelto a obsesionar con este bellísimo ship, espero que al menos dos personas lean esto, según yo no lo hice tan mal (╥_╥)
Bueno espero les guste la historia, bai
(￣▽￣)