Día 10. Aún pienso en él

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Desbloqueé el móvil y miré la hora: La 1:45. Hacía bastante viento y no faltaba mucho para que comenzara a tiritar yo también. Me toqué la nariz, la tenía helada. Eché un breve soplo de aire caliente a mis manos pálidas, parecía que tuviera las venas pintadas de morado, azul y verde.



-Tengo que irme.-Le dije sacando de mi mochila los cascos.


-No...


-No quiero que me violen por la calle, soy demasiado sensual, gracias.-Bromeé mientas conectaba los cascos al móvil.


Me aparté el pelo de los ojos y me bajé el gorro para que no me entrara frío por la cabeza. Las hojas de los árboles se movían con fuerza, no había casi nadie más en la calle y nos iluminaban luces débiles de color naranja. Se apoyó en la columna y se subió la cremallera de la sudadera después de que me ofreciera meter mis manos dentro para quitarme el frío, salí del compromiso haciéndolo y quitándolas con rapidez con una broma. Él también solía hacerme eso, su imagen me vino a la cabeza cuando este otro chico hizo lo mismo. Una semana pasó desde que nos dijimos "adiós" y yo no estaba dispuesta a darle a nadie aún lo que a él le di... Ni mucho menos.


-Quiero verte sin gorro.-Dijo mientras me lo arrebataba (cosa que odio) de la cabeza.Le miré con cara de fastidio, se lo quité de las manos.


-Tengo complejo con la frente.- Respondí poniéndomelo y alisándome el pelo.


-Claro, como tienes tanta...


Volví a lanzarle esa mirada. Se rió.


-Hey, señorita, siento decirle que usted no es especial, no tiene la mayor frente que haya visto en mi vida.


Se apartó de la columna y me apoyé entre tanto. Me coloqué bien la maleta recordando que tenía que irme, ya que prometí volver temprano. Se percató y volví a lanzarme vaho caliente en las manos.


-¿Tienes frío?


Se acercó a mí y me dio un abrazo de esos que duran mucho. Me incomodé un poco, noté cómo respiraba en mi oído y olía mi perfume. Presionó levemente mi cuerpo contra el suyo y yo me aparté. No quería parecer brusca ni borde, pero no sé, simplemente no me apetecía nada de eso. Me lo había pasado genial esa tarde, pero no veía más que un posible amigo, un comienzo de una buena amistad y además seguía sintiendo algo muy fuerte por otra persona.


No quiero decir con esto que el chico quisiera nada conmigo, lo mismo es así de cariñoso con todo el mundo, pero me dio una impresión de que iba a pasar lo que otras veces ya me había pasado... Y eso era un marrón.


Día 10. Aún pienso en él cada día. Dolorosamente.

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