15. is this in my head?

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Mike tuvo una idea.

Históricamente, esta no es una frase que usualmente traiga buenas noticias con ella. Eso no significa que no las traiga en absoluto, claro. Significa que, casi siempre que Jane reconoce esa expresión en él, algo va a suceder. Algo, para ponerlo en simples palabras, diferente.

Diferente, es decir, no equivalente de malo pero tampoco de bueno.

Una de aquellas veces que Mike fue a Jane con esta misma frase — ¡tengo una idea! — y una sonrisa distintiva en su rostro, regresaron a sus hogares a las dos de la mañana luego de que Mike hubiese jurado que sabía perfectamente a dónde las estaba llevando a Jane y Alyssa. Alerta de spoiler: no tenía idea.

En otra ocasión, la cosa se puso peor porque Will estaba involucrado.
Y, típicamente, Will y Mike no son exactamente dos personas que logran convivir en paz y armonía durante extensos períodos de tiempo (el campamento de noveno grado es la mayor evidencia de esto).
Para no hacer las cosas muy largas, la dicha "fantástica" idea de Mike ese día de los inocentes consistía en jugarle una broma a Will y llenar su casillero de arroz.
Es un misterio, todavía, cómo se le ocurrió eso a Mike. Jane no quiso preguntar, y tampoco tuvo la oportunidad de hacerlo porque su atención estaba puesta en su hermano.
Will no iba a quedarse atrás; gastó tiempo, esfuerzo y dinero en comprar una mochila exactamente igual a la de Mike (Jane no se imagina que hubiese pasado si utilizaba la real) y metió en ella tres litros de pintura roja.

Al menos esa vez llegaron a una tregua y acordaron nunca más jugarle bromas al otro por el día de los inocentes.

Desde entonces, Jane sabe que debe prepararse mentalmente cada vez que Mike utiliza la palabra idea en una oración.

Esta vez, esto puede llegar a ser muy malo; especialmente teniendo en cuenta que Will entra en dicha idea que tuvo Mike.

—¿Listo?

Se oye un suspiro desde la habitación de Will, aunque Jane no puede verlo del todo.

—¿A dónde vamos?— pregunta su hermano, al mismo tiempo que su silueta se vuelve visible, anteriormente en el suelo cubierto por la alfombra junto a la cama. Toma asiento en el colchón y termina de calzarse.

Jane es la que suspira esta vez.

—Por décima vez— dice, acercándose para admirar su reflejo en el espejo de cuerpo completo que hay junto a la puerta de la habitación—. No tengo idea.

Will la mira como si Jane no estuviera diciendo la verdad.

—Mike debe haberte dicho algo— insiste, mientras Jane acomoda su cabello con la ayuda de las yemas de sus dedos—. ¿O no?

—Sólo dijo que venía a buscarnos a las siete.

—¿Y por qué tengo que ir yo? — cuestiona, aunque lejos de parecer frustrado o molesto.

—¿Cuánto tiempo van a seguir fingiendo que no son amigos?

—No somos amigos— replica Will, acomodándose el cabello luego de colocarse un suéter blanco—. Y eso no responde a mi pregunta.

—Ya están aquí— avisa Jane, ignorando las palabras de su hermano mientras relee la notificación emergente en su teléfono por parte de Wes—. Vamos.

Will suspira pero se apresura a tomar sus llaves y abrir la puerta para que ambos abandonen la casa.

Hay un automóvil esperando afuera, perteneciente a los padres de Mike, con las cuatro ventanillas abiertas y Mike y Wesley observando en dirección a Jane y Will.

Jane comparte una mirada con su hermano cuando Wes saluda con la mano, sonriente.

Will se dirige al lado izquierdo del vehículo para abrir la puerta del asiento posterior al de Mike. Antes de hacerlo, dice:

love to hate you - bylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora