Para alguien que no hablaba siempre se le ha dificultado demostrar emociones e incluso entenderlas era aún más difícil, por eso, no era por qué le era indiferente el hecho de que Zelda lo tratara mal o no pudiera demostrar su poder como la reencarnación de la diosa con su frustración e irá fuera totalmente cayendo en él, si no por qué no entendía dicho sentir, no le importaba si quiera comprenderlo, aceptando las disculpas a pesar de verlo innecesario, y aunque la princesa intento enseñarle a demostrar incluso la mínima muestra de sentimientos no logro más que unas simples palabras en lenguaje de señas sobre su adoración a la comida, incluso pasaron semanas antes de que pudiera decir la razón tras su incapacidad a algo tan simple, tragándose la incomodidad y molestia que llenaron su corazón ante el signo de debilidad que en ese momento había demostrado, el profundo miedo que había guardado durante años desde el día en que fue entrenado como caballero, la responsabilidad de ser el elegido, algo como una emoción era incluso un error el cual pagaría muy caro pues si demostraba ser cercano a alguien con dichos sentimientos este correría peligro por el clan Yiga que solo buscaba su extinción para que su adorada calamidad pudiera hacer su reinado, y a pesar de que estos eran sumamente debiles, los ataques que protagonizaban también dañaban a civiles de todas las especies como si lo amenazaran con ellos. Link negaba querer entender y demostrar lo que le hacía una persona.
Quien diría que se tragaria sus propias palabras (en su caso señas) poco tiempo después, más exactamente 100 años dónde en aquel puente de piedra brillante dónde fue aclamada su ayuda, conoció a un ser de la raza zora, el doble de alto que él tal vez más, su implacable presencia le fue intimidante, un ser semejante a un tiburón, y el fuerte color dorado en sus ojos parecían verle el alma, Link se sintió aturdido pero incluso antes de que pudiera ponerse en guardia como defensa este Zora, sonrió, el héroe que por cierto sintió la enorme necesidad de cerrar sus ojos ante tal brillantes escucho su pedido sin poder señalar su propósito, le pedía ayuda para la situación que podría tener a grave peligro a los Zora, explicándole como Vah Ruta había hecho fuertes lluvias desde hace semanas atrás donde podía llevar acabado inundaciones que llegarían hasta los hylianos, sin embargo a pesar del riesgo el principe siempre le dedicó una enorme confianza, una sonrisa en cada frase, una que otra risa y llenandolo de cumplidos por tener el valor de poder tomar su petición, sin poder controlar sus expresiones también sonrió, a pesar de que sentía el agua fria recorrer todo su cuerpo, dedico su primera sonrisa después de despertar al príncipe.
Y aunque suene incluso incrédulo, pocas veces sonreía si no fuera por su amada comida, o tal vez cuando se probaba ropa diferente a su túnica de campeón (recuerdos de la ropa típica de las Gerudo) pero normalmente esas pequeñas risas de alegría siempre fueron en sus momentos solitarios, dónde nadie le veía como un héroe, y nadie esperaba algo de él, su zona de confort siempre me permitió mostrar casa una de sus expresiones que había guardado con tanto recelo incluso después de despertar sin ninguno de sus recuerdos como si fuera ya un instinto primario, pues incluso su seriedad fue admirada como si fuera un gran logro, alabado por ser el héroe de la leyenda, subido a un pedestal de expectativas con la presión de see mejor en cada una de ellas, nadie sabía la alegría cada que tenía una nueva receta, o el suspiro de satisfacción en conjunto de un eructo después de alimentarse, incluso los días en que se enojaba haciendo una rabieta por lo injusto que eran los monstruos al irse contra él en bola sin dejarle contraatacar, o aquellos días donde la pereza le ganaba y se quedaba en una posada todo un día maldiciendo ser un héroe, dónde se derretía en la cama durmiendo las 24 horas obteniendo el merecido descanso que debía tener cualquier ser, el seguía siendo un humano después de todo, no era un guardian que estaba vigilando 24/7 el castillo o una bestia divina que estuviera en la misma posición por siglos, él era Link, un caballero que tuvo la mala suerte de ser amado por la espada que doblega la oscuridad, aunque su vida cambio levemente el día en que lo conoció viendo al príncipe tan brillante de los Zora actuando como un ciudadano más sin importar su estatus, jugando con los pequeños y hablando con los guardias como un gran amigo, sin dejar de lado su postura de un noble pero hablando tan trivialmente con cualquier ser que se le cruzará, agradeciéndole de rodillas su hazaña, como si no importará que un príncipe estuviera en el suelo por un simple soldado, fue la segunda vez que sonrió lleno de vergüenza, señalando que era su deber como el elegido de la diosa.
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Emociones ||SidLink||
FanfictionUna pequeña historia de dos tontos enamorados. •Esta es una historia de dos capítulos por lo que puede que haya extras •La pareja es Sidon y Link si no te gusta este ship recomiendo que no lo leas •Los personajes obviamente no me pertenecen •Estare...