Capítulo 01 - Este ha sido el Precio

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Lentamente comencé a abrir los ojos, una luz momentáneamente cegó mi visión y luego, observé.

Paredes, techo y suelo de roca, grandes columnas sostenían la estructura; en el techo colgaban estalactitas y en el suelo estaban las estalagmitas, se sentía agua corriendo por algún lugar. ¿Dónde? No lo sé. En algunos lugares dispersos, crecían hierbas y hongos; entre los hongos, algunos irradiaban luz. La caverna parecía ser bastante grande, no importaba a donde mirase, solo me sumergía en la profunda oscuridad.

No había mucho que hacer, por lo tanto, comencé a comprobar mi estado. En una situación anómala como esta era mejor estar seguro de que mi cuerpo estaba completo.

Primeramente los brazos, intenté mover un brazo. ¿Qué fue eso? Sentí una sensación extraña, estaba levantando mi brazo pero de repente se desvaneció, como si el viento lo hubiese consumido. ¿Viento en una caverna? Intenté una vez más, ahora con ambos brazos, fue la misma sensación. Entonces, probé con las piernas, intenté dar un paso... Se repitió lo mismo. ¡¿Qué diablos está pasando?! Lo volví a intentar, fue igual, ni siquiera me movía. Fue ahí cuando lo noté, no había sensación de tacto. ¿Acaso había perdido uno de mis sentidos? ¿Ese era el precio que debía pagar? No parecía muy alto la verdad, pero tampoco podía oler y sin olfato supongo que tampoco tendría gusto. ¡No era uno, sino tres! Tacto, olfato y gusto.

En ese momento me invadió la ansiedad. ¡¿Qué voy a hacer?! Perder uno era aceptable, pero ¿Tres? ¡Eso era demasiado, solo tengo cinco y perdí más de la mitad de ellos!

¡Concéntrate! No es momento de perder la compostura. Me dije a mí mismo. Al menos, aún tengo la vista y el oído, quizás puedo hacer como los monjes y agudizar los sentidos que aún conservo. También recuerdo que una vez leí que cuando pierdes un sentido, los demás se fortalecen; yo perdí tres. ¿Desarrollaré vista de águila y oído de lobo? ¡Eso sería genial! Podría escuchar lo que hablan al otro lado de la pared y ver una hormiga a kilómetros de distancia. Más importante, si perdí el tacto, no debo sentir mis extremidades, pero tampoco puedo moverme, eso significa que...

Miré hacia abajo intentando buscar mis pies o manos. ¿Dónde demonios están mis extremidades? Intenté moverme a cualquier lado posible y entonces...

*Crack*

¿Qué fue eso? Espera, lo sentí, aún tengo tacto, ¡no lo perdí! Pero eso significa que perdí mis extremidades, eso es aún peor, ¿qué se supone que voy a hacer sin brazos o piernas?

Dame un respiro, solo uno por favor. Bien, hay personas que viven sin brazos o piernas, yo no soy menos que ellos, puedo hacerlo. Voy a vivir en este mundo aunque no tenga extremidades.

Un tiempo después...

¡No, era broma, no puedo hacerlo, no me he podido mover ni un centímetro! Pero no me puedo rendir, si no me rendí cuando me encerraron en el corralito a los 5 años, ¡no me rendiré ahora!

*Aaaagh* *Jump*

Sentí una sensación de ligereza y antes de darme cuenta, me estaba elevando y entonces comencé a caer.

¡¿Eso fue un salto?! ¡Lo sabía, puedo lograrlo, vamos otra vez! Nuevamente sentí lo mismo y en pocos segundos estaba saltando por todos lados. Al fin una pizca de alegría entre tanta oscuridad.

Aunque aún tenía muchas dudas. ¿Qué era este lugar? ¿Dónde estaba la salida? Y lo más importante, ¿qué demonios pasó con mi cuerpo?

Por cierto, hace un rato descubrí que mis ojos pueden girar 360°, pensé que había reencarnado en un reptil, un greco o algo así, pero no tengo extremidades y las serpientes no giran tanto sus ojos. Además, cuando giro mis ojos se siente más como si cambiaran de lugar.

Bajo la luz de la Luna I: Ascensión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora