31 💌

417 64 57
                                    

Otro día, otra nota

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otro día, otra nota.

Karma rodó los ojos sin poder ocultar su sonrisa.

"Si me quitaran un yen cada vez que haya pensado en ti los últimos cuatro minutos, mi cuenta ya estaría en números rojos. 1.7".

Qué tonto juego de palabras, y qué tonto era sonrojarse por aquello. Pero ahí estaba, intentando ocultar su rostro casi metiendo la cabeza por completo en su casillero para que nadie se diera cuenta del color carmesí que habían adquirido sus mejillas.

—¿Karma Akabane, sonrojado? ¿Es este un milagro?

—Cállate —murmuró, rodando los ojos, girando por completo hacia su ex pareja.

—Oh, normalmente, esa es mi línea —sonrió.

—Eres todo un romántico, ¿eh? —alzó una ceja al mismo tiempo que cerraba la puerta de su casillero.

—Si me dejaras ser tu novio de nuevo, podría ser todavía más romántico.

Karma ahogó una carcajada, mirando al suelo.

—Gakushū…

—Por favor—. Qué extraño era ver a un Asano rogando y, sin embargo, ahí estaba—. Karma, de verdad lo siento. Sabes que sí.

—Mhm, yo lo sentí más, ¿sabes?

Asano bajó la mirada a las baldosas brillantes y pulidas. Casi pudo ver su reflejo, sus ojos violetas rebosantes de la culpa que sentía.

—Lo sé —mordió su lengua antes de volver a decir que lo lamentaba; eso no serviría de nada—. Pero… ¿no merezco una segunda oportunidad?

—Aún no lo decido —jugueteó, juntando sus miradas de esa forma pícara que volvía loco al peli naranja—. ¿Te la mereces?

Gakushū titubeó un segundo, dejándose inundar por el sentimiento de egocentrismo con el que había sido criado. Claro que se merecía una segunda oportunidad; era Asano Gakushū. Luego recordó que a quien le estaba pidiendo esa oportunidad era Akabane Karma; chico guapo, popular aunque no lo pareciera, honesto, juguetón, leal, justo, inteligente y atlético, y de pronto se sintió como si él mismo no fuera nada comparado con el pelirrojo.

—¿Qué tengo que hacer para demostrártelo?

—No lo sé, Gakushito~. Dicen por ahí que eres inteligente; averígualo —sacó la punta de su lengua a modo de burla antes de sonreír y darse media vuelta para poder caminar hacia su aula.

El oji cobre probablemente jamás sabría lo mucho que ese gesto le hacía sentir.

Respiró un par de veces y siguió los pasos de Karma hacia el aula, dando un par de sonrisas falsas a alumnos que ni siquiera conocía, pero que parecían conocerlo a él.

—¡Oye, Gakushū!

—Ren, no grites —rodó los ojos cuando su mejor amigo llegó a su lado corriendo.

1.11 [Karushuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora