Herobrine y Steve, se encontraban en medio de un bosque denso y misterioso. Lo que había comenzado como un encuentro casual pronto se convirtió en un malentendido que los llevó al borde del conflicto.
Todo empezó cuando Steve acuso a Herobrine de ser el villano, y en cierto lo era, pero esta vez no tenía nada que ver con esas acusaciones.
El bosque resonaba con el sonido de los golpes y las explosiones mientras Herobrine y Steve se enfrentaban, cada uno defendiendo su honor y sus ideales.
La tierra temblaba con la intensidad del enfrentamiento, y el aire estaba cargado de electricidad mientras los dos luchaban, por lo que creían que era correcto.
La atmósfera estaba cargada de tensión, y cada movimiento era una danza peligrosa entre la luz y la oscuridad.
Herobrine, con sus ojos brillantes, desató su furia con una ferocidad desenfrenada. Su presencia imponente y su dominio sobre las fuerzas oscuras del mundo lo convertían en un adversario formidable. Con un movimiento de su mano, convocaba relámpagos y desataba tormentas de fuego, desafiando a Steve a enfrentarse.
Steve, no retrocedía ante el desafío. Con su armadura reluciente y su espada en mano, se mantenía firme ante el poder de Herobrine. Con cada golpe y esquivada, demostraba su destreza y determinación para proteger a sus ser más querido, Alex, de las fuerzas oscuras que amenazaban con destruirlo.
Sus miradas se cruzaron y aunque reflejaban odio mutuo, debajo de eso se reflejaba tristeza, en cuanto se olvidaban de que eran diferentes, se caían bien, se querían. Todo lo que habían pasado, los hizo de alguna manera quererse, sentirse más que solo amigos.
Pero en ese momento de lucidez, ambos se dieron cuenta de que son y deben ser enemigos.
La batalla era una sinfonía de golpes y explosiones, donde el terreno se estremecía con cada choque de poderes.
A pesar de los poderes de Herobrine y su habilidad para manipular las sombras a su antojo, Steve no se dejaba acorralar, Con coraje y determinación, contraatacaba con la fuerza el héroe que llevaba dentro, desafiando sus propios límites.
La batalla alcanzó su clímax cuando ambos contendientes se enfrentaron cara a cara, con la mirada fija y el destino en juego; listos para dar el último golpe, corrieron a enfrentarse de nuevo.
Pero Herobrine no pudo hacerlo, en el último momento sus ojos se abrieron expresando ¿miedo?, no pudo atacar a Steve, recibiendo todo el ataque.
El mundo tembló con la fuerza del impacto, y por un momento, todo quedó en silencio. Cuando la polvareda se disipó, Steve se encontraba de pie, victorioso, mientras Herobrine estaba derrotado en el suelo, totalmente inmóvil.
Y esos ojos que brillaban con tanto esplendor, ya no lo hacían, se veían vacíos, como si solo fuera una carcasa vacía.
No parpadeaba, solo miraban a Steve, si es que podían verlo.
Steve observó por primera vez con horror el resultado de la batalla que habían librado. A pesar de su victoria, el corazón de Steve estaba lleno de tristeza y pesar al darse cuenta de que había derrotado a Herobrine.
La idea de que alguna vez hubieran compartido risas y desafíos juntos ahora parecía un recuerdo distante, eclipsado por la amargura de la batalla.
Steve recordó los días en los que él y Herobrine exploraban los rincones más oscuros y peligrosos del mundo, enfrentando juntos los desafíos. Habían sido compañeros, unidos por la oscuridad que él quería desatar, pero por cariño hacia él había detenido.
Pero algo había cambiado en Steve, algo oscuro y maligno que lo había transformado en alguien hostil.
Steve se sintió abrumado por la tristeza y la nostalgia mientras contemplaba el estado de Herobrine. Aunque era necesario detenerlo, siempre había otra manera.
Las palabras que se dijeron en medio de la confrontación entre Steve y Herobrine resonaban en la mente de Steve como un eco doloroso. Antes de que la pelea se volviera física, se habían intercambiado palabras que no debieron ser dichas.
La tensión y la emoción del momento habían llevado a ambos a pronunciar palabras cargadas de ira, resentimiento y dolor; acusaciones que cortaban como cuchillos afilados y verdades dolorosas que resonaban en el silencio.
Steve recordaba con pesar las palabras que salieron de su boca, palabras que hirieron a Herobrine más profundamente de lo que él hubiera deseado. Palabras que revelaron la amargura y la decepción que había crecido en su corazón, alimentada por la traición, una traición sugestiva.
Por su parte, Herobrine también había pronunciado palabras que no podían deshacerse, palabras llenas de desprecio y desafío que reflejaban la oscuridad a la que pertenecía.
Palabras que dejaban en claro que la amistad que compartían talvez era falsa.
Steve se lamentaba por las palabras que habían sido dichas, se preguntaba si alguna vez podrían sanar las heridas causadas por esas palabras. Se arrodilló con cautela junto a la figura derrotada de Herobrine, cuyo aliento se desvanecía lentamente en el aire que los rodeaba.
Con gesto de preocupación, colocó una mano con delicadeza sobre la mejilla de Herobrine.
"Herobrine", murmuró Steve, su voz resonando con un matiz de desesperación, "Despierta, por favor... No me dejes."
La figura de Herobrine yacía quieta en el suelo, inmóvil.
"Perdóname, d-despierta, ¿sí?", continuó Steve, sus palabras cargadas de esperanza de que su petición fuera escuchada; "hubieron días buenos, no quiero que esos días acaben."
Herobrine permanecía inmóvil, su mirada perdida en un abismo de sombras.
Con un suspiro resignado, Steve se levantó lentamente, dejando que sus palabras flotaran en el aire como un eco en la eternidad de la mirada de Herobrine.
Y así, en el silencio que siguió, Steve aguardó con paciencia, con la esperanza de que despertara, pero cada segundo que pasaba lo hacía parecer imposible.
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enamorado del mal (herobriner x steve)(yaoi)
Randomsteve.....tu... eres....la...presa? una historia que tiene de todo solo deja volar tu imaginación mientras te adentras mas en la historia No muy seguido la actualizaciones XD PIMERA HISTORIA