06| el Sol

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Lejos, lejos y muy lejos de casa, una pequeña calabacita salío y rodó, rodó a un sitio lejano. Redondita rueda sin parar, sin nadie que la detenga, oh, ¿En dónde caerá y tomará refugio? La tormenta avecina y la lluvia cae, y la pobre calabacita sin lugar que la repare.

¿Y qué sucederá si el chico no me recibe como su ayudante?  Pensó en su extrema angustia. Y se sintió mal, su padre no le enseñó a repartir mentiras y a ser tentada por el dinero fácil. Haz tu mejor esfuerzo y obtendrás resultados dicen. ¿Pero qué tan ciertas son estas afirmaciones?

 El señor Astonville le prometió compensarle económicamente por la molestia de viajar hasta tan lejos solo por capricho suyo. Y vaya que lo era.

Hana, inocentemente pensó en que esto sería un error, sin embrargo, y más por su ignorancia nunca consideró que, alguien la habría mandado a la boca del lobo y ahora debería responder por ello.

Casi apagada, estaba siguiendo como imantada al señor Patrick a través de los pasillos de la primer planta de la mansión. Por lo que ella había entendido, el joven cumple la función de mago de la torre. Así que lo más probable es que se dirijan allí. Asimismo, su imaginación siempre va un poco más allá que la realidad. Estaban bajando las escalinatas hacía la salida a un jardín.

—¿Qué es este lugar señor Patrick? —preguntó extrañada observando dos arcos griegos en la salida de la mansión hacia unos jardines. El hombre venía explicándole la historia de las construcciones, pero ella por estar en su mundo, no oyó nada.

Rowan Patrick es el secretario de Arsene Astonville, pero antes, lo fue del padre de este. Es un hombre de amplia educación y perspicacia, por lo que notó la irregularidad en el comportamiento de la muchacha. 

—De momento le daré un breve paseo en lo que... Contactamos con el joven —contestó con mucha tranquilidad.

Era un hecho, Aidan Astonville no tenía idea de esto.

—¡Secretario Patrick! ¿Qué lo trae por aquí? —se acercó un muchacho de cabellos dorados rizados y con una expresión de confusión sumada a una evidente curiosidad hacia la persona detrás del nombrado.

—Astreldom, buenas tardes, la joven aquí es una maga proveniente de Pumpkin Hills, Hana Springloom —explicó el hombre. El joven rubio hizo un saludo en reverencia como los caballeros de cuentos de hadas. 

Hana sonrió. En total rigidez se acercó al jovencito menudo y le extendió su mano he hizo el saludo típico de su aldea. Esto dejó perplejos a ambas personas. ¿Ese saludo era algo en particular? ¿Un mensaje secreto? ¿Un ritual? ¿O solamente hizo ejercicio?

—Hola —pronunció por fin el muchacho rubio, un poquito avergonzado por el penoso saludo—, este, yo, mi nombre es Ringo Astreldom, mucho gusto en conocerla señorita maga. 

—El gusto es mío... —esta vez, notó el tenso ambiente y no intentó más movimientos.

El chico apartó por un momento al secretario para hablar algunas cosas. Entre ellas, Aidan Astonville había salido de la biblioteca desde el mediodía y no podían localizarlo. Patrick suspiró exhausto; no había día en que el hijo más joven de la casa estuviera dispuesto a una audiencia con su padre y abuelo. 

La cosa escalaba bastante problemática...

Patrick salió de la escena y le indicó al joven Ringo acompañar a la muchacha en el recorrido por el jardín de hierbas del pabellón farmacéutico de la mansión. Hana por su parte se había distraído observando la pérgola de plantas trepadoras que iniciaba el camino hacia uno de los tantos jardines de la gran casa. 

AIDAN || Crónicas De Aston I || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora