encuentro prohibido

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Billie O'Connell

- no puedo creer lo que me estás diciendo, Danielle, ¿Dónde demonios encontraste esos papeles? ¿Ana los vió? -pregunre a través del celular oyendo la mierda que me decía. Había pedido un momento a mis padres para podés contestar su llamado de urgencias, estaba siendo un lindo día hasta que termine envuelta en más desastre-

- no los vio por suerte, ella nos pidió si nosotras podíamos ir a revisar, por suerte llegamos antes. -oí como soltó un suspiro- Mía está safada de la cabeza, hay preservativos usados hasta debajo de la cama.

- sé que es una imbécil. -refunuñe mientras me sostenía de la cabeza- céntrate en los papeles, cuéntame todo.

- está el tratado que hiciste con los Giachero, está el nombre de William-Esex y algunos lugares donde podrían localizarte, hay bastante información, pero toda es errónea, todos piensan que eres hombre y que vives al menos en México o en Argentina. Se estima una edad de treinta años al menos. -comenzé a oír unas hojas- no hay nada que apunte a tí, pero está el intercambio escrito perfectamente, no hay errores en lo absoluto, solo está el plan de usar a los Fetuccini como transporte y también está el acuerdo firmado con conrrabandear en motos.

- cielos... Debía tener más cuidado.

- si, además, dice que están investigando a Ana, por lo de su hermano, están buscando al responsable de su muerte.

- carajo. ¿Que hago ahora?

- lo único que puedes hacer, ya que no te puedes despegar de su lado, es tendr protección. -suspiró- vende toda la mercancía y esfumate de la faz. Habla con tu madre y explícale que su vida e incluida la de toda la familia, está en riesgo. Puedes saber todo, pero esto es lo importante ahora. O acabas con esto en este instante o terminarás destruida en un par de meses.

- hable con mi madre, Dani. Entendí todo.

- ¿En serio?

- si... Hice mal al no escucharla; quizá todo hubiera sido distinto si no me metía en esta mierda y le escuchara.

- hablamos luego. Luego me cuentas. -oí una risilla a lo bajo, podía intuir de que ella y Drew estaban haciendo sucierías mientras estaban solas. No quería imaginarme cuántas veces se habían metido mano en la llamada- Necesito colgarte.

- está bien. Disfruten y dejen todo acomodado.

- no lo haremos en esta habitación. Está lleno de cosas raras... Oh joder, detente Drew. -dijo shockeada Dani- ¿Qué demonios es esto? Dios Billie.

- ¿Que sucede?

- le sacaré fotografía. Esto es jodidamente macabro.

- vale, hazlo. Luego me envías. Tengan cuidado, os amo.

- está bien.

Ellas me colgaron. Simplemente solté un suspiro y me quedé pensado. Ahora el estrés sería otro factor más de mi desolación completa.

- ¿Está todo bien, Billie? -preguntó papá mientras dejaba sus cubiertos sobre el plato. Mamá me miró con un rostro cansado, realmente los estaba poniendo en una situación demasiado fea-

- si...tengo que irme ahora, discúlpenme, luego hablaré con el doctor. ¿Está bien? Terminaremos esto cuánto antes. -le sonreí a mi madre y me despedí de ellos con un beso en la mejilla. Les di una última mirada y un suspiro-

Llamé a un contacto, les brindaría protección las veinticuatro horas del día, ya no me fiaba de nada de lo que ocurría, todo iba de mal en peor.

Fuis hasta casa, me conseguì un tiempo para ver a dónde podría vender todo el cargamento de drogas. Solo habían dos grandes inversores que podrían llegar a comprar toda la mercancía, los Giachero y los Scheurer. Eran los dos lugares más complicados de comerciar, pero los más factibles para vender toda la mierda lo más rápido posible y salvarme de perder a Ana con la verdad.

Ilomilo Billie Eilish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora