Mejores Amigos...?

Capitulo 4

Foto de Kat arriba... ;)

Anoche me trajo Dilan alrededor de las 10, le pedí que me dejara en la entrada, él acepto un poco dudoso, como había previsto, en cuanto Dilan se marcho y yo estuve sana y salva en mi habitación... Me derrumbe, mis muros son fuertes pero Adrien sabe como llegar a mi corazón, él esta ahí desde hace muchos años.

Me volví a dormir con lagrimas en los ojos, no pude evitar tocar mis labios, es la primera vez que lo beso, bueno que nos besamos, sus labios son suaves, dulces, con sabor a menta. Pero ahora estoy con Dilan y no puedo dejarlo, apenas empezamos, debo seguir así y si no puedo, debo dejarlo por mi bien y el de Dilan.

(...)

Me levanto con el cuerpo ya sin dolor, eso es perfecto, ahora si puedo ir a hacer ejercicio, guardo todo en mi maleta y salgo como alma que lleva el diablo, no quisiera toparme de nuevo a Robert, se que es capaz de golpearme hasta que se quede sin ganas o se aburra de mi. Ni siquiera tomo mi manzana, salgo corriendo hacia mi auto y arranco justo cuando Robert sale por la puerta.

Me dan unas inmensas ganas de arrollarlo con mi auto, pero mamá esta con él y no sería capaz de causarle mas dolor del que ya le cause. Mi padre no murió por accidente, fue mi culpa... Él estaba a punto de hacerlo cuando mi padre llego, forcejearon y después se escucho un disparo, luego otro me dio a mi y después... nada...

Eso es algo que nunca podre olvidar, pero como ahora estoy frente al gimnasio debo actuar normal. Entro tranquila y sin llamar la atencion, me acerco al escritorio de Clara y la encuentro hablando por su móvil, tengo que esperar a que termine, debo pagar por el gimnasio.

- Clara, te dejo el dinero aquí... - le susurro y ella asiente.

Camino tranquilamente a mi locker y dejo mis cosas, tomo mi botella de agua, siempre dejo una aquí, nunca se si tendré tiempo para tomar una de mi casa, me quito la chaqueta y me coloco mis audífonos, es hora de hacer ejercicio. Salgo a buscar a Albert y lo encuentro con Jonh, los dos se detienen cuando me acerco.

- Hola a los dos... - les digo con una sonrisa y me la devuelven.

- Hola, Abby... - me saluda Jonh guiñándome un ojo.

- ¿Como estas, niña? - me pregunta Albert, asiento con la cabeza y le doy una sonrisa. - Espero que no vuelvas a cruzarte con ese mal nacido.

- Tranquilo, Albert. En un par de meses mas comprare un pequeño departamento, las compañía de mi padre quedo a mi nombre y soy dueña de todo el dinero que entra y sale de esas oficinas... - le digo y sonríe mientras voltea a ver a alguien.

- El chico nuevo a estado preguntando por ti... - me tenso al instante y volteo a ver a Adrien entrando y dirigiéndose para acá. - Ve a tu rutina de siempre... Corre... - me susurra lo ultimo y salgo disparada a la zona de calentamiento.

Me coloco los audífonos y me pierdo recordando mi sueño y sus palabras, las misma que uso en el cine, eso es extraño, supongo que nuestro destino es querernos pero no estar juntos, creo que debería ser mejor así, termino con la bici y continuo con la caminadora.

Después de estar bastante tiempo en la caminadora voy a que mi querido amigo Jonh me ayude a ajustar mis vendas y así poder continuar con mi trabajo, mantenemos una charla animada y puedo sentir como Adrien no deja de observarme, es algo incomodo pero este es nuestro destino, nunca podremos ser algo mas que amigos o ente caso, mejores amigos.

Le doy las gracias a Jonh y me levanto para irme a los sacos y golpear un rato, comienzo con algo ligero, doy uno o dos golpes y una patada, aparece Albert y me indica que debo darle mucho mas fuerte como si fuera Robert el que cuelga de este gancho, no es que lo odio pero es inevitable sentir ira cuando te pega cuando quiere.

Me pierdo tanto en mis recuerdos que no noto cuando comienzo a pegar mas fuerte, no dejo de darle al saco, me detengo un momento el momento justo donde los recuerdos llegan a mi mente, me inundan, me consumen, son muchos; dolor, perdida, sangre, muerte, distancia, soledad, tragedia, miedo... colapso... Estoy teniendo un colapso.

El Dr. Welsh me advirtió que podría pasar esto, demasiadas cosas a veces chocan, colapsan y me destruyen, me detengo en seco y me sostengo la cabeza un momento, camino un poco y los nervios me pueden, corro hasta mi casillero y sin romper mi pulsera, saco mi maleta, busco y busco mi medicina, "Esta en la bolsa pequeña" susurra mi subconsciente y se lo agradezco infinitamente, tomo mi botella de agua y me tomo dos pastillas.

Me quedo sentada un rato sin poder moverme y cierro mis ojos, esto es rápido, pero me dejan viendo ponis de colores que cagan Nutella, por cierto quiero Nutella, debería traer Nutella. Estoy divagando, me levanto como puedo y me encuentro a... Por favor, no puede dejarme en paz... "No quieres que lo haga" cállate, si quiero. "Claro que no, lo peor es que lo niegas" Maldita...

- Vete, Adrien, no quiero verte... - le digo con sorna y él sonríe. - ¿No entendiste lo que te dije ayer? - ahora si que estoy comenzando a enojarme.

- Lo entendí, pero yo también entreno en este gimnasio, así que me veras todos los días... - me dice con una sonrisa de lado muy sexy. - lo que me sorprende es que después de tanto años de no vernos, aun no sepas mentir... - me guiña un ojo y se va con una maldita pose de chulo arrogante.

Le levanto el dedo medio y me dan unas tremendas ganas de ahorcarlo y besarle... "Ya estas divagando otra vez" ¿y si te mueres? "soy tu consciencia, no puedo morir" mierda... De verdad que estoy loca, hablo conmigo misma mientras observo como una acosadora el trasero de Adrien.

¡Agh! Esto acabara muy mal, pero si ya estamos mal, ¿que puede ser peor? Me levanto y camino a los vestidores, creo que debería ser hora de que me vaya a la escuela, tengo clase en 10 minutos. Me ducho en 3 y salgo del gimnasio en dos, llegare a la escuela un poco tarde, ¿pero que mas da?

Sorprendentemente llego con un poco de tiempo, me bajo del auto y camino entre los locos alumnos de Instituto. Me encuentro a Dilan recargado en mi casillero con unas bonitas flores en sus manos, me las entrega mientras me da un beso muy lindo.

- Las compre por la mañana, ¿te gustan? - ya empezamos con problemas, le sonrió muy dulcemente y me sonrojo.

- Claro que si, me encantan. Las rosas son mis favoritas... - le doy un lindo beso y todos a nuestro alrededor se petrifican, si el día de hoy hace mucho frió y traigo unos lindos leggins con unas botas cafés de piso calentadores beige debajo de las botas, un suéter de encaje color crema con una pashmina gris y un gorro de lana gris.

- Por cierto, estas muy hermosa así... - me da un beso corto y caminamos a mi primer clase, puff hoy tengo cuatro, bueno la primera y la tercera me tocan con Dilan, la segunda con Kat, no he podido verla desde su fiesta de cumpleaños.

Caminamos de la mano hacia nuestra primera clase, por lo menos es Literatura Inglesa, no es tan malo, me encanta esa materia. Charlamos mientras el profesor llega, ya va retrasado.

- Abby, quisiera que vinieras al partido de esta noche... - me dice con una linda sonrisa. ¿Com negarme?

- Claro, ¿a que hora tengo que llegar? - le pregunto sonriendo como una idiota.

- Yo pasare por ti a las 8:30, no quisiera que anduvieras tan tarde, sola, en la calle... - me da un beso en la mejilla y entra le profesor.

Pongo la atencion del mundo, Dilan me mira de vez en vez mientras escribo lo que el profesor esta anotando, cuando termina de anotar nos pide que formemos equipos y escribamos un poema, el tema que sea, solo que sea original.

Me pongo con Dilan y antes de que podamos hacer algo, tocan la campana indicando que termino la clase, me levanto junto a él y salimos del salón, el lleva mi mochila, insistió en llevarla él y no me negué, aunque no pesa mucho, caminamos charlando y riendo, nos detenemos frente a mi clase de Historia y se que me encontrare a Kat, no he podido verla, deberíamos quedar hoy para tomar un café.

- ¡Kat! - le hablo con entusiasmo cuando ella voltea y me abraza. - Me alegro de verte, lamento haberme marchado así de tu fiesta...

- No te preocupes, nunca pensé que ese maldito fuera a ir a mi fiesta... - me dice abrazandome de nuevo.

- No, debo hablarte de algo que va a cambiar todo...