Capítulo 1

74 11 1
                                    

A las ocho ella está empujando suavemente la puerta que siempre le trae problemas ¿Quién habrá inventado el mecanismo de «tire» y «empuje»? No lo sabe con exactitud, pero seguro tendría una larga charla con ese sujeto.

La campanilla gastada de la puerta anuncia su llegada. Lia está contando los panecillos en el aparador y Joshua pone en marcha la burbujeante máquina de Espresso. El olor a pan recién horneado y el dulzor de un chocolate espeso en los brownies hacen que su día comience mejor. Es otro lunes frío en la ciudad de Nueva York, con un cielo teñido de un gris borrascoso y un viento capaz de calar hasta lo más profundo de los huesos.

Su rostro apenas puede distinguirse bajo el grosor de la bufanda tejida, pero sus lentes de marco grande y uno de sus típicos gorritos invernales le dan una pista a la muchacha de la caja sobre la persona que esta parada allí a temprana hora de la mañana. Nayeon se acerca con un caminar lento, producto de su abrigo. No es necesario leer la pizarra para ordenar. 

— Tres americanos para llevar y dos croissants con chocolate, por favor.

«¿Mal día? Un café puede solucionarlo» 

La frase resuena en su cabeza todo el tiempo. Espera estar siendo lo suficientemente amable aunque su rostro no quiera colaborar lo suficiente. Ha sido una noche dura en el invierno crudo de Estados Unidos. Oh, ella realmente aborrece el invierno ¿Qué tiene de especial? Nieve por todos lados, pies helados, resfríos, capas y capas de ropa hasta parecer un muñeco. Nayeon tuerce la boca en un gesto de disgusto de tan solo pensarlo.

— ¿Los quieres como siempre?

— Si. 

Ella suele ser una persona habladora. Una de voz bonita y sonrisa espléndida, pero los últimos días la cafetería que le ha recibido durante los últimos tres años puede notar que las cosas no van bien. Aún así, Lia, quién puede considerarse casi como una amiga de charlas casuales, no se atreve a preguntar absolutamente nada al respecto. Ella solo hace su trabajo, metiendo el dinero a la registradora y entregándole la misma bolsita de papel sellada y los mismos vasos de polietileno llenos de un café humeante que la coreana usa a su favor para darles algo de calor a sus congeladas manos.

— Muchas gracias. Que tengas un buen día.

— Igualmente.

Nayeon le da una pequeña sonrisa sin demasiado entusiasmo antes de enrollarse muy bien la bufanda y guardar su billetera. Ella sostiene entre el codo y el torso la bolsita del desayuno para poder abrir correctamente la puerta. Cerrándola despacio y arrancando a caminar en dirección al estudio rezando al cielo que las bebidas lleguen intactas. 

Hay alrededor de ciento veinte pasos entre el café y el estudio. Quizá un poco más si camina sin prisa, sumándole los que debe dar al subir las escaleras al segundo piso. Es un edificio en una esquina de Greenwich Village, con tres plantas y una escalera para incendios que a veces utiliza como balcón para ordenar sus pensamientos. Tiene ladrillos barnizados a la vista, de un color rojo oscuro y unas ventanas grandes que le dan la suficiente luz natural que necesita. A simple vista es acogedor, aunque la verdadera magia se oculte dentro. Si dijera que no le gusta, estaría mintiendo. Pero si tuviera que admitir que está encantada de salir de la cama un lunes cuando la temperatura no alcanza los seis grados, pues... mejor pediría pasar de pregunta.

No sabe en qué momento se convirtió en una adulta responsable. Definitivamente todo era más fácil cuando tenía quince años y una cámara perteneciente al club audiovisual de la secundaria. Y aunque ahora maneje una prácticamente todos los días de su vida, ya nada es tan simple como parece. Su cuerpo se siente pesado cuando finalmente sus pies se encuentran en el ultimo escalón, pero la vibra poco a poco cambia cuando sus oídos previamente aturdidos por el ruido matutino de la ciudad despertando se ve recompensando con una linda melodía que atraviesa el pasillo y se hace cada vez más fuerte a medida que se aproxima a la oficina. Con la única mano libre toma el picaporte y lo gira para darse paso. El salón está vacío, pero a través de los parlantes se escucha a Laufey.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 21 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝𝑬𝑹𝑨𝑺 𝑶𝑭 𝑼𝑺❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora