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Harry 🍂

El ambiente en este salón está bastante cómodo, aún me costaba admitir lo bien que se estaba integrando katara. No había parado de buscar a la sucia rata de Sandra, pero parecía que se la avia tragado la maldita tierra y el tiempo no me permitia hacer mucho en realidad era muy poco el tiempo en el cuál podía hacer lo que quisiera. Desde la cena de Katara y yo los medios se volvieron más locos e insistentes aún, mandando miles de solicitudes para obtener la primicia del gran matrimonio. Alberto me ayudaba en lo que podía pero su pareja absorbía el poco tiempo que tenía y no lo culpo si yo y katara fuéramos una pareja de verdad también quisiera estar con ella todo el tiempo.

Su vestido celeste la hacia ver como una Diosa y ella lo sabía a la perfección, por que no ahí mujer más hermosa que aquella que sabe lo hermosa que es. Mis padres no dejaban de sonreír felices con la invitada y Marcela ni se diga, ella no deja a Katara ni un segundo llenándola de preguntas. Katara no se ve incómoda en ningún momento y agradezco eso. Otra de las cosas que ronda en mi mente es Ax, ¿en dónde está?, katara se gira y me mira haciéndome flaquear.

— ¿Harry? — los pensamientos no me abandonan y tengo que ser yo quien los deje.

Algo me dice que me perdí de algo.

— ¿Si? — mi voz sale apenas audible pero por la mirada de katara se que hablan de nosotros y yo no estaba poniendo atención.

— Tus padres preguntaban cuando será la boda. — con una sonrisa fingida me dirijo a mis padres.

Tomo mi copa de vino y juego con ella en mis manos tratando de buscar una excusa.

— Dentro de unos meses..

— ¿Meses? — chilla mi madre, interrumpiendo mi mentira. — ¿Por qué esperar?. Yo ya quiero que Katara sea una una Harper..

Katara será todo pero una Harper jamás por que el apellido que se carga no es cualquiera como para hacerlo a un lado.

— Mujer. — mi padre la reprende pero ella no entiende razones.

— La señora Harper tiene razón, cuanto antes mejor. — katara sabía actuar demaciado bien para mi gusto, por qué se le veía realmente emocionada.

—Oh, querida no me llames Señora Harper — la voz de mi madre toma un tono más varonil y todos rien — llámame suegra.

El rostro de Katara hace una mueca y no pasa de sapersivida. Se pone de pie y se va en busca del baño. Veo como desaparece por las puertas y no puedo evitar salir tras ella, pero antes de salir unas palabras me congelan.

— ¿Crees que este embaraza? — la voz de mi madre era un susurro el cúal alcance a escuchar.

No quise escuchar más, por qué no era posible. Katara y yo no habíamos estado juntos y me negaba a la idea de que Ax y ella tuvieran un bebé. Camine varios pasillos en los cuáles sólo se escuchaban mis pasos y mi respiración agitada. Y ahí estaba junto a una ventana, cercas del baño tocandose el vientre y mi mente colapso con la sospecha.

— ¿Estás embarazada? — Mi pregunta salio en un susurro cargado de ira.

Ella se giro y negó con los ojos cristalinos y no lo entendí. Pero tampoco quería entenderlo, así que me hacerque y la abracé.

— No quise ser tan brusco es solo que yo..

— Descuida, soy infertil — escucharla dolió. Pero una pequeña parte de mi por fin respiraba.

Le di su espacio regresando al salón, donde mi familia me bombardeo con mil preguntas esas mismas preguntas que no les respondí. Solo quería que esto terminará.

Un te amo con olor a lavanda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora