—“He oído por ahí que el príncipe le ha presentado una petición al rey. También escuché que lamentablemente este no ha estado de acuerdo con su pedido…”— con un falso suspiro de pena, Satoru se dispuso a revolver con una cuchara su pequeña taza de porcelana.
Escuchando el tintineo de la porcelana al rozar con la plata de la cuchara, Yuuji pensó que así debía escucharse de el sonido del dinero malgastado.
¿Cuál era el punto de utilizar un recurso tan valioso como la plata para hacer una cuchara?
Yuuji simplemente no lo entendía, habían muchos otros materiales que se podrían haber usado, materiales que serían menos costosos e igual de útiles…
Realmente estos Leskitas disfrutaban de los lujos vanos y el derroche.
Dejando la taza de té a un lado sin siquiera tocar su contenido, Yuuji respondió:—“Veo que el príncipe está muy bien informado de todo lo que acontece en el palacio.”— Intentando alcanzar uno de los pequeños pasteles en la mesa, Yuuji continuó diciendo:—“¿Pero qué es exactamente lo que busca su alteza al decirme esto?”— antes de que su mano alcanzara siquiera la bandeja de dulces, esta fue alejada de forma rápida de su alcance.
Ante la mirada desconcertada del castaño, el peliblanco declaró:—“Lo siento, debí haberlo especificado antes. Estos son para mi.”— De forma mezquina, Satoru dejó la bandeja al lado de su taza.
—“Me temo que no puedo ceder en esto, estos son apenas suficientes para mi. Pero si realmente quieres algunos, puedes pedirle a los sirvientes que traigan más.”
—“No… no es necesario.”— mientras observaba al príncipe heredero llevarse a la boca los pasteles uno tras otro sin pausa, Yuuji todavía no salía de su asombro.
Ese bastardo… ¿lo estaba haciendo a propósito?
Solo cuando no quedaron más que migajas en la bandeja de los dulces, Satoru se vio dispuesto a continuar con la charla.
—“En realidad estoy aquí por algo muy sencillo. Una proposición.”— tomando un sorbo de su té soltó el peliblanco.
—“¿Una proposición… de qué tipo?”— preguntó de forma desconfiando el castaño.
Ante esta desconfianza grabada en el rostro del príncipe extranjero, el príncipe heredero de Leska sonrió de forma sugerente.
—“¿De qué tipo crees tu?”— estirando su brazo hasta el otro lado de la mesa, Satoru dirigió su mano hacia el contrario, hasta que las puntas de sus dedos rozaran el brazo del otro.
El cuerpo de Yuuji se congeló por un segundo.
Retirando bruscamente su brazo de sobre la mesa, el castaño trató de poner distancia de la mano del otro príncipe.
—“¿Qué sucede?”— con una mirada de falsa confusión, Satoru tomó la taza de té que estaba a un lado del brazo de Yuuji y la llevó al centro de la mesa. —“Pensé que no ibas a tomar de tu té, así que me tomé el atrevimiento de retirar la taza. ¿Acaso me ha malinterpretado de alguna manera?”— dejando la taza nuevamente a un lado Satoru comentó de forma inocente.
—“… Solo dime de una vez cuál es el acuerdo que propones.”— con la paciencia ya agotada, Yuuji se frotó la frente.
Algo le decía que estaba por tener un fuerte dolor de cabeza.
[…]
—“ ¿Un campo de entrenamiento para nosotros? ¡¿Ese príncipe en realidad nos ofreció eso?!”— Toudou exclamó alegremente mientras envolvía sus puños en tela.—“Pensé que ese rey había dicho que no”.
—“ Bueno… así fue, pero ese Leskita dijo que su padre estuvo de acuerdo con una condición.”— Dijo pensativamente el castaño desde su cama.
—“¿Qué condición?”— deteniendo sus movimientos, Toudou levantó su mirada hacia la cara de su príncipe.
—“En realidad fueron dos condiciones. La primera es que no se permiten armas letales, solo combate cuerpo a cuerpo, entrenamiento físico y luchas con espadas o lanzas de madera.”
—“Eso no suena tan mal, es mejor de lo que esperaba.”— dijo de forma indiferente el pelinegro.—“¿Y la otra condición?”.
—“¿Esa? Esa creo que les gustará.”— con una amplia sonrisa llena de emoción, Yuuji informó:—“El entrenamiento será conjunto. Vamos a enfrentarnos contra los miembros del escuadrón de combate del príncipe.”
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Wild sun |GoYuu|
Romance"¡Primitivos, tontos, toscos y vulgares!" Esas fueron las primeras palabras del príncipe heredero de Leska sobre sus nuevos visitantes. Fue una pena que esas palabras hayan llegado a los oídos equivocados. Ahora, tres meses después, Satoru Gojo se e...