𝐌𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 ━━ Donde Valentina y Matias pasan de no poder
verse a la cara a enamorarse en las
noches del rodaje de La Sociedad
de La Nieve
( matias recalt x female!oc )
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EN EL MEDIO DE LA NOCHE, uno normalmente asumiría que la gente está durmiendo. Para ser más específicos, todos asumimos que Valentina estaba en su habitación de hotel durmiendo, pero no. Ella siguió caminando después de ubicar la pieza y aprovechó para poder hablar con Maia, en voz baja porque no quería que la cagaran a pedo.
—Re tarado el bobo ese, amiga, no le des bola.
—Obvio que no —habló la morocha—, pero me rompe un poco los huevos.
—Me imagino, pero no tenés que darle el gusto de hacerte enojar.
—Sí, bueno, no importa. Contame qué onda vos con...
Así siguieron hablando por teléfono mientras Valentina paseaba por los pasillos del hotel analizando el lugar. Hasta ahora todos los pisos eran iguales, pasillos con un sin fin de habitaciones. Sin embargo, acaba de llegar al final del piso en el que estaba y las escaleras ahora no desembocaban en un pasillo como el resto, sino en una terraza.
La chica debatía mentalmente si subir o no, los chicos le habían comentado que la gente mayormente va a fumar ahí y no tenía ganas de cruzarse a ningún tipo raro, aunque terminó optando por subir al ver la hora. Después de todo, ¿quién iba a estar dando vueltas por el hotel tan tarde? Ella tenía que ser la única loca, obvio.
—Es tan lindo, amiga, lo amo.
—Siempre decís lo mismo, ¿sabías? —ella preguntó terminando de cerrar la puerta con cautela.
—Callate —se escuchó del otro lado.
Valentina no pudo evitar reír mientras se daba vuelta para poder apreciar el lugar. Lo primero que ubicó fue la media luna que la iluminaba junto a un par de estrellas, no había ni una nube, hace mucho no percibía tanta paz, tanto silencio. Viviendo en una ciudad como Buenos Aires, esto era algo complicado de encontrar así que prosiguió a acercarse al borde de la terraza y apreciar los alrededores del hotel.
—Boluda, no sabes lo lindo que es esto.
—Que ganas de estar ahí, loco.
La chica se apoyó sutilmente sobre la baranda, volviendo a analizar las estrellas, le seguía pareciendo flashera la paz del momento. Fue ahí cuando notó como un ligero humo blanco se interponía en su visión hacia el cielo; por distraída terminó tosiendo y no pudo evitar la cara de asco al percibir el olor.
—¿No querés un autógrafo también, fan?
Valentina se mordió el labio inferior con bronca antes de que la resignación se reflejara en su cara, “Lo que me faltaba”. Rápidamente le avisó a su amiga que en un rato la volvía a llamar y al fin dirigió su mirada a Matías, quien se encontraba en la misma posición que ella pero más alejado, y con un pucho entre los dedos.
—¿No te cansás de ser tan denso?
Él la miró con una ceja alzada, volviendo a soltar humo del cigarrillo que flotaba en el aire, sumando a la amargura del ambiente.
