𝐁𝐑𝐎𝐎𝐊𝐋𝐘𝐍 𝐁𝐀𝐁𝐘 - 𝒿𝓊𝒿𝓊𝓉𝓈𝓊 𝒦𝒶𝒾𝓈ℯ𝓃

25🌨️

— Condenada a morir —

Pov ayame.

Todo mi cuerpo me duele. Además de que el cansancio me impide el moverme un centímetro. Ni siquiera puedo abrir los ojos o hablar.

Esto es patético.

El hecho de saber que fui apuñalada en el abdomen por mi propio estudiante. Al cual le tengo un gran cariño, como a todos los jóvenes que quedaron bajo mi cargo... Es triste. Pero se que al menos el ser juzgada por los altos mandos (y que posiblemente me condenen a muerte). Yuji y choso quedarán libres.

— quiero ver a la señorita ayame — tras la puerta de metal, escucho la voz de un joven, quien exije el verme.

Las cerraduras se quitan, y la gran puerta pesada se habré en un chirrido. Ya que el lugar donde estoy ahora mismo, tiene muchos años de antigüedad.

— ¡ayame-san! — grita con muchas emociones mezcladas en su voz — ¡¿se encuentra bien?!

— kensuke... — suelto un quejido por la posición incomoda en la que estoy. Abriendo lentamente mis ojos para ver al pelinegro frente a mi — ¿crees que estar encadenada aquí por dos días es divertido?

Rápidamente, el se pone nervioso.

— ¡lo-losiento mucho! — se disculpa en una reverencia — no era mi intención el molestarla... Fue una pregunta estúpida, lose... Pero realmente estaba muy preocupado por saber el estado en el que usted se encontraba.

Mi digo nada.

Es verdad.

Durante dos días me tuvieron presa bajo una prisión subterránea de las grandes instalaciones de Jujutsu. Con poca comida y agua, encadenada a una pared húmeda, y con mi ropa manchada de sangre y suciedad. Además de mi herida sanada.

— gracias — susurro. El no lo entiende — por preocuparte por mi... Por venir aquí y hacer lo imposible por verme.

— bueno... Eso no es nada a comparación de las muchas cosas que estoy dispuesto hacer por usted — con suma determinación, declara ante mi aquello  — yo... Lo admiro desde que era un niño. Usted para mi fue mi mayor modelo a seguir — advierto que sus ojos se cristalizan  — desde que mi madre... Mu.. — lleva su brazo a sus ojos, incapaz de termiar la frase — partió de este mundo. Usted fue la única que se hizo cargo de mi... Y ahora, que hizo lo correcto por salvar a itadori yuji de los peces gordos... No me imagino la mejor circunstancia para usted.

Y ahí va... Como si fuera nuevamente un bebé, kensuke comienza a llorar con desesperación... De la misma manera en la que lo hizo cuando nanao falleció.

Jure por ella que lo cuidaría y lo convertiría en mi discípulo. Así sería capaz de sobrevivir en el horrible mundo que es la hechicería.

— kensuke — llamo su atención de manera seria. El deja de llorar y levanta sus ojos enrojecidos a mi — yo también tengo miedo de lo que suceda dentro de varias horas... Seré juzgada por los "horribles actos que cometí". Pero tu y yo sabemos que no es así..

Logro mover mis muñecas del muro, aunque sea un poco. Dejando caer mis brazos al suelo.

— sensei... — el comprende lo que estoy tratando de hacer.